María Cervantes

María Cervantes
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NombreMaría Cervantes
Nacimiento30 de noviembre de 1885
ciudad de La Habana,
capitanía general de Cuba,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento8 de febrero de 1981 (95 años)
ciudad de La Habana,
República de Cuba Bandera de Cuba
ResidenciaLa Habana
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
Ocupaciónmúsica, compositora, cantante y pianista
Obras destacadasDanzas cubanas

María Cervantes (La Habana, 30 de noviembre de 1885 - La Habana, 8 de febrero de 1981) fue una pianista, compositora y cantante cubana.

Hija de Ignacio Cervantes ―considerado por muchos el músico cubano más destacado del siglo XIX― artista cubana que supo llevar la música a Cuba y otras partes del mundo.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Comenzó los estudios de piano con su padre. Siendo ya una reconocida pianista, cantante y compositora, confesó que ella fue siempre una niña muy refistolera y que empezó a tocar el piano desde muy pequeña, tanto que casi no llegaba al teclado, pero cuando escuchaba algo que le llamaba la atención, iba tan rápido como le permitían sus piernas, y lo tocaba.

Heredó de su padre su estilo pianístico y, como pocos, conocía la interpretación de sus danzas. Desde muy niña María se sintió artista. El baile le entusiasmaba. Su padre empezaba con una danza, pasaba para una mazurca, y seguía con un danzón, mientras ella marcaba el ritmo como una verdadera profesional, y eso que para entonces apenas tenía tres años.

A la muerte de su progenitor, en 1905, ella se hunde en una profunda tristeza que la separa de la música, más al tocar el piano el primer día, termina una romanza sin palabras que él le había dedicado a ella, y ya enfermo, no había podido acabar.

Después el poeta matancero Juan B. Ubago le puso el título Fusión de almas. Con esta pieza la artista abría sus recitales.

Otra etapa de su vida

Su debut profesional se efectuó en el teatro Campoamor en 1929, año en que también graba sus primeros discos en los Estados Unidos, para la empresa Columbia.

Actuó también en la RCH Cadena Azul, en la Cuban Telephone Company, en Radio Salas y en el hotel Sevilla, donde se presenta junto al pianista Felo Bergaza.

En la Mil Diez trabaja con los compositores y directores de orquesta Adolfo Guzmán y Enrique González Mántici.

El éxito la acompaña. Viaja otra vez a Estados Unidos, donde graba para la Columbia y actúa en el cabaret del famoso actor y cantante argentino José Bohr.

Al regresar a La Habana su nombre aparece en las carteleras de los más importantes escenarios, junto a figuras de la talla de Rita Montaner y Bola de Nieve.

Por años, su simpatía personal, su auténtica cubanía y aquel carisma tan especial para interpretar sus canciones, la hicieron ganar la admiración y el cariño del público.

Su interpretación de A los frijoles, caballeros, es siempre un esperado suceso.

Al fallecer su esposo, abandona la escena, pero en 1960 —persuadida por el musicólogo Odilio Urfé— reaparece en un concierto abarrotado de público en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Desde ese día, y hasta poco antes de su muerte, mantiene una constante presencia en nuestros escenarios, querida y respetada por su pueblo, que reconoce su alta jerarquía artística en el dominio de la música cubana.

Hubiera querido retirarme de la radio, del teatro, y que me recordaran como era yo, sin espejuelos, sin canas, sin vejez. Pero hubo un segundo gran debut que no me pesa, porque si yo me hubiera retirado de verdad, me hubiera muerto ya. La música es mi vida.
María Cervantes

Fallecimiento

Falleció a los 95 años, en La Habana, el 8 de febrero de 1981.

Fuentes