Nasobuco
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Nasobuco. Es usado por las personas que presentan síntomas de enfermedad respiratoria y por las personas que cuidan de ellas, los utilizados en las instituciones de salud, con el N95 para el control de enfermedades infecciosas, contienen una fibra intra-mascarilla (entre capas de tela) capaz de filtrar hasta un 95% de las partículas que se encuentran en el aire. No es la misma que se utiliza para procederes quirúrgicos.
Sumario
Historia
La primera experiencia que se recoge de utilización de nasobucos por un personal sanitario se remonta a 1899, cuando el bacteriólogo e higienista alemán Carl Georg Friedrich Wilhelm Flügge (1847-1923) trabajaba en la investigación de la tuberculosis y planteó la teoría de la infección a través de pequeñas gotas.
A finales de octubre de 1910, durante la construcción del Ferrocarril Oriental de China, empleados rusos de esta obra descubrieron cómo un número creciente de trabajadores chinos empezaban a toser, tenían esputos sanguinolentos, y con el avance rápido de la enfermedad la piel se tornaba violácea. Este último hallazgo era la carta de presentación de un desenlace mortal: los pacientes fallecían con diagnóstico de una neumonía letal. De esta forma se desató una crisis sanitaria que es conocida en la historia como La plaga de Manchuria.
Entre los médicos chinos llevados allí se encontraba Wu Lien-Teh, joven graduado en la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña.
Arribó a aquel destino en diciembre de 1910 y enfrentó obstáculos para ejecutar autopsias a las víctimas de la peste, pues en ese momento tal método se consideraba inaceptable según las costumbres chinas.
Al tercer día de su llegada se enteró de la muerte de una mujer japonesa a consecuencia del mal y pudo realizar la autopsia, que representó, además, la primera efectuada en China.
Como resultado de ese estudio descubrió algo inesperado: la presencia de la Yersinia pestis, el patógeno identificado por primera vez en 1894 como responsable de la peste bubónica. Pero en este caso las víctimas morían con un cuadro diferente y se hacía la primera descripción en el mundo de la forma neumónica de la peste.
El hallazgo era contrario a la idea general de que la peste solo podía ser transmitida por ratas o pulgas. La nueva hipótesis planteada por el Dr. Lien-Teh era que la enfermedad se podía propagar a través de microgotas respiratorias suspendidas en el aire.
Wu no se detuvo y rápidamente estableció acciones higiénico-epidemiológicas encauzadas al control de la propagación de la enfermedad, incluido un llamamiento para el uso de mascarillas de tela que cubrieran la nariz y la boca (nasobucos) con el fin de reducir la exposición a patógenos.
Materiales para su creación
Para la confección se necesita un trozo de tela y dos fragmentos de elástico, aunque también está la variante de prescindir de los elásticos y utilizar solo el otro elemento como lo llevan en las instituciones médicas.
Confección
—Corte un rectángulo de 20 x 26 cm de cartón o papel y una tira del mismo material de 86 x 3 cm. —Una vez hecho el molde, colóquelo encima de la tela disponible y márquelo con un lápiz. Con estos moldes, corte tres piezas de tela y dos tiras para el amarre.
—Cosa las tres telas por la parte superior e inferior para cerrar el nasobuco y posteriormente virar.
—Marque el centro por los extremos para fijar los dos pliegues.
—Marque el centro de la tira y hágala coincidir con el centro del lateral y fíjela ahí mismo. Remate la punta del tirante y cosa a lo largo hasta el final.
Uso de Nasobuco
La Organización Mundial de la Salud recomienda una serie de indicaciones para hacer uso efectivo del mismo. Recomienda su uso en el caso de las personas que presentan síntomas, en este caso del Covid-19 y en aquellas personas que cuidan personas que tienen síntomas como tos o fiebre.
Condiciones para su uso
Si está sano, solo necesita llevar el nasobuco si atiende a alguien de quien se sospeche tiene infección por Covid-19.Debe usarse si tiene tos o estornudos.
Los nasobucos u otro tipo de mascarillas, solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.
Reutilizar el nasobuco de tela
A diferencia de las mascarillas desechables, el nasobuco de tela puede reutilizarse. Una vez retirado, póngalo a remojar en agua jabonosa durante 15 minutos. Si dispone de cloro, vierta una cucharada en el agua jabonosa.
Restriegue con energía para desprender las secreciones que pueden haberse adherido a la tela. Enjuague con abundante agua corriente hasta que no queden restos de agua jabonosa. Póngalo a secar al sol y al aire. Una vez seco, planchar a alta temperatura.
Antes de ponérsela, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Cúbrase la boca y la nariz y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara. Evite tocarla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Cámbiese de mascarilla tan pronto esté húmeda y no la reutilice.
Quitar el nasobuco
—Lávese las manos con agua y jabón.
—Cúbrase la boca y la nariz con el nasobuco.
—Asegúrese de que no haya espacio entre su cara y la máscara.
—Evite tocar el nasobuco mientras lo usa; si lo hace lávese las manos con agua y jabón.
—Para quitárselo, retírelo por detrás, no toque la parte delantera. Deséchelo inmediatamente en un recipiente cerrado. Lávese las manos con agua y jabón.
