María de Jesús de Ágreda

María de Jesús de Ágreda
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Retrato de Sor María de Jesús. Siglo XVII.
NombreMaría Coronel y Arana
Nacimiento2 de abril de 1602
Ágreda, Bandera de España España
Fallecimiento24 de mayo de 1665
Ágreda, Bandera de España España
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola
EducaciónReligiosa
OcupaciónAbadesa
PadresFrancisco Coronel y Catalina de Arana

María de Jesús de Ágreda. Una de las figura espiritual más interesante de la España del siglo XVII.

Síntesis biográfica

Nacimiento

Nace en Ágreda el 2 de abril de 1602, una pequeña villa de la provincia de Soria, en la calle de las Agustinas. Sus padres se llamaban Francisco Coronel y Catalina de Arana. Concibieron 11 hijos, pero sólo cuatro sobrevivieron: Francisco, José, María y Jerónima.

Sus Padres

Su madre, Doña Catalina de Arana era de ascendencia vasca, con documentos de hidalguía que hasta el día de hoy se conservan en el archivo de las MM. Concepcionistas de Ágreda, procedente de la villa vizcaína de Izurza. El padre, Don Francisco Coronel era natural de Ágreda.

Sus dos hermanos, Francisco y José. Ambos fueron religiosos franciscanos. Y su hermana, Jerónima, que como ella, ingresó en la Concepción de Ágreda.

En su niñez se mostró como una niña apocada y llena de complejos que nadie sabía explicarse, dotada de excepcionales cualidades. El misterio de todo estaba en que muy precozmente empezó a actuar Dios en ella con fenómenos de iluminación interior que le revelaba su nada, la vanidad de todas las cosas creadas y el pecado que reinaba en el mundo. Aprendió pronto a leer, lo que le granjeó el respeto de sus padres y hermanos.

Cuando contaba con 4 años de edad fue confirmada por el famoso obispo Mons. Yepes, biógrafo de Santa Teresa de Ávila. A los 6 años recibió la primera comunión y a los 8 había hecho secretamente su voto de castidad.

Cumplido los 12 años se inclinaba por la vida religiosa; intentó ingresar en las carmelitas descalzas de Tarazona. Lo suyo eran, sin embargo, las concepcionistas franciscanas descalzas, influida, quizá, por los franciscanos del convento de San Julián, sitio a las afueras de Ágreda. Cuando tenía 13 años sus dos hermanos entraron franciscanos.

Comienzo de su vida religiosa

En el año 1620 hace la profesión y comienza toda la trayectoria de su vida mística, marcada también por la enfermedad, la tentación y otros trabajos. Su vida es impensable sin el marco de la clausura concepcionista. La orden de Santa Beatriz la orientó hacia el misterio central de la Inmaculada Concepción, que había de ejercer en toda su vida una fascinación humanamente inexplicable.

La reclusión de la vida enclaustrada encauzó la su inteligencia y de su voluntad. La estrechez del monasterio primero, reducido a los muros de la casa paterna, lanzó a la adolescente María de Jesús a una vida de superior expansión hacia la mística. Sus primeros años de religiosa se ven marcados por fenómenos religioso-místicos paranormales: éxtasis, raptos, arrobos, ingravidez.

El año 1627, a sus 25 años, es elegida abadesa, cargo en el que perduraría hasta su muerte. Su talento fue la prudencia, la eficacia, la suavidad, sin caer en la blandura. Facetas altamente simpáticas de su personalidad son la naturalidad, la sencillez, el carácter humano y afectuoso.

Su vida espiritual se desarrolló en tres etapas, a las que ella llamaba noviciados: la imitación de la Virgen María, la imitación de Cristo y la entrega de sí misma a Dios; cada uno de los procesos los ratificaba mediante una especia de profesión. Desarrolló principalmente las virtudes de ciencia, prudencia, mansedumbre, fe y penitencia.

Como abadesa

Sor María de Jesús fue nombrada abadesa el 19 de marzo de 1627, luego de que regresaran a Madrid las monjas fundadoras del convento del Caballero de Gracia; por no haber cumplido aún los 25 años de edad, hubo de pedir dispensa papal.

