Chicha Mariani
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María Isabel Chicha Chorobik de Mariani (San Rafael, 19 de noviembre de 1923 - Buenos Aires, 20 de agosto de 2018) fue una activista de derechos humanos de Argentina. En 1977, en plena dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), fundó la asociación Abuelas de la Plaza de Mayo, de la que fue su segunda presidenta. Por diferencias con otras dirigentes se separó en 1989. En 1996 fundó la organización de derechos humanos Asociación Anahí. En 2007 recibió de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, diploma de honor por su labor en favor de los derechos humanos.[1]
El 24 de noviembre de 1976 ―durante la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983)― un grupo de militares atacaron la casa en la ciudad de La Plata de su hijo Daniel Mariani y su nuera Diana Teruggi, ambos militantes del grupo guerrillero peronista Montoneros, quienes tenían una hija de tres meses, Clara Anahí. En el ataque fue asesinada su nuera y otros cuatro militantes. La beba Clara Anahí desapareció.
El hijo de Chicha, Daniel Mariani, economista de 29 años, se salvó porque no se encontraba en el domicilio. Pero ocho meses más tarde, los soldados de Ramón Camps lo asesinaron y secuestraron su cadáver, hasta el día hoy. Entonces Chicha se derrumbó y solo atinó a enclaustrarse en la casa, hurgando entre escombros alguna ropita o juguete de la niña, a la que creía muerta.
Nueve meses después (1977) también fue asesinado su hijo, Daniel Mariani.
Durante los juicios contra los terroristas de Estado llevados a cabo durante el Gobierno de Néstor Kirchner, Chicha Mariani fue citada a declarar en dos causas judiciales. Cada caso fue tratado por separado. Por ejemplo, el asesinato de Daniel Mariani no quedó incluido en ninguno de los dos expedientes:
Yo estaba en mi casa, en la esquina de 44 y 21, tejiendo una batita para mi nieta, cuando escuché pasar los tanques. Me aterroricé, porque en esa época estaban matando mucha juventud, pero no me imaginé que se dirigían a la casa de mis hijos. Pensé: «¿A quién estarán matando ahora?». Más tarde ese día, tuve que salir de mi casa para ir a cuidar a mi padre enfermo. Cuando volví, al día siguiente, vi a todos los vecinos reunidos en la puerta de mi casa. Estaba destrozada: la casa había sido baleada y saqueada, había escombros por todas partes y muebles destruidos. Además se habían robado todo lo robable. En esa misma casa sufrí, un mes después, otro «allanamiento» violento. Entre los represores que lo perpetraron solo reconocí a uno, años después, en los diarios: el comisario Luis Abelardo Patti. Yo no llegué a enterarme de los asesinatos de la calle 30 hasta al día siguiente del operativo. Aunque no pude entrar a la vivienda hasta varias semanas después, porque la casa estuvo llena de policías de civil durante un año, hice una primera denuncia en la comisaría 5.ª, cuya jurisdicción abarcaba ese domicilio, para poder recuperar los cuerpos. Me dijeron: «No le vamos a entregar a su hija porque está carbonizada, no se la reconoce, nosotros nos vamos a ocupar de su cadáver». Cuando les pregunté por mi nieta, me dijeron: «¿Qué nieta?», y que no figuraba en ninguno de los papeles.
Un amigo que conocía al entonces comisario Osvaldo Sertorio, el titular de la comisaría 5.ª, «que ha pasado a la historia por el campo de concentración que tenía al otro lado del pasillo de su escritorio» le dio el primer dato respecto de Clara Anahí: había sobrevivido al ataque a la casa de sus padres. La abuela se dirigió entonces a la dependencia policial, para hablar con el comisario:
Las familias Teruggi y Mariani nunca pudieron recuperar el cuerpo de Diana. Recién en 1984 Chicha se enteró de una comunicación del director del cementerio de La Plata, según la cual la joven había sido enterrada como NN, y que en 1982 esa tumba había sido «levantada y tirada a la fosa común».[3]
Se filtró (desde los campos de concentración de la dictadura) la noticia de que su nieta Clara Anahí no había sido asesinada sino que había sido secuestrada. Chicha Mariani (de 54 años) comenzó a buscarla, completamente sola. Concurrió a cuarteles, comisarías, juzgados, pero sus consultas no lograban resultados. En varios casos fue maltratada por los funcionarios, policías y militares que la atendían, y la amenazaban por hacer demasiadas preguntas.
Por recomendación de un juez, Chicha y su marido realizaron una denuncia ante la Policía Federal. El policía que les tomó declaración, mientras redactaba el acta, «llamaba a los gritos a todos los que pasaban por ahí y les decía que vinieran a ver a los padres de los guerrilleros de la calle 30».
