Manuela Consuelo Cancino Saurí

Manuela Consuelo
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Sitio histórico Manuela Cancino.JPG
Sitio donde vivió Manuela Consuelo luego de la Guerra de los Diez Años
NombreManuela Consuelo Cancino Saurí
Nacimiento25 de Noviembre de 1851
Bayamo, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento8 de enero de 1900
Bandera de Cuba Cuba

Manuela Consuelo Cancino Saurí. Patriota y poetisa granmense que vivió diez años en la manigua y es autora de los poemas contra el colonialismo español "Incomunicada" y "A la Bandera Cubana".

Síntesis biográfica

La patriota y poetisa Manuela Consuelo Cancino Saurí nació el 25 de Noviembre de 1851, en Bayamo. Su padre, Juan Manuel Cancino, era un acaudalado comerciante, dueño de un comercio conocido como "La Primavera", en la villa de Bayamo, quien debido a su desenvoltura económica, permitió ofrecer a su familia una esmerada educación. La familia estaba compuesta por Manuela, Micaela, Mercedes y un hijo varón, la madre había fallecido.

Lucha independentista

Ya no descansaría jamás la patriota y valiente Manuela, en el continuo bregar en la lucha por la independencia hasta su muerte. Las continuas caminatas, el batallar y las enfermedades, dieron al traste con la muerte de su padre y de su hermano, lo que hizo más azarosa su vida en la manigua redentora. Manuela Cancino vivió diez años en la manigua, apoyando y trabajando sin descanso al lado de las hamacas de los heridos en los hospitales de sangre. En compañía de su esposo hizo toda la gesta independentista, nunca abandonó su empeño de ver la patria libre. Continuó conspirando en Santiago de Cuba junto a su esposo, hasta que el 26 de marzo del año 1879, éste fue encarcelado junto a Flor Crombet y a José María Rodríguez y enviado a España, nunca regresó de este viaje pero Manuela continuó en su empeño.

Destierro y detención

Como medida cautelar de destierro por sus ideas revolucionarias fue enviada al poblado de Campechuela. Allí comenzó a realizar sus funciones de maestra en la escuela de este barrio de Manzanillo, en cuyo lugar participó además de las conspiraciones que se desarrollaban. Las autoridades españolas conocían bien a la patriota y la vigilaban a cada instante. En los documentos secretos sobre los desafectos al gobierno español en la jurisdicción de Manzanillo, se encontraba su nombre.

Pero no fue la constante vigilancia que ejercían las autoridades españolas sobre Manuela, lo que la llevó a la cárcel; si no la delación que le hiciera Filiberto Zayas, un cubano que se había alistado al cuerpo de voluntarios de España. Este cortejaba a la hija de Manuela y ella le aconsejó acerca de la preferencia política del hombre lo que condujo a la ruptura de las relaciones entre su hija y el cubano traidor a la patria. Filiberto Zayas ideó una venganza y delató a Manuela con las autoridades españolas, pues él sabía que la patriota había confeccionado una bandera cubana y se la había enviado al general Bartolomé Masó, como consecuencia de esto fue remitida a la casa de las recogidas en La Habana y de allí a la cárcel de mujeres en Isla de Pinos.

Prisión

En circunstancias tan difíciles uno de sus custodios, a quien causó admiración y respeto la entereza de la patriota, se ofreció para hacerle llegar un trozo de papel y tinta con el objetivo de que Manuela les escribiera a sus familiares y amigos, ofreciéndose además para hacer llegar la misiva al exterior. Una vez que tuvo en su poder lo ofrecido, la mambisa lo empleó en escribir unos de los más encendidos poemas contra el colonialismo español: "Incomunicada" y "A la Bandera Cubana". La Patria y la Independencia, estaban por encima de la comunicación que ella pudiera establecer con sus familiares. Su poema Incomunicada, expresó ese amor a la Patria querida.

En la cárcel Manuela protagoniza uno de los hechos más gloriosos de la mujer cubana. Un oficial español, con la marcada intención de intimidarla, le preguntó que si no le tenía miedo al fusilamiento, luego de que le habían hecho saber que sería pasada por las armas, ante tan humillante indagación, la patricia contestó: "- Una bayamesa no tiembla jamás! Ojalá tuviera cien vidas, para ofrecerles esas cien vidas a la patria...

Es liberada tres años después de haber sido encarcelada, su salud estaba ya quebrantada por los años en la guerra y las vicisitudes de la cárcel, en inhumanas condiciones. Se enfrentaba entonces a una nueva situación en que el país, no tenía la independencia por la que tanto luchó, solo había cambiado de amo.

Muerte

Este nuevo gobierno le propone fungir como maestra. Manuela, cuya modestia y desinterés eran tan grandes como su patriotismo, aceptó la humilde profesión en la escuela para niñas de Los Fosos. Es precisamente en estas condiciones que la sorprende la muerte, cuando en una ocasión en que se dirigía hacia la escuela donde laboraba, resbaló y cayó, pocos días estuvo en cama y el 8 de enero del año 1900, falleció la legendaria patriota bayamesa.

Fuentes