Cuando fue nombrada abadesa, cargo que aceptó porque la obediencia se lo imponía, lo primero que hizo fue colocar en la silla principal del coro (capilla del convento) una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, a quien llamó Abadesa y Superiora del monasterio, reservándose para sí el título de vicaría y sustituta. Puso a los pies de la imagen de la Virgen, como signo de ser su “Prelada” el libro de la Regla y Constitución de la Orden y el sello del convento, es por ésta razón por la que, a esta imagen, le llaman las religiosas “La Preladita”.

En la edificación del nuevo monasterio a las afueras de la Villa, aunque si bien es cierto que, ya desde 1624, se contaba con el terreno, la construcción comenzó cuando Madre Ágreda asume el cargo de abadesa. Aunque con medios escasos, la obra duró sólo siete años, ya el 10 de junio de 1633, con gran regocijo de la Villa se trasladaron las religiosas de la antigua casona al nuevo monasterio.

Para el año 1652 se llevó a cabo la fundación del Monasterio de la Concepción de Borja, la Madre Ágreda escribía animando y consolando a las cuatro hermanas fundadoras para que siguieran adelante la obra comenzada. El monasterio de Tafalla, actualmente en Huarte (Pamplona), y el monasterio de Estella, en Navarra, se fundaron después de la muerte de Sor María de Jesús en los años de 1671 y 1731, respectivamente, por la gran devoción que profesaban las fundadoras a la Madre Ágreda.

Muerte

Dirigió la comunidad y el monasterio de tal manera, que ocupó el cargo de abadesa durante diez años por nombramiento directo de los Superiores Religiosos y, luego desde que en 1638, se le concediese a la comunidad derecho de elección, fue elegida trienio tras trienio hasta su muerte ocurrida el 24 de mayo de 1665. Sólo se interrumpió la cadena para el trienio 1652-1655, en el que ella misma consiguió del Nuncio, Julio Rospigliosi, que se negase la dispensa de la reelección.

Su proceso de beatificación iniciado por el Papa Clemente X, en año 1765, fue él quién la declaró Venerable está en suspenso.

Cualidades

Mujer humilde, sencilla, tímida, de escasos estudios; llegaría a ser con el tiempo: consejera de grandes figuras, entre ellas el rey Felipe IV; evangelizadora sin salir de su convento; mística, abadesa, gran escritora.s

Fue, sobre todo, una mujer enamorada de Dios; en toda su vida lo único que deseaba era hacer lo agradable a los ojos de Dios, y para esto la Virgen María, en su misterio de la Inmaculada Concepción sería su modelo a seguir.

Obras

Sor María, le dedicó un tiempo muy importante de su vida a la literatura, aunque no fueron muchas sus obras escritas se pueden encontrar escritos y numerosas cartas. Su obra más conocida es la Mística Ciudad de Dios, en la que narra la historia de la vida de la Virgen María; también escribió otras obras, como su Autobiografía, El Jardín Espiritual, Las Sabatinas, una especie de diario espiritual, y otras tantas obras más. Sus escritos son de tipo ascético y místico. Gran defensora de la Inmaculada Concepción de la Virgen, continua la corriente escotista iniciada por el teólogo y filósofo franciscano Juan Duns Escoto. A continuación se indican algunas de sus obras más importantes:

  • Escala ascética
  • Ejercicios cotidianos y doctrina para hacer las obras con mayor perfección.
  • Conceptos y suspiros del corazón para alcanzar el verdadero fin del agrado del Esposo y Señor
  • Mística Ciudad de Dios. Publicada en 1670, fue prohibida por la Inquisición, pero después la prohibición fue levantada y ahora hay 173 ediciones en varias lenguas con Imprimatur de los Obispos Católicos.
  • Correspondencia privada con Felipe IV
  • Vida de la Virgen María
  • Autobiografía
  • El Jardín Espiritual
  • Las Sabatinas

Fuente