Manuel Domínguez Sobredo
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Manuel Domínguez Sobredo. Joven revolucionario cubano asesinado durante la tiranía de Fulgencio Batista. Miembro del Movimiento 26 de Julio.
Síntesis biográfica
Nació el 20 de julio de 1939. Hijo del matrimonio formado por el periodista Eneclio Domínguez y Eladia Sobredo. Cursó sus primeros estudios en el colegio Academia Cervantes, cuyos propietarios y maestros eran sus propios padres. Allí cursó hasta el octavo grado y se hizo taquígrafo-mecanógrafo. Debido a que procedía de un hogar humilde no pudo estudiar la carrera que deseaba. Por tal motivo ingresa en el Instituto Inclán donde se gradúa de Artes Gráficas, oficio que le resultaría muy útil para los trabajos revolucionarios.
Trayectoria revolucionaria
Fue miembro del grupo de acción y sabotaje, donde demostró su firmeza. Participó en la colocación de las bombas en La Manzana de Gómez y en el antiguo Ayuntamiento de La Habana, en el izamiento de la bandera del M-26-7 en la iglesia del poblado de Minas, así como en el asalto frustrado a la Radio-motorizada el 5 de septiembre de 1957 y en acciones de apoyo al alzamiento del 13 de marzo y la Huelga del 9 de abril.
Entre sus compañeros de lucha se encontraba Antonio Sánchez “el Gallego”, Antonio Briones Montoto, Juan Abrantes y otros. Organizaba huelgas estudiantiles, y formaba parte de la Juventud Martiana del Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa.
Participó en el incendio provocado a la fábrica de Pienso de Abono “Hatuey” y fue buscado intensamente por los cuerpos represivos de la tiranía, hasta que es detenido el 26 de diciembre de 1958 por los esbirros Mariano Faget y Martín Pérez; este último al apresarlo expresó “al fin te tengo”.
En las mazmorras de la tiranía fue introducido en un tanque de agua fría amarrado a una silla, con el agua hasta el cuello, desnudo y luego de haber recibido innumerables golpes y torturas, durante 36 horas seguidas.
Muerte
Cuanto más lo torturaron más firme se mantuvo y no lograron arrancarle ni una sola palabra. Al final, le destrozaron los pulmones a culatazo de fusil. Manolito no alcanzó a ver el ansiado triunfo revolucionario cubano, su débil cuerpo a pesar de que fue atendido en un hospital al triunfar la revolución cubana, no resistió las torturas.
Manolito Domínguez contaba al morir con solo 19 años de edad. Fue una víctima más de los desmanes y crímenes que cometieron los soldados de Batista con el pueblo cubano y con los jóvenes, en particular.
Fuentes
- Biblioteca Municipal de Guanabacoa
