Monasterio de Nuestra Señora del Prado

Monasterio de Nuestra Señora del Prado (Valladolid)
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Institución
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Fundado en 1440 por monjes Jerónimos, se le conoce como “El Escorial vallisoletano”.
Tipo de unidad:Religiosa
País:España
Dirección:Valladolid, España


El Monasterio de Nuestra Señora del Prado (Valladolid) es un antiguo complejo monacal fundado en 1441 por monjes Jerónimos, se le conoce como ‘El Escorial vallisoletano’. Construido en los siglos XV-XVII-XVIII y XX. Hoy en día es la sede de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.

Antes de la restauración jc2.jpg

Orígenes

Lo más antiguo es la iglesia de la época de los Reyes Católicos, restaurado en el siglo XVII. El edificio tiene tres claustros, la sacristía es rectangular y en la parte superior hay una pasarela que permite el acceso a las bóvedas decoradas con yeserías policromadas y pinturas. Por una inscripción sabemos que la fachada del monasterio se acabó en 1726, y es un ejemplo de fachada columnaria.

Estilo

La fachada occidental subsiste tal y como fue reformada en 1673. Sobreviven además tres claustros (Claustro de Praves, de bulas y Martínez), sacristía, sala capitular, gran escalera y refectorio. Responde en sus características generales a la época de Felipe III, en que se renovó completamente en estilo clasicista. La portada del monasterio se construyó en 1726 por Fray Pedro Martínez, arquitecto benedictino. Es una fachada-retablo de tres cuerpos que van disminuyendo en altura, tratados con perspectiva fugada y un carácter escenográfico típico del Barroco. El claustro principal es obra de Francisco de Praves (1605), cuadrado, con dos plantas, ambas con arquerías de medio punto y realizado en piedra, la baja de orden dórico con bóvedas de medio cañón, la alta de orden corintio con bóvedas de arista. El Claustro de Bulas cuenta como particularidad en sus muros con un reloj de Sol y otro de Luna, lo que ha hecho que este claustro sea conocido también con el sobrenombre de "Claustro del Tiempo".

Historia

El Monasterio de la Orden de San Jerónimo, fue fundado en 1441, por una donación del abad de la Colegiata de Valladolid y con apoyo económico de Ruy González de Avellaneda y su esposa doña Isabel de Ávila. Contó con el patrocinio de numerosos nobles y monarcas, en especial de los Reyes Católicos.

El primer monasterio se construyó entre 1440 y 1443, era una obra muy modesta. En 1480 la reina Isabel la Católica mandó hacer la iglesia. Hacia 1481, por disposición de los Reyes Católicos, se autoriza a que en el Monasterio de Nuestra Señora del Prado se instale la Real Imprenta de Bulas, donde se imprimieron las "Bulas de Cruzada". De esta actividad tomó el nombre el Claustro de Bulas.

Desamortizado en 1821, se destinó a cárcel y complejo psiquiátrico; hacia 1965-1975, empezó su ruina y deterioro, hasta su reconstrucción para ser utilizado por las consejerías de Educación y Cultura y Turismo dependientes de la Junta de Castilla y León.

La restauración comenzó en 1981 mientras la Diputación Provincial de Valladolid, entonces propietaria del inmueble, estableció un convenio de colaboración con el Ministerio de Cultura para acometer la restauración y acondicionamiento, para nuevos usos del Monasterio de Nuestra Señora del Prado. La edificación ya se encontraba en un lamentable estado de deterioro, más avanzado aún de lo que cabía esperar ya que, a pesar de su buena presencia, se trataba de una fábrica de marcada pobreza constructiva y en la que la extracción de materiales había producido importantes destrozos. Habían desaparecido casi en su totalidad las carpinterías, cerrajerías y balcones, plomos, conducciones, solados, etc.

En diciembre de 1989 los presidentes del Gobierno Autónomo de Castilla y León y de la Diputación Provincial de Valladolid firmaron el acuerdo de cesión del uso del Monasterio a la Junta de Castilla y León.

Se puede considerar la existencia de dos Campañas constructivas, la primera llevada a cabo por la Diputación Provincial y la segunda por la Junta de Castilla y León. La primera de siete fases, y la segunda de tres.

Desde 1981 a 1995, todas las Campañas y Fases fueron proyectadas y dirigidas por el equipo técnico formado por el Arquitecto Eduardo Navarro Pallares, y los Arquitectos colaboradores José Miguel Merino de Cáceres y Juan Antonio Espejel Díez, actuando como Aparejador Santiago Hernán Martin. Fue excepción la Fase 7ª realizada por los Arquitectos Antonio Salvador Polo y Jose Luis Villacorta San José.

El criterio que estuvo presente durante la Restauración a la hora de tomar decisiones, fue la de compaginar la Restauración con los nuevos usos de un edificio administrativo y cultural. Mantener un equilibrio entre la Restauración de un monumento y el diseño de nuevos elementos adecuados para crear un edificio inteligente de oficinas, sin llamar la atención, ni que se impusieran a la construcción principal del Monasterio. En una palabra, llegar a conciliar diseños contemporáneos y una Restauración ortodoxa, en un equilibrio entre ser reconocible y pasar desapercibido.

Fuentes