Monilinia

Monilinia
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  • Nombre científico:Monilinia
  • Clasificación superior:Sclerotiniaceae
  • Clase:Leotiomycetes
  • Orden:Helotiales
  • Reino:Fungi

Monilinia es un género de hongos en la familia Sclerotiniaceae. Los hongos Monilinia son patógenos para Rosaceae y Ericaceae y a menudo causan pérdidas importantes en los cultivos. El género a veces se divide en dos secciones según si poseen disyuntores: estructuras pequeñas en hongos maduros que ayudan a dispersar las esporas. Hay alrededor de treinta especies conocidas en este género. La mayoría de los estudios de los hongos se centra en sus efectos patogénicos hacia las manzanas, las peras y otras frutas. La enfermedad que causa se conoce como podredumbre marrón.

Principales especies

En la actualidad se considera que son tres las especies de Monilinia las causantes de la "podredumbre marrón" de los frutales de hueso. Estas tres especies son Monilinia laxa (Aderh. & Ruhl.) Honey (1945), M. fructigena (Aderh. & Ruhl.) Honey (1946) y M. fructicola (Wint.) Honey (1928). Las dos primeras son comunes en nuestra área geográfica y la última (de procedencia americana) - si bien ha sido citada en Europa (Francia y Austria) pero su presencia en nuestro país no ha sido confirmada- es un hongo de cuarentena. Otra especie M. polystroma Leeuwen (2002), posiblemente una forma especial (f. sp.) de M. fructigena, está presente en el Oriente asiático (Japón) y no ha sido aislada en frutales de hueso. Para su identificación estás especies necesitan siempre ser aisladas, cultivadas en medios agatizados y estudiar detenidamente las características culturales, morfológicas, así como las moleculares.

Distribución geográfica

Es un patógeno fungoso, agente causal de "Moniliasis", "tizón de la flor", "pudrición parda, morena o marrón de los carozos" que está ampliamente distribuido en el mundo, reportada en América del Norte, América Central, América del sur, Oceanía y ausente en la mayoría de los países del continente europeo.

Especies afectadas

Es una enfermedad grave que afecta principalmente a casi todas las especies frutales de la familia de las rosáceas (manzano, peral, cerezo, ciruelo, melocotonero, membrillero, albaricoquero y almendro), pero hay cultivares resistentes a estos hongos. A nivel mundial, M. fucticola se considera que provoca una de las enfermedades más graves en los frutales de carozos y se caracteriza por causar pérdidas tanto por el atizonamiento de las flores y brotes, como por la pudrición de frutos de carozos en pre y postcosecha.

Daños

La moniliosis es una enfermedad criptogámica en los árboles frutales provocada por dos especies de hongos del género Monilinia también llamada Monilia: Monilinia fructigena ataca principalmente los frutos de semillas, Monilinia laxa en cambio ataca los frutos de Drupa. se caracteriza por causar atizonamiento (necrosis) de flores y brotes con o sin presencia de gomosis (resina), cancro (lesiones en brotes), muerte de ramas y pudrición de frutos en pre y post cosecha. En los frutos se puede observar una pudrición blanda y acuosa y desarrollo de abundante moho superficial de color pardo/marrón sobre éstos y cuando no hay humedad suficiente, los frutos se momifican. La moniliosis penetra en el fruto por las heridas de la granizada o picaduras de insectos, los golpes por los picos de las aves y las mordeduras de insectos varios. Un clima húmedo al momento del florecimiento favorece la aparición de la moniliosis. Los frutos se recubren entonces de una mancha marrón y de puntos blancos repartidos en círculos concéntricos ordenados. Los frutos quedan sobre el árbol momificados sin caer

Sobrevivencia

El hongo puede sobrevivir el invierno de tres maneras:

  • Como micelio (moho) en frutos con pudrición que permanecen adheridos al árbol
  • Como micelio (moho) en frutos podridos que caen al suelo
  • Como micelio (moho) en estructuras florales, pedúnculos y ramillas muertas atacadas por el patógeno el año anterior

Dispersión e infección

Las esporas del hongo pueden dispersarse a través del viento, agua de lluvia e insectos. El factor más importante para que ocurra la infección es alta humedad y un rango de temperatura que oscile alrededor de 20° a 24 º C.

