Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo
Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo | |
|---|---|
Bien de Interés Cultural | |
| Información geográfica | |
| País | España |
| Información general | |
| Inauguración | 11 de mayo de 1993 |
| Tipo | Museo Pùblico |
| Colecciones | Arte ibérico |
| Información visitantes | |
| Dirección | Situado en el antiguo palacio barroco del Marqués de Menahermosa, localidad Mula, Murcia |
El Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo se encuentra ubicado en el antiguo palacio del Marqués de Menahermosa (siglo XVIII), declarado Bien de Interés Cultural por la Ley de Patrimonio Histórico de 1985, está dedicado íntegramente a la exhibición de la colección arqueológica procedente de la necrópolis de El Cigarralejo.
Descripciòn
El Cigarralejo se encuentra a unos 4 km. de la ciudad de Mula, en la margen derecha del río homónimo, sobre el extremo septentrional de una cadena montañosa orientada en dirección SO-NE. Presenta la particularidad de tratarse de uno de los pocos asentamientos ibéricos en los que se conocen simultáneamente el poblado, la necrópolis y el santuario. Ubicado en un cruce de caminos que enlaza con otras estaciones ibéricas del entorno, como el Cabezo del Tío Pío (Archena) o Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla), vía Yéchar. Por esta vía pasa una antigua calzada romana que une a todas ellas con la Alta Andalucía, sureste meseteño y costa levantina. Emeterio Cuadrado descubrió de forma casual el santuario en 1945, procediendo a su excavación entre 1946 y 1948. Su privilegiada situación en lo alto de una muela rocosa, le confiere un carácter de defensa natural, a la vez que domina toda la zona. Se trata de un edificio singular que complementaría al poblado en sus funciones políticas, administrativas y religiosas. De 29 x 12 m., consta de un pasillo central a lo largo del que se articulan una serie de dependencias, realizadas con muros de mampostería de diversos grosores, adaptadas perfectamente a la topografía del terreno. Realizado en un mismo periodo, posiblemente en el s. IV a. C., estando en uso hasta el s. II a. C., cuando fue abandonado tras sufrir un incendio, no sin antes ocultar ritualmente, debajo de un muro de la habitación H.11, un conjunto de exvotos u ofrendas. La mayoría de ellos son pequeñas tallas de piedra arenisca en forma de équidos, bien individuales o en parejas de yegua con potro o yuntas, algunos ricamente enjaezados. No faltan representaciones humanas, masculinas y femeninas, en bulto redondo y actitud recogida. El estudio pormenorizado de estos exvotos ha permitido ahondar en el conocimiento de los atalajes de los caballos, de la indumentaria ibérica, así como apreciar diversas manos artesanales.
En las faldas de la mencionada muela, se asienta la necrópolis, con una superficie aproximada de 1940 m2. En ella E. Cuadrado descubrió 547 enterramientos ibéricos, encuadrados cronológicamente entre los inicios del s. IV y el I a. C. Las campañas fueron realizadas entre 1948 y 1988, momento en el que agotó la parte de terreno que era de su propiedad, dejando para futuras intervenciones, unos 800 m2. Las sistemáticas excavaciones han permitido tener un conocimiento de la religiosidad y del ritual funerario ibérico en el área Mula-Segura, en el que una buena parte de las fosas, en donde se depositaban a los difuntos, una vez cremados en la pira o ustrinum, junto a su “ajuar funerario”, eran cubiertas con un empedrado tumular de forma cuadrangular y diverso tamaño, en base al status social del fallecido. Otra característica de esta necrópolis es la presencia de monumentos escultóricos pétreos del tipo Pilar-Estela, colocados encima de algunas de las tumbas más antiguas, esculturas que son destruidas en la segunda mitad del s. IV a. C. por causas aún por definir.
Los ajuares recuperados son muy variados, estando básicamente compuestos por herramientas y útiles empleados en la vida cotidiana como recipientes cerámicos, aperos de labranza, o relacionados con la industria textil y el curtido de las pieles; objetos de adorno y de prestigio y armas. El estudio de todos ellos nos aproxima a como fue la actividad diaria en el poblado, del que aún hoy se aprecian en superficie, el trazado de los muros de las viviendas y restos de la muralla que debió de protegerlo en caso de peligro, pero a falta de que se realicen las pertinentes excavaciones arqueológicas que nos permitan tener una visión global de este interesante conjunto ibérico.
