Marta Abreu

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Marta Abreu de Estévez
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Benefactora y patriota santaclareña
NombreAbreu Arencibia, Marta de los Ángeles
Nacimiento13 de noviembre de 1845
villa de Santa Clara,
provincia de Las Villas,
capitanía general de Cuba,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento2 de enero de 1909 (63 años) 
ciudad de París,
Francia Bandera de Francia
CónyugeLuis Estévez y Romero, político y abogado, Vicepresidente de la República de Cuba (1902-1903).
HijosPedro Nolasco Julio Zenón Estévez Abreu
Obras destacadasTeatro La Caridad, escuela para niños pobres San Pedro Nolasco, escuela para niñas pobres Santa Rosalía, lavaderos públicos y la Planta Eléctrica de Santa Clara.

Marta de los Ángeles Abreu y Arencibia (Santa Clara, 13 de noviembre de 1845 - París, 2 de enero de 1909). Patriota cubana. Destinó la fortuna para las obras de beneficio social y utilidades públicas en Santa Clara. Contribuyó con numerosos recursos financieros a la lucha por la independencia de Cuba. En 1874 se casó con el doctor y abogado Luis Estévez y Romero, quien apoyó también las actividades benéficas y patrióticas.

Síntesis biográfica

Nació en la casa marcada con el número 49 de la calle Sancti Spíritus (hoy Juan Bruno Zayas), en la ciudad de Santa Clara. Hija de Pedro Nolasco González-Abreu y Jiménez, y de Rosalía Arencibia y Plana, ambos nacidos también en la misma ciudad. Creció y se educó en el seno de una acaudalada familia[1].

Viajó por los Estados Unidos y Europa, donde se dio cuenta de la realidad de la época. Como joven de la mejor sociedad logró poseer una cultura refinada y una instrucción, aunque media, pero con mucha sensibilidad.

En su infancia pasaba temporadas en el municipio de Encrucijada en una finca que poseía la familia, nombrada Dos Hermanas, en su honor y la de su hermana Rosa. La casa de vivienda aún se conserva en el lugar aunque ya en muy malas condiciones.

Una vez iniciada la guerra en la región central en febrero de 1869, Don Pedro Nolasco González Abreu gestionó para mudarse a vivir con la familia para La Habana.

El 16 de mayo de 1874, contrajo matrimonio con Luis Estévez y Romero, joven abogado matancero que compartía con ella sus ideales patrióticos y humanistas.

En 1875 nació el primer hijo, quien fue bautizado con el nombre del abuelo materno, Pedro Nolasco Julio Zenón Estévez Abreu, pero que siempre le llamaron Pedrito.

Muerte

Retrato de Marta Abreu del pintor Ángel Valdés. Esta pintura, en la actualidad, se exhibe en la Sala Marta Abreu del Teatro La Caridad.

Por la salud muy quebrantada, se hizo necesario operarla, asumió esta tarea el gran médico cirujano, nacido en Sagua la Grande y amigo íntimo de Marta, Joaquín Albarrán. Pero la operación realizada de forma urgente últimos días de diciembre de 1908, se complicó y el día 2 de enero de 1909 murió. El 4 de febrero de 1909, a solo un mes de su deceso, su esposo se suicidó.

Prensa enlutada

Más de un centenar de prestigiosos periódicos del país reseñaron el suceso y dejaron testimonio de intelectuales y patriotas encogidos por el dolor de la irreparable pérdida.

El generalísimo Máximo Gómez en una oportunidad emitió su criterio sobre Marta Abreu de esta forma:

"No saben ustedes los villaclareños, los cubanos todos, cual es el verdadero valor de esa señora […] Si se sometiera a una deliberación en el Ejército Libertador el grado que a dama tan generosa habría de corresponder, yo me atrevo a afirmar que no hubiera sido difícil se le asignara el mismo grado que yo ostento”[2]"

Homenaje póstumo

El Ayuntamiento de La Habana, decidió cambiar el nombre de la calle Amargura en la Habana Vieja por el de Marta Abreu. Desde entonces, se rinde tributo a la mujer patriota y a su legado de benefactora, inclaudicable e inconfundible, al cabo de un siglo de existencia en la memoria perdurable de los cubanos.

