Monasterio de la Encarnación (Huesca)

Monasterio de la Encarnación (Huesca)
Institución
Fue construida en el año 1110 a extramuros de la ciudad musulmana por orden de Alfonso I el Batallador.
Tipo de unidad:	Religiosa
País:	España
Dirección:	Huesca, España.

El Monasterio de la Encarnación (Huesca), también conocido como Las Miguelas fue ocupado por Las Carmelitas Calzadas desde el siglo XVII, en cambio la historia del templo se remonta a la época medieval. En concreto, fue fundado en 1110 por el rey Alfonso I. Durante años se utilizó como leprosería, cementerio y lugar de reunión de la asamblea pública denominada “Concejo”.

Orígenes

Fue en 1623 cuando tuvo lugar la bendición de la primera piedra del convento, en su exterior destaca la esbelta torre románica y el ábside gótico. Su interior alberga numerosos retablos de estilo barroco y el órgano del coro, que data de 1852.

Vista externa del Monasterio

A partir del siglo XV fue lugar de reunión anual del Concejo de Huesca. Desde el siglo XVII es ocupado por la orden de las Carmelitas Calzadas en el monasterio contiguo en 1623, llamado de la Encarnación. Una reciente restauración de la Iglesia ha eliminado el coro de clausura dejando como una sencilla reja que marca su delimitación. En esta misma reforma se descubrió una cripta donde se encontraron abundantes enterramientos, como no había presupuesto se optó por volver a cubrirla dejándolo para otra ocasión.

Historia

El rey Alfonso I donó los solares a la Catedral de Huesca. La primera parte de la Iglesia se construyó en el siglo XII y la segunda fase a finales del siglo XIII y principios del XVI. Hasta finales del siglo XV hacía función de leprosería, cementerio y lugar de reunión de la Asamblea Pública denominada "Concejo".

En 1623 se anexiona el monasterio de las Carmelitas Descalzas y es desde entonces cuando de manera popular pasa a ser conocido como "Las Miguelas", en ese mismo año se produce la bendición de la primera piedra del convento.

Actualidad

El Monasterio visto de noche

En la actualidad, el edificio pertenece a las Carmelitas Calzadas, orden que pidió su traslado desde Sariñena a principios en 1623, año en que se establecieron junto a la Iglesia, fundando así el Monasterio de la Encarnación.

En 1983 las hermanas de esta congregación religiosa decidieron ceder la plaza que está junto al templo para que pudieran disfrutarla los ciudadanos. Aunque se trata de una propiedad privada del convento, el uso y disfrute es público, gracias al convenio que en su día firmaron las Carmelitas Calzadas con el Ayuntamiento de Huesca.