Ciclo biológico

El ciclo biológico de los Monilinia spp es muy similar para todas las especies, únicamente varía un poco en la importancia que alcanza el estado perfecto o sexual. Los Monilinia spp sobreviven durante el periodo invernal en los frutos momificados, en los tejidos infectados de las ramitas, en los pedúnculos de los frutos, así como en los chancros de las ramas. Al final del invierno y en [[primavera, según las condiciones climáticas de la zona y, siempre en tiempo húmedo, se forman en la superficie de estos órganos pequeños penachos o pústulas de conidioforos, portadores de cadenas de conidios (estado imperfecto o anamorfo (Monilia) del hongo). Las esporas sexuales se producen a partir de las los apotecios formados en los frutos momificados caídos al suelo y de manera muy errática (en nuestro ambiente ecológico no se producen) y casi únicamente en M. fruticola en Estados Unidos y Australia. Por esta razón el estado perfecto o teleomorfo no tiene importancia para nosotros. Tampoco la producción de los microconidios en los recovecos o pequeñas cavidades de los chancros y de los frutos momificados es frecuente en nuestras condiciones climáticas y, por lo tanto, su implicación en el ciclo biológico es nula o muy reducida. Los conidios germinan, normalmente, en las flores (pétalos y pistilo) cuando la humedad es superior al 80% y, a partir de éstas, el micelio formado avanza hacia los pedúnculos de los frutos, frutos jóvenes y tejidos de la corteza, provocando la deshidratación y muerte de los mismos. Los frutos ya desarrollados, maduros o próximos a ello, son infectados únicamente por los conidios. El micelio se desarrolla principalmente en las capas subepidermicas de los frutos y de la corteza de las ramas, produciendo masas estromáticas típicas (estromas) que posteriormente serán los soportes donde se asienten los conidiforos portadores de los conidios. En estos tejidos infectados, y mediante estas formaciones densas miceliares, Monilinia spp sobrevive durante todo el invierno y también se defiende en los largos periodos de sequedad. Los frutos infectados en el campo, pueden desarrollar la podredumbre marrón durante el tiempo que permanecen en el almacén frigorífico y, a partir de ésta, infectar otros frutos continuando su expansión a lo largo de la post-recolección.

Medidas preventivas

  • Realizar el descuelgue de frutos momificados desde el árbol y recoger los del suelo
  • Destrucción de material vegetal de desecho poda
  • Control de malezas
  • Aplicaciones químicas preventivas en periodos críticos con productos autorizados por SAG

Control

Los hongos Monilinia producen en la superficie de los órganos infectados, especialmente flores y frutos, como ya se ha indicado, numerosas pústulas que son portadoras de millones de esporas, las cuales por el viento, lluvia e insectos principalmente, se expanden muy fácilmente y contaminan a otras flores y frutos. Por esto, para un buen control de estos hongos es necesario establecer siempre medidas agronómicas a fin de mejorar el estado de los árboles y del ambiente que los rodea frente al patógeno y, también implantar una lucha química razonada, especialmente ésta por dos motivos: el primero, porque no tenemos productos químicos en el mercado que sean eficaces al 100% y, segundo, para reducir claramente el nivel de residuos y, al mismo tiempo no alterar más la flora micológica presente en estos frutales. Además, los hongos Monilinia pueden penetrar a través de las discontinuidades de la cutícula-epidermis, tales como: heridas, roturas de la cutícula, lenticelas hipertrofiadas, etc. lo que complica un poco más el problema. Para tener "éxito" en el tratamiento fungicida debemos respetar las siguientes condiciones:

  • El fungicida deber ser distribuido en pulverización, mojando bien todo el ramaje.
  • Su aplicación debe ser efectuada lo antes posible (al inicio de la contaminación de las esporas).
  • Si el fungicida es sistémico, éste debe penetrar en los tejidos de la planta y en cantidad suficiente para que alcance los puntos de contaminación (herida, lenticela, etc.).

La eficacia del fungicida, si no se tiene en cuenta lo anterior se reduce mucho y los resultados son muy pobres. Las modalidades empleadas para controlar Monilinia spp. en los frutales de hueso conducidos en las técnicas de cultivo próximas a la Producción Integrada y a la Producción Ecológica, en las situaciones del propio campo (etapa de la producción) y de la postcosecha (etapa de conservación-comercialización), teniendo siempre presente las condiciones climatológicas a las que están sometidos estos frutales en las distintas áreas de cultivo, son expuestas a continuación.

Tratamiento en el campo

a) Cultivos llevados con técnicas de Producción Integrada, es necesario siempre compaginarlas prácticas agronómicas con los tratamientos fungicidas si deseamos tenerlos árboles limpios de Monilinia sp. En las prácticas agronómicas hay que asegurarse de:

  • Evitar una excesiva vegetación de los árboles.
  • Realizar cuidadosas podas en verde.
  • Eliminar y quemar al final del invierno los frutos momificados y las ramas infectadas (las que muestran chancros y desecamientos).
  • Efectuar un prudente abonado nitrogenado (nunca éste debe ser excesivo pues el nitrógeno reduce la plasticidad de los tejidos y posibilita claramente las roturas de la cutícula y epidermis, facilitando así la infección de estos hongos).

