Microbiota intestinal
Microbiota intestinal. Se denomina al conjunto de bacterias vivas que se encargan de nuestra salud intestinal y evitan el desarrollo de enfermedades, como enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Se compone de unos 10 billones de bacterias, es decir, 10 veces más que el número de células del organismo y pesa alrededor de 200 gr.
Sumario
Importancia de la Microbiota intestinal para el organismo humano.
La salud intestinal está ligada directamente con nuestro sistema inmune y al desarrollo de ciertas enfermedades. Se forma en el momento en que nacemos y con el tiempo, se va modificando por distintas causas. Conoce aquí cuál es el rol que tiene en nuestra salud y cómo hacer para cuidarla.
Aproximadamente a los tres años de edad la flora intestinal se empieza a mantener estable hasta la vida adulta. Sin embargo, hay factores relacionados con estilos de vida, la alimentación, el estrés y el consumo de antibióticos que pueden alterar estos microorganismos, pudiendo influir en el desarrollo de ciertas enfermedades intestinales como el estreñimiento y la celiaquía. Incluso, se cree que también podría estar relacionada con otras patologías como la obesidad, el asma, algunas enfermedades cardiovasculares y la salud mental. Existen cincos cosas que debes saber sobre la microbiota y qué hacer para que estos microorganismos trabajen a favor de tu salud. 1. El tipo de parto influye en su formación. Si el parto es vaginal, el recién nacido adquiere bacterias similares a la microbiota vaginal de su madre. En el caso de la cesárea, la flora intestinal estará determinada por bacterias cutáneas e intrahospitalarias.
2. El periodo de lactancia también es determinante. Dependiendo de si el lactante se alimenta con leche materna o de fórmula, cada una de ellas aporta distintos microorganismos que pre- dominarán en la microbiota intestinal del niño o niña.
3. Alrededor de los 65 o 70 años, la flora intestinal puede modificarse nuevamente. Esto, debido a cambios en la alimentación o problemas de deglución propios de esta etapa de la vida.
4. La[microbiota intestinal se puede mantener sana. El estilo de vida influye directamente en la salud de la flora intestinal, específicamente el hecho de llevar una alimentación saludable y mantenerse activo. En este contexto, el consumo de probióticos y prebióticos son de gran ayuda para mantener una micro- biota equilibrada. Los probióticos son microorganismos vivos que están presentes en algunos alimentos y que, consumidos en cantidades adecuadas, traen importantes beneficios para nuestra salud. Los prebióticos, por su parte, son alimentos con un alto contenido de fibra que dan lugar a cambios de la composición o actividad de la micro- biota intestinal, favoreciendo la absorción de nutrientes y minerales.
5. La microbiota cumple importantes funciones para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Entre ellas está la de proteger de patógenos que pueden provocar enfermedades, así como también de químicos y partículas de polvo, entre otros, favoreciendo el sistema inmune. Además, regula el metabolismo y el balance energético, ayuda a digerir mejor los alimentos e incluso se ha visto que puede influir en el esta- do de ánimo y la depresión. Tanto así, que muchos especialistas se refieren a la micro- biota como un nuevo órgano o el segundo cerebro de nuestro organismo.
Funciones de la Microbiota Intestinal.
1. Fabrica y sintetiza nutrientes y vitaminas. 2. Educa a tu sistema inmunitario. 3. Te defiende de microorganismos nocivos. 4. Influye en tu peso corporal. 5. Te ayuda a ser feliz.
Comportamientos a seguir para mantener la microbiota intestinal sana.
La dieta basada en alimentos de origen vegetal e integrales, parece ser una de las mejores estrategias para tener una buena microbiota, ayudando en la prevención de múltiples patologías crónicas, como la cardiovascular y la diabetes. Cómo afecta la microbiota al peso. Cada vez se tiene más claro que la conexión entre microbiota y dieta se produce en un doble sentido:
- Cuando comemos mal demasiados productos envasados o manipulados industrialmente, pocas verduras y frutas frescas, muchos azúcares, nuestra microbiota se altera las bacterias buenas van disminuyendo y las malas se adueñan del intestino.
- Pero además, cuando la flora ya está alterada, resulta más complicado comer bien porque se producen situaciones que nos lo ponen más difícil: ansiedad por la comida, dificultad para diferenciar hambre real de los antojos, mayor apetencia por el dulce...
- Quizá no puedas cambiarlo todo de la noche a la mañana, pero sí dar pasos para lograrlo. Comienza por introducir más probióticos y prebióticos en tu dieta.
Dependiendo de qué abunde más en tu alimentación, estarás alimentando las bacterias buenas o las malas.
- Más fibra saludable. Nosotros no podemos digerir la fibra, se desplaza sin digerir por todo el tracto digestivo, pero nuestras bacterias sí. Le sirven de alimento y las mantienen en equilibrio.
Consumir azúcar y grasa de forma ocasional, nunca diaria
- Menos azúcar, grasas y carnes. Que hoy en día tomamos demasiadas grasas saturadas y trans, carnes rojas y azúcares es una realidad. Y eso es justamente lo que alimenta las bacterias malas.
Alimentos probióticos
- Los más comunes en nuestra dieta son los lácteos fermentados yogur, kéfir, pero también son probióticos todos los fermentados, como las aceitunas, el chucrut col fermentada, el miso soja fermentada o el kombucha bebida fermentada a base de té.
Incluye hortalizas o vegetales en cada comida
- Al estar fermentados, son ricos en microorganismos vivos, sobre todo de las familias de los lactobacilos y bi dobacterias que, en cantidades adecuadas, producen efectos beneficiosos para la salud.
- Si los tomas con frecuencia, puede mejorar tu digestión, haber una comunicación más efectiva entre cerebro e intestino e, incluso, frenar la tendencia a engordar.
Alimentos prebióticos
- Están presentes de forma natural en verduras ajo, cebolla, puerros, espárragos, alcachofas, zanahorias, en frutas tomates, plátanos, ciruelas, manzanas, en cereales integrales, en legumbres y en frutos secos y semillas.
Puedes tomar el kéfir solo, pero también usarlo en salsas
- Los prebióticos son compuestos no digeribles, por lo que no pueden ser atacados por los enzimas del estómago ni del intestino delgado y llegan al colon intestino grueso sin degradarse. Y es aquí donde estos compuestos se dejan comer son fermentados por las bacterias.
- Esa fermentación produce energía, nutrientes y ciertas sustancias buenas como el ácido butírico que disminuyen el pH del colon, lo que hace más difícil que proliferen las bacterias malas.
Fuentes
https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/sobre-la-microbiota-intestinal/ https://www.sabervivirtv.com/nutricion/combatir-obesidad_640 https://www.clinicalascondes.cl/BLOG/Listado/Gastroenterologia/importancia-microbiota
