Ofidismo

Ofidismo.
Información sobre la plantilla
Ofidismo.jpg
Concepto:Estudio las toxinas de animales ponzoñosos.

Ofidismo. Estudia las toxinas de serpientes y otros animales ponzoñosos con el propósito de aportar soluciones y prevenir el envenenamiento causado por éstos Adscrito a la Facultad de Medicina.

Etiología

Existen en el mundo cinco familias principales de ofidios venenoso:

  • Atractaspididae: comprende un solo género (Atractaspis) de ofidios excavadores dotados de colmillos extremadamente largos y de distribución africana.
  • Colubridae: Comprende aproximadamente 250 géneros con unas 1.600 especies, algunas carentes y otras dotadas de veneno. Estas últimas han desarrollado glándulas diferenciadas para la producción de veneno (glándula de Duvenroy) y colmillos canaliculados ubicados en la parte posterior de la boca (dentición opistoglifa). Los venenos de las diferentes especies varían en toxicidad, siendo en muchos casos similar a la de Crotalus (norteamericanas) o Bothrops, pero su mordedura no reviste gravedad debido a la poca cantidad de veneno que inoculan, causando sólo síntomas locales. Dos especies africanas sin embargo, pertenecientes a los géneros Dispholidus y Thelotornis son capaces de producir accidentes fatales en humanos.

En general los colúbridos son animales ágiles, de cuerpo esbelto y usualmente huyen al verse molestadas, pero si son acorraladas muchas especies adoptan un comportamiento defensivo impresionante, mordiendo e inoculando veneno (en el caso de las opistoglifas) que puede producir sintomatología local de intensidad variable. Algunas especies argentinas como Hydrodynastes gigas (Ñacaniná) pueden medir más de 2.5 m de largo.

  • Elapidae: Esta familia se caracteriza por poseer colmillos inoculadores de veneno que no son plegables, ubicados en la parte anterior de la boca (dentición proteroglifa); por tal motivo su tamaño es menor comparativamente que los colmillos de los viperinos. Sus venenos tienen una gran toxicidad. A este grupo pertenecen la especie terrestre con veneno más potente (Oxyruanus microlepidotus o Taipán australiana), la especie venenosa de mayor tamaño (Ophiophagus hannah o cobra real) y las cobras "escupidoras" (Hemachatus hemachatus, Naja nigricollis, etc.) capaces de proyectar el veneno hasta más de 3 m. En este caso el veneno es dirigido principalmente hacia los ojos de la persona o animal que molesta a la serpiente. No se absorbe a través de la piel intacta, pero sí a través de conjuntiva, teniendo los venenos de especies escupidoras, mayor permeabilidad a través de esta membrana que los de especies no escupidoras. Dendroaspis sp. (mambas) y Bungarus sp. (kraits), también pertenecen a los elápidos. En América están representados por los géneros Micrurus sp.
  • Hydrophiidae. Son las llamadas serpientes marinas y comprenden unas 60 especies distribuidas en los distintos océanos, principalmente en mares de aguas cálidas o templadas. Poseen los VO más potentes entre los reptiles. Debido a su habitat, no revisten interés veterinario y los accidentes en medicina humana son relativamente escasos, incluso en zonas de gran abundancia de estas especies que son manejadas desaprensivamente por los pescadores que las retiran de sus redes.
  • Viperidae. Se encuentra actualmente dividida en dos SUBFAMILIAS; Viperinae y Crotalinae (según los textos y autores, pueden encontrarse clasificadas como familias independientes y no como subfamilias).

Todas las especies de esta familia tienen dientes inoculadores de gran tamaño ubicados en la parte anterior de la boca, que se pliegan, articulando en su base, cuando la boca está cerrada (dentición solenoglifa).

  • Viperinae. Encierra a las víboras del Viejo Mundo, distribuidas en Europa, Asia y África con unas 40 especies pertenecientes a varios géneros. Poseen venenos cuya toxicidad varía desde muy baja a extremadamente alta, según la especie.
  • Crotalinae. Son las conocidas como "víboras de fosa" o "pit vipers", por poseer entre las fosas nasales y los ojos otra foseta llamada foseta loreal (por estar ubicada en la región loreal) o termorreceptora, debido a su función. Estos órganos brindan a las serpientes una capacidad de visión en el espectro IR (infrarrojo) que les ayuda a detectar sus presas de sangre caliente incluso en la obscuridad. Un sistema parecido, formado por varias fosetas labiales se encuentra el varias especies de boas y pitones.

Los crotalinos y sus géneros

Actualmente están reconocidos 16 géneros y 144 especies de crotalinos distribuidos en sudeste de Europa, Asia y América

En ARGENTINA son dos grupos de ofidios los responsables de los accidentes de mayor interés veterinario y médico. Los crotalinos, que están representados por los géneros Crotalus y Bothrops y los elápidos, representados por el género Micrurus.