Exposiciones
A través de un recorrido por diez salas, se exponen 80 ajuares funerarios completos ordenados cronológicamente. Simultáneamente, cada una de ellas está dedicada a uno de los principales temas socio-culturales del mundo ibérico.
Sala I
Muestra una serie de documentos referentes tanto al descubrimiento y a la excavación de este prolífero yacimiento, como a la creación del Museo, con el fin de introducir al visitante en su historiografía. Fotografías de las campañas arqueológicas, el plano de la necrópolis, donde se reflejan en planta, las 547 tumbas halladas y documentos que recogen los 40 años del trabajo ininterrumpido realizado por D. Emeterio Cuadrado, ilustran esta sala.
Sala II
Se muestran las tumbas más antiguas -s. IV a. C.-, algunas presentaron un rico ajuar, depositado en una fosa excavada en el suelo y cubierta con un gran túmulo de piedras. Emeterio Cuadrado las denominó “Tumbas Principescas”, concretamente en la 200 y 277 que se exponen en esta sala, una frente a otra, hay una abundante muestra de cerámicas fabricadas en Grecia, en la región del Ática y producciones ibéricas de lujo como la de barniz rojo.
Sala III
La principal actividad económica ibérica fue la agricultura y, del Cigarralejo, nos han llegado numerosos vestigios, algunos de los cuales se exhiben en esta sala. Destacar en la vitrina 5 el ajuar de un agricultor, en el que se incluyen varios utensilios de labranza (hoz, podadera, refuerzo de un arado), así como semillas y huesos de diversos frutos (peras, bellotas, piña, piñones, almendras, trigo y aceituna) procedentes de varias sepulturas. Gracias a ellos, ampliamos los conocimientos sobre la base alimenticia de los íberos.
Sala IV
Otra importante actividad económica es la ganadería. Aparecen, entre los objetos del ajuar funerario, huesos de animales domésticos (vaca, caballo, asno, oveja, cabra, cerdo y perro) y los obtenidos a través de la caza, como el ciervo para aprovisionamiento de carne y pieles. Señalamos el ajuar expuesto en la vitrina 6, perteneciente a un curtidor, con las tajaderas y otros utensilios empleados para tratar las pieles. Se destacan las tijeras de esquilar al ganado. En esta sala se ha conservado, tras unos paneles corredizos, la capilla de los Marqueses de Menahermosa, construida en 1780. Es de estilo rococó, decorada con motivos naturistas a base de ramilletes de flores rojas y hojas.
Sala V
La alfarería alcanzó un gran desarrollo en la cultura ibérica. La abundancia y variedad de recipientes cerámicos ibéricos recuperados, ofrecen importantes datos para el estudio de esta actividad artesanal. Dicho desarrollo queda evidenciado en la variedad de formas: vajilla de mesa, vasitos de tocador, ollas de cocina, urnas…; acabados y tipos de decoración, principalmente geométrica, aunque no faltan las de tipo vegetal, a base de estilizaciones de hiedra y flores de loto. La cerámica íbera se realizaba con arcilla bien depurada, en un torno de alfarero y se cocía en hornos. Se exhibe el ajuar de un alfarero, se hallaron una serie de cantos rodados para moler los pigmentos minerales con los que se pintaron las piezas, bruñidores de cuarcita, y pequeños recipientes contenedores de colorantes.
Sala VI
La industria textil, actividad eminentemente femenina, también ocupó un importante papel, aunque no se consideró un oficio. En sus ajuares funerarios, aparecen numerosos objetos utilizados en el proceso del hilado como las fusayolas –contrapeso del huso-, o agujas de hierro, bronce y hueso. La cremación practicada por los íberos, ha permitido que pequeños fragmentos de tejidos de lana, lino y diferentes trenzados del esparto (cuerda, guita, recincho) se carbonizaran y hallan podido llegar hasta nuestros días.
Sala VII
En esta sala se muestra un amplio repertorio de vasos áticos (Grecia), campanienses (área Lacial-Italia), de Rosas (costa catalana) y del norte de África. Igualmente, se centra en los medios de transporte marítimos y terrestres utilizados en esta época. Una de las piezas más significativas es un relieve tallado en piedra arenisca procedente del encachado de la tumba 107 que representa un carro ibérico tirado por dos mulas.