En la catedral de La Plata, Chicha tuvo varias entrevistas con «monseñor» Emilio Graselli (obispo de la Iglesia católica, cuya cúpula en general fue colaboracionista de la dictadura, debido a que todos sus líderes civiles y militares eran ultracatólicos). Este obispo le confirmó que su nieta Clara Anahí Mariani se encontraba viva, pero que había sido entregada a una familia de la oligarquía platense, a la vez que le comunicó que la Iglesia no estaba dispuesta a intervenir para su restitución.[3]
Unos meses después (ya en la segunda mitad de 1977) durante sus pesquisas y visitas a instituciones estatales conoció al ama de casa correntina Licha Zubasnabar (1915-2008), también de La Plata aunque mayor que ella (Chicha tenía 53 y Licha 62 años). Ambas decidieron crear una organización de abuelas que buscaran a sus nietos desaparecidos.
Su nieta fue apropiada por una familia de cómplices de los genocidas, que ocultaron su identidad hasta la actualidad. De al menos 400 bebés robados por la oligarquía argentina, hasta agosto de 2018 las Abuelas de Plaza de Mayo ya encontraron 128.[4]
Chicha Mariani se obsesionó con el tema de su nieta viva en Buenos Aires, y espiaba a familias sospechosas de haber robado nietos. Pocas veces conseguía que dejaran que los chicos se hicieran el análisis genético de identidad.
Chicha Mariani ha conseguido que la casa en ruinas de sus hijos, manchada de sangre y agujereada por la metralla, se convierta en la Casa Museo Mariani Teruggi, declarada de interés histórico por el Gobierno.[2]
El bulo de la reaparición de su nieta
El 24 de diciembre de 2015, una mujer cordobesa se presentó en la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo afirmando que ella era Clara Anahí Mariani-Teruggi, la nieta desaparecida de Chicha Mariani. Como evidencia aportó un informe del CIGA (Centro Integral de Genética Aplicada), un laboratorio privado de la ciudad de Córdoba, firmado por un bioquímico llamado Juan Carlos Jaime, en el que se afirmaba «la existencia de un vínculo biológico por la vía paterna [...] con una probabilidad de 99,9 %.[5][6]
Sin embargo, la mujer ocultó el hecho de que seis meses antes, el 25 de junio de 2015, el Banco Nacional de Datos Genéticos ―desde 2009 la única institución que puede ofrecer garantías científicas en genética― le había informado personalmente que ella no tenía ninguna filiación con ninguna persona desaparecida.[7][8]
Fallecimiento
El 11 de agosto de 2018, Chicha Mariani sufrió un ACV (ataque cerebrovascular).[9] Fue internada en Buenos Aires. Falleció nueve días después, el 20 de agosto de 2018, a los 94 años. Falleció sin haber podido recuperar a su nieta.[10]
Fuentes
- ↑ «Fallece a los 95 años "Chicha" Mariani, fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo», artículo publicado el 21 de agosto de 2018 en el sitio web Cuba Debate (La Habana).
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Paredes, Carmelo (2007): «La primera presidenta del organismo, Chicha Mariani, la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, será reconocida en la Legislatura porteña», artículo publicado el lunes 21 de mayo de 2007 en el sitio web Causa Popular (Buenos Aires).
- ↑ 3,0 3,1 3,2 3,3 «Chicha Mariani: "No me puedo permitir morirme, tengo que encontrar a mi nieta". Juicio contra un represor en La Plata», artículo publicado el viernes 7 de julio de 2006 en el sitio web Plataforma Argentina contra la Impunidad (Buenos Aires). Consultado el 22 de agosto de 2018.
- ↑ «Falleció Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, falleció a los 93 años tras estar internada en un hospital y sufrir un accidente cerebrovascular», artículo publicado el 21 de agosto de 2018 en el sitio web del diario Granma (La Habana).
- ↑ «En día especial y tras 39 años de incansable búsqueda, Chicha Mariani ―una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo― se reencontró con su nieta Clara Anahí», artículo publicado el 24 de diciembre de 2015 en el sitio web Cuba Sí (La Habana).
- ↑ «Otro nieto recuperado: encontraron a Clara Anahí, la nieta de Chicha Mariani», artículo publicado el 24 de diciembre de 2015 en el sitio web del diario Clarín (Buenos Aires), principal medio de comunicación cómplice de la dictadura que se apropió de los más de 400 bebés. Muestra una fotografía de la mujer mitómana que logró engañar a Chicha Mariani (que tenía 92 años en la fotografía), haciéndole creer que se trataba de su nieta Clara Anahí Mariani-Teruggi.
- ↑ «Chicha Mariani pide "cautela" y "paciencia" con respecto al hallazgo de su nieta, Clara Anahí», artículo del 25 de diciembre de 2015 en el diario La Nación (Buenos Aires).
- ↑ «Descartan que Chicha Mariani haya encontrado a su nieta Clara Anahí», artículo publicado el 25 de diciembre de 2015 en el sitio web de la agencia Télam (Buenos Aires).
- ↑ «Fallece fundadora de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo», artículo publicado el 21 de agosto de 2018 en el sitio web (La Habana).
- ↑ «Argentina le dice adiós a Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. En un conmovedor comunicado, las Abuelas despidieron con enorme tristeza a quien fuera una de sus fundadoras y actual presidenta de la fundación Clara Anahí», artículo publicado el martes 21 de agosto de 2018 en el sitio web Juventud Rebelde (La Habana).