  • Crotalus durissus terrificus: es la única especie del género presente en Argentina y se la conoce vulgarmente como cascabel.
  • Bothrops: presenta mayor diversidad de especies, encontrándose en Argentina:
  • Bothrops alternatus: Víbora de la Cruz, Urutú, Yarará Grande, Crucera, etc..
  • B. ammodytoides: Yarará Ñata.
  • B. neuwiedi diporus: Yarará Chica, Yarará.
  • B. jararaca: Jararaca.
  • B. jararacussu: Jararacussú.
  • B. moojeni

Las tres primeras especies son de distribución relativamente amplia en nuestro país, mientras las restantes sólo se encuentran en la provincia de Misiones, e incluso en el caso de B. atrox su existencia es cuestionada.

  • Micrurus está presente en Argentina con al menos cinco especies comúnmente llamadas "corales". Por un lado Micrurus corallinus, distribuida exclusivamente en Misiones y por otro lado el ex-grupo Micrurus frontalis con actualmente cuatro especies:
  • Micrurus frontalis altirostris
  • M. pyrrhocryptus
  • M. mesopotamicus
  • M. lemniscatus

Mecanismo Productor e Inoculador de veneno

Los VO son producidos por glándulas salivales modificadas, ubicadas en la cabeza de varias familias de ofidios, generalmente por detrás y debajo del ojo. En unas pocas especies estas glándulas son extaordinariamente alargadas, extendiéndose por el cuello y tercio anterior del animal. Estas glándulas están rodeadas por varios haces musculares voluntarios, lo que permite a la serpiente regular a voluntad la cantidad de veneno inyectada. El veneno es conducido por un conducto hasta la base de los dientes inoculadores o colmillos, los cuales pueden poseer sólo un canal por donde escurre el veneno o en el caso de los más evolucionados como elápidos y vipéridos, un conducto interno que se abre en la cara anterior del diente. Según la ubicación de los colmillos en la boca encontramos cuatro tipos de denticiones:

  • Aglifa. No existen dientes diferenciados para inocular veneno; generalmente hay cuatro hileras de dientes superiores y dos inferiores. Su función consiste en retener a la presa y permitir la deglución, pero no tienen capacidad para cortar. Es la dentición de boas, pitones y muchos colúbridos.
  • Opistoglifa: Hay dientes más largos que el resto ubicados en la parte posterior de la boca (usualmente a la altura del ojo); presentan un canal por el cual fluye el veneno producido por la glándula de Duvenroy. Muchos géneros de colúbridos poseen este tipo de dentición.
  • Proteroglifa en este caso los dientes inoculadores de veneno poseen un conducto interno y están ubicados en posición siempre erecta en la parte anterior de la boca. Es la dentición de las cobras, mambas, kraits, corales, etc. Una coral de 82 cm posee colmillos de 2.5 mm de largo.
  • Solenoglifa es la dentición más perfeccionada; los colmillos están ubicados en el hueso maxilar en la parte anterior de la boca y dotados de un conducto interno, pero articulan para plegarse hacia atrás cuando la boca está cerrada, teniendo por lo tanto un tamaño mayor que el de los proteroglifos. Es la dentición de los vipéridos. La especie con colmillos más grandes conocida es la Bitis gabonica o Víbora de Gabón con un récord de 4 (cuatro) cm.

Los colmillos son cambiados periódicamente, y usualmente se encuentran varios en distintas etapas de crecimiento, por lo tanto, una víbora a la que se le arranquen los colmillos puede en pocos días volver a inyectar veneno.

Venenos Ofídicos

Los venenos ofídicos son mezclas complejas conteniendo enzimas, péptidos letales, proteínas no enzimáticas, metales (sodio, potasio, magnesio, zinc, hierro, cobalto, manganeso y níquel), calcio, carbohidratos glicoproteínas, lípidos, aminas biogénicas, aminoácidos libres y factores hemolíticos directos (Russell, 1983).

Farmacología

La farmacología de los VO es imperfectamente conocida. Su mecanismo letal, en muchos casos, no está aún bien determinado, ya que al ser inoculados provocan una gran variedad de cambios en uno o varios sistemas orgánicos.

Uno de los mayores inconvenientes que se presentan al estudiar los VO es que al estudiar el veneno entero, se ven enmascarados los efectos de las fracciones, y al estudiar las fracciones aisladas, se obtienen en muchos casos efectos diferentes a los que esa fracción parece mostrar en el veneno entero. De la misma manera los resultados de estudios in vivo e in vitro pueden arrojar resultados contradictorios, tanto para las fracciones como para el veneno entero.

Dosis Letal 50% (DL50). Es un parámetro utilizado para cuantificar la potencia de los venenos. Se define como la cantidad de veneno necesaria para matar al 50% de los animales en test en un tiempo prefijado. Usualmente se expresa en miligramos de veneno por kilogramo de peso (mg/kg), aunque en el caso de venenos muy potentes puede expresarse en microgramos por kilogramo (µg/kg).

