Obliteración del punto lagrimal

Vías lagrimales
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Obliteración del punto lagrimal. Consiste en la obstrucción de dicho punto impidiendo el normal paso de las lágrimas. El lagrimeo, o sobreproducción de lágrimas, está producido por la estimulación refleja o emotiva de las glándulas lagrimales. El lagrimeo excesivo puede agotar las glándulas lagrimales, de forma que la prueba de medición muestre una formación de lagrimas normal o disminuida.

Formas clínicas

La obliteración puede ser congénita o adquirida, en la variante congénita, o atresia del punto lagrimal, al examen del ángulo interno no encontramos el punto lagrimal por no haberse perforado el epitelio que lo cubre y no se ha establecido la comunicación de salida del canalículo, en la variante adquirida, la obstrucción es secuela de traumatismo, heridas o inflamaciones que han cerrado el punto lagrimal.

Sintomas y signos

Las anomalías del sistema de drenaje provocan excesivas lágrimas epifora. Un saco lacrimal obstruido puede inflamarse de forma aguda o crónica. La inflamación aguda produce una celulitis generalizada del saco lagrimal y estructuras colindantes. La inflamación crónica con lleva, principalmente, a una hinchazón indolora del saco lagrimal y una secreción de pus por los punta cuando se oprime el saco lagrimal.

Los principales síntomas de enfermedad de las vías lagrimales se relacionan con un exceso de lágrimas o con la hinchazón de las glándulas o del saco lagrimal. El escaso drenaje produce una gran incomodidad ya que la visión es borrosa por las lágrimas que fluyen a la cara. La formación excesiva de lágrimas (lagrimeo) o el drenaje defectuoso de éstas (epifora) producen visión borrosa y molestias constantes causadas por ellas ya que rebosan a la mejilla. En todos los casos, es necesario averiguar si se trata de un exceso de producción o de un drenaje defectuoso de las lágrimas.

Causas

  • Estimulación psíquica (llanto)
  • Nervio Trigémino.
  • Lesiones de los párpados, conjuntiva, córnea e iris.
  • Glaucoma de ángulo cerrado.
  • Nervio Óptico.
  • Reflejos y luz excesiva.
  • Nervio facial.
  • Inflamación del ganglio esfenopalatino y neoplasia.
  • Regeneración anómala (lágrimas de cocodrilo, lagrimeo durante la masticación).
  • Fármacos colinérgicos o anticolinesterasa.
  • Inflamación de la glándula lagrimal y neoplasia.

Tratamiento

Consiste en la dilatación del punto lagrima, si no da buenos resultados es necesario la cirugía.

La epifora secundaria a la obstrucción de las vías lagrimales es un problema oftalmológico común. Pese a que existen muchas causas de obstrucción del flujo lagrimal, la mayoría se debe a la inflamación idiopática y estenosis de las vías lagrimales. Dentro de las posibilidades terapéuticas para la obstrucción de las vías lagrimales se encuentran:

  • Sondaje e irrigación

El procedimiento es realizado bajo anestesia general. El canalículo superior es irrigado primero con una solución de fluoresceína para verificar si el ducto está obstruido. Entonces se intenta abrir el ducto con la presión hidrostática de la irrigación. Si el tinte no es succionado del cornete inferior, se realiza el sondaje.

  • Intubación con silicona

Muchos tipos de sondas para intubación del canalículo se encuentran disponibles y consisten en tubos de silicona y sondas de acero inoxidable. La sonda es relativamente fina y flexible, y la punta de oliva formada al extremo de la sonda puede ser fijada con un gancho de Crawford y salir en el cornete inferior.

La intubación de silicona es usualmente realizada bajo anestesia general. Un gancho de Crawford o una pinza pequeña curva se pasa a través del piso y pared lateral de la nariz hasta que se sienta la sonda, luego es jalada y traída hacia fuera de la nariz.

Fuentes

  • Jaime. Alemañy Martorell: Oftalmología. Edit. Pueblo y Educación. 1983.
  • Newell FW: Oftalmología fundamentos. Edit. Mosby. Madrid - edición es español 1993.