El recuerdo de la protectora de los pobres y de la ciudad de Santa Clara fue conservado por los conciudadanos, quienes el 15 de julio de 1925 inauguraron un monumento en el parque central de la ciudad y en su centenario se publicaron biografías, y se le rindieron sentidos homenajes a la benefactora, los que han permanecido a través de los años.

El vapor Flandres partió de Francia el 4 de febrero de 1920 con los restos mortales de Marta Abreu y de Luis Estévez, y el 20 fueron inhumados en la tumba de la familia Abreu Arencibia en la Necrópolis de Colón. Antes, recibieron honores de las autoridades gubernamentales.

Benefactora de la ciudad

Teatro La Caridad a inicios del Siglo XX

En 1876, tras el fallecimiento de su padre, Marta, de común acuerdo con sus hermanas, decidieron materializar la voluntad póstuma de la familia de dedicar la fortuna a realizar una extensa obra benéfica.

Así tiene inicio un proyecto donde son fabricadas dos escuelas para niños pobres de la raza blanca, una para varones y otra para hembras; inaugurada la primera el 31 de enero de 1882, con el nombre de San Pedro Nolasco y la segunda el 28 de diciembre de 1885, llamada Santa Rosalía en honor a su madre. Además Marta contribuyó a la apertura de una escuela para niños de raza negra en la calle San Agustín entre Santa Clara y San Cristóbal-ahora, Alemán entre Tristá y Eduardo Machado.

En 1883, entregó habitaciones a veinte familias de la ciudad de Santa Clara, en el local que se construyó para la escuela San Pedro Nolasco, pero al trasladarla quedó desocupado el edificio, por lo que decidió convertirlo en asilo para pobres. Nombró un conserje para custodiar el lugar y preservar el orden interior; el lugar contó con cocina y patio colectivo. Con este proyecto no sólo se proporcionaba el hábitat y la alimentación a un número de personas, sino que los integraba a la sociedad, abandonando su condición de marginados.

Cuando se aprobó la construcción del Teatro La Caridad, Marta Abreu adquirió el terreno donde se construyó un edifico con tres departamentos: uno para la Policía, otro para el Cuerpo de Bomberos del Comercio y el dedicado a la enseñanza hacia el que se trasladó la Escuela Municipal Conyedo. Este terreno con dicha construcción se cambió al Ayuntamiento por la ermita La Candelaria donde se construyó el teatro.

Su obra cumbre, el teatro La Caridad fue inaugurado el 8 de septiembre de 1885, dotó a la ciudad de la institución cultural más importante de ese siglo en Santa Clara[3].

El 15 de julio de 1886, en ocasión de conmemorarse el Aniversario 197 de la fundación de Santa Clara, Marta Abreu tuvo la idea de erigir en la entonces Plaza de Armas, hoy Parque Leoncio Vidal, el primero de los monumentos que allí existió: un obelisco dedicado a la memoria de Juan Martín de Conyedo y Francisco Hurtado de Mendoza. Fue construido en Filadelfia, con granito de Boston en color gris, y que honra a dos hombres que mucho hicieron por la educación y la salud de la villa.

En uno de sus viajes por Europa, visitó Suiza y allí vio unos lavaderos públicos, que le hizo pensar de inmediato en las mujeres de Santa Clara que lavaban en el río y bajo el sol. Regresó a su ciudad natal con el proyecto de construir cuatro lavaderos públicos, idea que fue trasmitida al Ayuntamiento de Santa Clara. En 1887 se levantaron dos lavaderos en las proximidades del río Bélico e igual número en el Cubanicay.

Su labor benefactora no se detenía y en 1894 construyó y habilitó una estación meteorológica, de las más avanzadas de la época, para ser operada por el prestigioso meteorólogo villaclareño Julio Jover Anido.

El 28 de febrero de 1895 inauguró la planta eléctrica y la estación de ferrocarril y al día siguiente el dispensario para niños pobres nombrado El Amparo que suministraba atención médica y medicamentos gratuitos a los niños[4].

