Mateo I. Fiol Fuerte

Mateo I. Fiol Fuerte
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NombreMateo I. Fiol Fuerte
Nacimiento9 de diciembre de 1861
Ciudad de La Habana, Cuba
Fallecimiento12 de agosto de 1934
Matanzas, Cuba

Mateo I. Fiol Fuerte. Hombre de moral exquisita y mentalidad enciclopédica; catedrático, escritor, periodista, dramaturgo, orador, conferencista, revolucionario y cubano de ardoroso patriotismo.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de La Habana el 9 de diciembre de 1861, hijo de padres de holgada posición económica, recibiendo cuidadosa educación en el nombrado plantel Los Escolapios de Guanabacoa.

A los 21 años se graduó de doctor en Leyes y de doctor de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, dedicándose por algún tiempo al ejercicio de la profesión de abogado; pero descontento y decepcionado ante los vicios y la corrupción del sistema judicial imperante en Cuba, renuncia a la toga y penetra en el campo de la enseñanza, de la que hizo un verdadero apostolado, consagrándose por entero a la difusión de la cultura, a esparcir la luz entre sus paisanos, a ayudar a su pueblo en el despertar de una conciencia genuinamente nacional, a preparar ciudadanos calificados y responsables para la República por venir.

Trayectoria revolucionarias

En el año 1882 ingresa en el claustro de profesores del Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, donde explica la cátedra de Literatura hasta 1895, que se ve obligado a emigrar a los Estados Unidos a causa de sus actividades revolucionarias.

Cubano de extraordinario patriotismo, enamorado de la justicia y la libertad, ya desde el año 1891 había fundado en la ciudad yumurina una organización secreta como punto inicial en los trabajos preparatorios del movimiento revolucionario en la región matancera.

Martíque estaba al tanto de sus actividades conspirativas, en 1893 le envía un emisario especial, el Coronel Gerardo Castellanos, con instrucciones específicas para la organización de la Junta Revolucionaria en Matanzas y su sincronización al movimiento general de la Isla.

En el seno de esta organización conspira junto a los eminentes cubanos coronel Cosme de la Torriente, general Pedro Betancourt, y otros excelsos patriotas entre los que figuran López Coloma y Juan Gualberto Gómez. Pero en 1895, a causa de las persecuciones de que es objeto por lo conocido de sus actividades revolucionarias se ve precisado a trasladarse a los Estados Unidos donde se pone en contacto inmediato con los patriotas en el exilio.

En 1896 desembarca, el general Calixto García por Oriente, tras la odisea del Hawkins, en el que viene de expedicionario y en calidad de Secretario del Estado Mayor de este heroico general, con el grado de coronel del Ejército Libertador. Sin embargo, sólo pudo soportar siete meses, el rigor de la vida de campaña en la manigua rebelde.

Quebrantado de salud, es obligado por el propio general García, que lo distingue y quiere como a un hermano, a regresar a los Estados Unidos, donde continúa prestando sus servicios a la causa cubana en la emigración hasta la terminación de la gesta emancipadora en 1898.

Verdadero amor y desinterés demostrado

Llegada esta obra de júbilo y exaltación nacional, cuando otros se dedican a recogerávidamente el premio por los servicios prestados a la patria, él, al igual que su jefe y amigo, el general Calixto García, renuncia al grado y a la paga.

Su gran corazón de cubano no comprendía que debiera recibirse remuneración alguna por lo que él estimaba simplemente el cumplimiento del deber. A aquella alma luminosa y desprendida, abierta al amor, le bastaba con saber que la tierra que había ayudado a librar de sus cadenas era ya libre y feliz. Y no pedía más.

Hombre de origen multifacético

Después de cinco años de ausencia, regresó nuevamente al solar matancero, al que se sentía moral y espiritualmente más vinculado que a su propia ciudad natal, La Habana. En 1901, por concurso- oposición, ingresará de nuevo en el claustro del Instituto de Matanzas, explicando esta vez las cátedras de Lógica y Cívica.

Compuso para estas cátedras dos obras de texto, las cuales, en su empeño generoso y desinteresado de ayudar a sus jóvenes discípulos y con el fin de hacerle fácil y económica su adquisición, las imprimía personalmente en una pequeña imprenta que había adquirido, para lo que tuvo que aprender todo relacionado con el arte de impresión: cajista, cortador, encuadernador, impresor, etc.

Su tratado de Lógica y Psicología, fue recomendado por Enrique José Varona como la mejor obra sobre la materia. Se unía los 27 de noviembre a sus jóvenes discípulos en su propia casa de Maceo # 88, donde les explicaba la historia de ese horrendo crimen y después los obsequiaba con una monografía de Fermín Valdés Domínguez titulada: 27 de Noviembre.

Las disertaciones de ese día no eran arengas distinguidas a incitar el odio contra España, sino para explicarles los peligros a que se exponen los hombres cuando tratan de imponer pasiones negativas. Jamás abrigó odios en su corazón.

Formó parte del Tribunal examinó a Enrique José Varona de Bachiller, en Instituto de Matanzas. La tesis que escogió fue: Ilustre al Tribunal con sus observaciones sobre la conciencia. Escribió varios dramas de profundo sentido humano y social, entre estos, La Redención del Obrero, estrenado en el gran teatro Sauto de Matanzas por el destacado director y actor Pablo Pildaín, siendo clamorosamente aclamados y llamados a escena el autor y actor por el inmenso público que invadía el hermoso coliseo de la plaza de Estrada Palma.

En el campo del periodismo rindió una labor admirable. De 1893 a 1895, fundó y dirigió los periódicos de carácter político y propaganda revolucionaria: El Autonomista, La libertad, El Sol, La Bandera y otros.

Prodigó a manos llenas el pan de su maravillosa inteligencia, en el libro, en la cátedra, en la tribuna, en el folleto, en el periódico. No hubo en Matanzas movimiento alguno en defensa del débil, del oprimido, del necesitado donde don Mateo no levantara su voz; voz generosa, iluminadora, sabia... Por ello sus discípulos, sus amigos y la sociedad matancera lo querían y lo respetaban. Explicó durante el primer cuarto de siglo de la República, ininterrumpidamente, las cátedras de Lógica y Cívica en Instituto de Matanzas, como ya hemos apuntado, acogiéndose después al retiro.

En 1930, durante el gobierno dictatorial del general Gerardo Machado, debido el estado ruinoso de los retiros determinó presentarse a unas oposiciones convocadas por el Centro de Dependientes de La Habana, para cubrir la cátedra de Gramática del colegio de dicho Centro, en las que salió triunfador frente a gran número de competentísimos opositores, entre estos, catedráticos del Instituto y de la Universidad.

En el seno de la Masonería dejó una memoria imperecedera. Fue fundador de las logias masónicas Libertad y Verdad en la ciudad de Matanzas. Formó parte de los Cuerpos Masónicos Filosóficos; del Capítulo Rosacruz No 23; del Consejo de Justicia No 5, grado 30, ingresando más tarde en el Consistorio Santiago. Y por último en el Supremo Consejo del Grado 33.

Muerte

Murió el 12 de agosto de 1934, en Los Arabos. En la residencia de su hijo Miguel. Despidió el duelo a nombre de la familia el doctor Ricardo Byrne, Grado 33 de la Masonería Filosófica y hermano del insigne poeta nacional Bonifacio Byrne.

Sus restos reposan en el cementerio de Matanzas, en el panteón de la familia Dulzaides.

Fuente

  • Vázquez Rodríguez B. Precursores y fundadores. La Habana: Editorial Lex, 1958.