La DL50 para un mismo veneno varía con las distintas vías de administración y según la especie en que se efectúa el test (usualmente ratones), razón por la cual existen procedimientos estandarizados para este tipo de pruebas desarrollados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Collaborating Center for the Control of Antivenoms (CCCA).

Cuanto más pequeña es la DL50, más potente es el veneno. Dentro de las “cascabeles” las DL50 para la vía IV varían desde 0.13 mg/kg para Crotalus durissus (cascabel sudamericana) y 0.17 mg/kg para Crotalus scutulatus (cascabel de Mojave) hasta 6.32 mg/kg para Crotalus horridus (cascabel del bosque norteamericana). La DL50 más baja para serpientes terrestres corresponde a la Oxyuranus microlepidotus (Taipán australiana), con un valor de 0.01 mg/kg vía subcutánea testeada en ratones.

Componentes

Los venenos de los crotalinos contienen más de 20 fracciones diferentes, y un número aún mayor de subfracciones. Los venenos de los elápidos parecen ser algo menos complejos, aunque en muchos casos evidencian una actividad igualmente diversa en sus efectos

  • Enzimas

Al menos 26 enzimas diferentes han sido aisladas en venenos de serpientes y si bien ningún veneno las contiene a todas, por lo menos 10 de ellas se encuentran presentes en la mayoría de las especies de ofidios venenosos. Algunas de las enzimas más importantes son:

  • Enzimas proteolíticas. esta enzima no es una colinesterasa. Se encuentra en varios crotalinos y viperinos, no así en los elápidos, con excepción de la Cobra Real (Ophiophagus hannah). Se cree que la liberación de bradiquinina y la actividad coagulante de algunos VO está relacionada con la actividad de esta enzima.
  • Enzimas “thrombin-like”: presentes en los VO de crotalinos y viperinos, estas glicoproteínas se desempeñan como anticoagulantes defibrinogenantes in vivo y como procoagulantes o coagulantes in vitro.
  • Colagenasa: digiere el colágeno, destuyendo por consiguiente la matriz intracelular.
  • Fosfolipasa A. los resultados de las investigaciones sobre esta enzima son tan variados y contradictorios que por el momento sólo puede afirmarse que altera la permeabilidad de las membranas celulares y estimula la liberación de histamina. Si bien algunos autores consideran que también actuaría a nivel de la despolarización nerviosa (fundamentalmente en los fenómenos de bloqueo nervioso), esta posición no es compartida por Russell (1983). Se encuentra en VO de crotalinos, viperinos, elápidos y serpientes marinas.

Tratamiento del Ofidismo

Tanto desde el punto de vista veterinario como médico, el ofidismo debe ser considerado como una EMERGENCIA CLÍNICA que requiere atención médica inmediata y considerable criterio clínico, ya que será el profesional actuante quién en definitiva evaluará (con el auxilio del laboratorio, de ser posible) la gravedad del caso y la necesidad o no de iniciar un tratamiento y la implementación del mismo en última instancia. Los retrasos y las medidas inadecuadas pueden provocar lesiones irreversibles.

Es necesario establecer un diagnóstico ANTES de iniciar el tratamiento.

En la anamnensis debe procurarse información sobre qué primeros auxilios se practicaron; quién cómo y cuándo los realizó, tiempo transcurrido desde el accidente, identificación del ofidio, antecedentes de sensibilidad del paciente a los SA, sueros equinos, u otros medicamentos, etc.

El tratamiento en sí, puede dividirse en cinco etapas según el caso.

  1. Remover la mayor cantidad posible de veneno de la herida.
  2. Retardar la absorción.
  3. Neutralizar el veneno.
  4. Mitigar los efectos.
  5. Prevenir complicaciones.

1) Está restringido a medidas locales como presionar el lugar de la mordedura o aplicar succión a los efectos de extraer sangre que arrastre parte del veneno inoculado. Son inefectivas pasados algunos instantes. En los casos de venenos con actividad proteolítica, fosfatidásica y acción local intensa como las Bothrops argentinas, una presión manual demasiado intensa en el lugar de la mordedura puede contribuir a agravar los fenómenos locales. Cortes, cauterizaciones y otros procedimientos similares deben ser descartados.

2) Puede realizarse por diferentes medios según la especie envuelta en el accidente. En todos los casos puede utilizarse la crioterapia como una medida que no sólo disminuye la difusión del VO al producir vasoconstricción, sino que además contribuye a disminuir la velocidad de acción del VO (atento al carácter enzimático de gran parte los componentes), retardando su velocidad de fijación a los tejidos. La crioterapia puede realizarse mediante la colocación de bolsas con hielo, congeladores para transporte de vacunas, compresas frías, etc., sobre el lugar de la mordedura o en todo el miembro afectado. Es necesario tener mucha precaución para no producir QUEMADURAS POR FRÍO o necrosis por isquemia.

Fuente