En 1899 regaló los instrumentos para la banda de música del Cuerpo de Bomberos, lo que además de prestigiar esa organización le ofrecía la posibilidad de utilizarla en actividades que le permitía incrementar los ingresos para el sostenimiento de la misma. Contribuyó a las reformas que se hicieron a la iglesia del Buen Viaje y a la de Encrucijada.

También ayudó a muchas personas y fue mecenas de artistas e intelectuales y hombres de ciencia como los doctores: Carlos de la Torre, naturalista; Julio Jover Anido, astrónomo y Manuel Velasco, médico.

Labor patriótica

Monumento a Marta Abreu en el Parque Leoncio Vidal Caro Santa Clara, obra del artista francés August Maillart, inaugurado el 15 de julio de 1925.

Desde muy pequeña se descubría en ella una gran sensibilidad caritativa y dadivosa, ese sentimiento de bondad no cambió, por el contrario se acrecentó con el decursar de los años.

Al asumir la posesión de sus bienes, entre los que se encontraban grandes dotaciones de esclavos, Marta y su esposo le dieron la libertad a estos, entregándole parcelas de tierra para que las trabajaran y los esclavos domésticos los convirtieron en obreros asalariados.

Además de la ayuda brindada a su comunidad que le ha valido para ser reconocida como la benefactora de la ciudad, realizó la mayor de las obras en beneficio de su pueblo al poner toda su fortuna al servicio de la causa en la guerra del 1895 y manifestó que si se acababa pedirían limosna ella y su familia, pero la libertad de Cuba era lo primordial.

Sus ideas independentistas, bien conocidas por las autoridades coloniales, la obligaron a abandonar el país junto a su esposo, radicándose en Francia. Desde allí desarrolló una intensa labor conspirativa y de recaudación de fondos para la guerra contra el colonialismo español. Desde Francia mantuvo un vínculo muy directo con el delegado del Partido Revolucionario Cubano, don Tomás Estrada Palma, y con el paladín de la independencia de Cuba y Puerto Rico, Ramón Emeterio Betances.

En 1898 viajó a los Estados Unidos, y en 1899 se trasladó a La Habana. El prestigio patriótico del matrimonio era tal que se propuso a Luis Estévez y Romero como la figura ideal para ocupar la vicepresidencia de la república, y en ese equipo se lanzó a las primeras elecciones republicanas[5].

En 1903, ante las manipulaciones politiqueras del Presidente y los manejos que nada tenían que ver con su visión de la república, Luis Estévez- alegando razones de enfermedad- renunció al cargo. Luis y Marta regresaron de nuevo a Francia y hasta 1909, fecha en que fallecieron, realizaron algunos viajes a la Habana y a Santa Clara.

Referencias

Fuentes

  • Águila Zamora, Hedy. Proyecto Social de Marta Abreu. Amanecer N° 29, enero- febrero 2000.
  • Cabrera Cuello, Migdalia, Eneyda López Peralta y Juan Antonio Ríos Sánchez. Presencia de Máximo Gómez en Villa Clara. Sección de Investigaciones Históricas. Villa Clara, 1966.
  • Cosme Díaz Benítez, Ovidio (2016): Santa Clara Nuestra. Instituto de Historia de Cuba. La Habana, pp. 79-103.
  • Homenaje de Villaclara a la ilustre benefactora Marta Abreu de Estévez. Imprenta El Iris Santa Clara, febrero 21 de 1895.
  • García Garofalo Mesa, Manuel (1925). Marta Abreu Arencibia y el Dr. Luis Estévez y Romero, estudios biográficos. Imprenta La Moderna Poesía.
  • Martínez Rodríguez, Florentino (1951). Marta Abreu y Arencibia. Biografía de una mujer excepcional. Editorial Lex, La Habana.
  • Ramos García Francisco Antonio, et all. Marta Abreu, vida y posteridad. Álbum cronológico. Editorial Capiro, Santa Clara, 2019.
  • Veitía Ferrer, Agustín (1947). Marta Abreu, una mujer excelsa. Editorial Lex, La Habana.