Oroshiki
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Oroshiki. Es el rallador tradicional de la cocina japonesa. Su característica más representativa son unos dientes diminutos muy finos en la superficie en vez de los característicos orificios de los ralladores occidentales. El resultado de utilizar este tipo de rallador es obtener una pasta utilizando movimientos circulares. Su uso en la cocina japonesa esta generalmente asociado al rallado de wasabi, jengibre, daikon y otros alimentos similares. Su fabricación puede variar desde el acero inoxidable, porcelana, hasta los más tradicionales elaborados con madera recubierta con piel de tiburón.
Evolución
Los primeros Oroshiki consistían en placas de cobre recubiertas de estaño con muchas puntas pequeñas arrancadas del metal, pero sin perforaciones reales a través del metal.
Los oroshiki con superficie de piel de tiburón se usan para la preparación de wasabi y yamaimo en los restaurantes más exclusivos, sin embargo en la actualidad los cocineros no profesionales suelen utilizar ralladores mucho más económicos fabricados con otros materiales como acero inoxidable, plástico o cerámica.
Se consideran los mejores ralladores por su rejilla mucho más fina que la de sus homólogos occidentales y son utilizados por chefs profesionales de todo el mundo.
Variantes
Hay dos versiones del oroshiki con dientes de distinto grosor y distinta funcionalidad. El rallador fino que se utiliza para rallar la raíz de wasabi, jengibre, ajo, etc, mientras que le rallador grueso, se utiliza para rallar daikon, rábanos, zanahorias y alimentos similares.
Los ralladores finos también se venden a veces como una tabla de madera cubierta con piel de tiburón, que tiene muchos dientes diminutos (dentículos dérmicos) y da una sensación similar al papel de lija.
Una variación moderna de estos ralladores también tiene perforaciones y puede venir con una caja a juego para que el material rallado caiga del rallador a la caja.
Diferencias respecto al rallador occidental
El resultado no es el mismo que el obtenido con los ralladores tipo Microplane, utilizando el rallador japonés lo que se obtiene es una pasta.
Difieren también en la forma de uso. Lo ideal es mover el ingrediente en círculos en lugar de hacerlo de arriba hacia abajo, formándose una pasta que mezcla la materia sólida con el agua que el ingrediente pueda tener de forma natural. Esto es posible al no disponer de orificios que filtran el líquido, de tener minúsculos agujeros, tampoco filtra mucho.