Sala VIII
En los pedestales de la sala, se muestran fragmentos escultóricos femeninos. Sin duda el más representativo es la “Dama del Cigarralejo”, que aparece entronizada, ricamente ataviada con doble túnica, envuelta en un manto que desciende en zig-zag hasta los pies y tres filas de collares sobre el pecho. La cabeza no se encontró. Materiales típicamente femeninos completan la vitrina 18 como las cuentas de collar de pasta vítrea, agujas y punzones, fusayolas, anillos de bronce, vasitos de tocador…. La escritura también tiene un hueco en esta sala ya que se muestra “el plomo del Cigarralejo”, soporte en el que se registra una inscripción ibérica, escrita con caracteres griegos, por lo que se denomina escritura “grecoibérica”, aún por descifrar.
Sala IX
“La panoplia Ibérica del Cigarralejo”, es decir, el armamento usado por un pueblo, atuendo y complementos del mismo. En Cigarralejo distinguimos dos tipos de armas: ofensivas y defensivas. La principal arma ofensiva es la falcata, espada curvada, de la que poseemos una gran representación, le siguen los diferentes tipos de lanza ya sean completas de hierro –el soliferreum- o fabricada la punta con este metal y el astil de madera. Entre las armas defensivas destacan el escudo, del que sólo se conserva la manilla de hierro y el casco. Una serie de adornos personales como pendientes, hebillas y broches de cinturón, fíbulas para sujetar el manto y botones completarían la vestimenta del guerrero. La sala se complementa con unos fragmentos escultóricos que representan a équidos y una cabeza de guerrero. En el vaso de “Los Guerreros y los Músicos” se ha pintado un desfile militar.
Sala X
Dedicada a la espiritualidad ibérica, en base al santuario del Cigarralejo y a las ofrendas o exvotos que los fieles depositaron allí. Completa la muestra unos exvotos cedidos a este museo en concepto de “depósito temporal” por el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Arqueológico de Murcia, fabricados en bronce y representando mayoritariamente a personajes en distintas actitudes y, algún animal.
Programación educativa
El Departamento de Educación y Acción Cultural del Museo organiza a lo largo de todo el curso escolar visitas guiadas que pueden ir acompañadas de talleres didácticos, adaptados a las distintas etapas escolares. Estas actividades didácticas tienen como objetivo fundamental brindar al profesorado la posibilidad de complementar, con talleres lúdico-educativos y de divulgación científica, una actividad extraescolar enriquecedora como es la visita a un museo, además de perseguir objetivos tales como: - Dar a conocer la riqueza del Patrimonio Arqueológico de la Región de Murcia .-Situar la Cultura Ibérica en el espacio y en el tiempo, los rasgos más característicos, el modo de vida y costumbres, valorando y respetando sus aportaciones al Patrimonio de la Región de Murcia. - Identificar y comparar rasgos de la Cultura Ibérica con otras culturas coetáneas del Mediterráneo. El Logro de estos objetivos se realiza por medio de actividades didácticas concebidas y diseñadas en función de los alumnos destinatarios, ya sean de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, o de educación especial y, con el apoyo del material didáctico del propio Museo.
Educación Infantil
“Taller de caretas”, “Pasatiempos del Museo”, “El Alfabeto Ibérico”, “Las necrópolis ibéricas”, “separador de libro” y “Arte del hombre prehistórico 1”
Educación Primaria y Alumnado con Necesidades Educativas Especiales
“Taller de Caretas”, “Pasatiempos del Museo”, “Los Íberos en Movimiento”, “Móviles Ibéricos”, ”Puzle mágico”, “Una aventura en cómic”, “Tesela a Tesela, un Mosaico”, “Adivino lo que piensas”, “Las necrópolis ibéricas”; ¿Cómo escribían los íberos? Y “Arte del hombre prehistórico 2.
Educación Secundaria y Bachillerato
“Pasatiempos del Museo”; “Tesela a Tesela, un mosaico”; “Los Íberos en Movimiento”; “Móviles Ibéricos”; “Una aventura en cómic”; “Cuadernos del museo”; “Teatro ibérico”; Construcción de la maqueta del Museo; La moda en tiempos de los íberos; La escritura greco-ibérica; Adivino lo que piensas ; “Experiencias didácticas: La vegetación en el Mundo Ibérico; La Música en tiempo de los Íberos; el Deporte en Grecia y su influencia en el mundo ibérico”; ¿Cómo vivían los íberos?; La mujer Ibérica; ¿Cómo se fabrica y decora la cerámica? Cuadernos didácticos de las exposiciones temporales