Los tratamientos fungicidas, si son necesarios (especialmente en los cultivares sensibles y cuando los frutos vayan a ser conservados), deben ser efectuados de forma razonada con el fin de reducir lo más posible sus efectos secundarios (residuos, rotura del equilibrio biológico, etc.). Un plan de actuación puede ser el siguiente:

  • En invierno con las yemas engrosadas, pero no abiertas, se debe tratar con mixtura sulfocácica de unos 32ºB a la dosis no mayor de 8-10% mojando bien las ramas, especialmente las partes apicales. Este producto posee un efecto insecticida, acaricida y fungicida interesante.
  • En vegetación y durante el ciclo de cultivo, se pueden realizar tratamientos con fungicidas de síntesis protectores y curativos (sistémicos). Estos últimos deben ser empleados cuando el follaje del árbol es ya considerable.

Como norma general éstos formulados no se deben aplicar más de 2 veces en cada ciclo de cultivo, no obstante, si las condiciones meteorológicas son claramente predisponentes se puede aumentar el número de tratamientos (uno o dos más). Los fungicidas deben ser empleados preferentemente en los periodos más sensibles de los árboles a la infección de Monilinia spp., a saber: prefloración, postcuajado y pre-recolección. Este último periodo no puede ser olvidado si los frutos van a permanecer un tiempo en conservación frigorífica. Los fungicidas a utilizar, teniendo en cuenta que no hay ninguno en el mercado que posea una eficacia mayor del 80%, son: fludioxonil+cyprodinil(1), fenhexamida(1), tebuconazol), iprodione(2), procimidona(3), difenoconazol(1)y fenbuconazol(1). Los marcados con (1) pueden ser aplicados durante todo el ciclo de cultivo. Los marcados (2) preferentemente en precolección y los (3) sólo hasta la formación completa del fruto. b) Cultivos puestos en Producción Ecológica, con una importancia cada día mayor, la lucha contra las Monilinia sp. debe ser preferente con una actuación en las tres etapas: prefloración, cuajado más engorde del fruto y precolección. Sobre todo, si las condiciones meteorológicas predisponentes (lluvia y niebla) son favorables. En esta técnica de cultivo es necesario siempre vigilar la poda invernal (eliminando los frutos momificados y las ramas infectadas, que deben ser quemados), hay que suprimir el exceso de ramaje con podas en verde (mejorar la aireación del ramaje), emplear (si es posible) riego por goteo y no humedecer mucha área de suelo, especialmente antes de la recolección y, especialmente, no abusar del abonado nitrogenado. Si la plantación ha sido castigada por Monilinia sp. y las condiciones meteorológicas son predisponentes, se permite utilizar una "pequeña lucha química" evitando la floración. Compuestos de cobre y azufre pueden ser aplicados en prefloración y en el cuajado, aunque evidencian una eficacia, generalmente, pobre.

Tratamientos en el almacén

Los frutos de hueso no deben ser tratados químicamente en el almacén. Todo el esfuerzo hay que realizarlo en mantener los frutos en el campo en el mejor estado posible y en unas condiciones ambientales que no permitan el desarrollo de Monilinia sp. Para ello y como base, es necesario tener en cuenta lo siguiente:

  • Realizar prerefrigeración en el momento de la cosecha.
  • Utilizar un vehículo refrigerado para el transporte al almacén.
  • Aplicar, si es posible atmósfera controlada.

Además, no pueden ser olvidadas, y menos si es en Producción Ecológica, las siguientes tareas y normas:

  • Limpieza profunda e intensa del almacén.
  • Una recolección cuidadosa de los frutos, eliminando siempre los que muestran alteraciones.
  • No interrumpir la "cadena de frío" en todo el proceso de acondicionado y transporte.
  • Limitar el tiempo de conservación.

Todo lo indicado en esta parte del trabajo no puede ser eludido si queremos mantener una infección reducida y económica de estos hongos y debe ser reforzado si las condiciones ambientales en pre-recolección son predisponentes, como: elevada humedad ambiental y del suelo por lluvias o riegos copiosos.

Fuentes

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/Monilinia
  2. https://www.sinavimo.gob.ar/plaga/monilinia-fructicola
  3. https://www.phytoma.com/la-revista/phytohemeroteca/191-agosto-septiembre-2007/la-podredumbre-marron-monilinia-spp-de-los-frutales-de-hueso