Palacio de las Tullerías
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El Palacio Las Tullerías o Palais des Tuileries en francés, debe su nombre a las fábricas de tejas que se encontraban en el lugar donde el mismo fue construido para que sirviera de residencia imperial. Durante la guerra franco-prusiana fue destruido y actualmente se proyecta su reconstrucción por la importancia que para la historia parisina tiene el mismo.
Sumario
Construcción del palacio
El palacio de Las Tullerías fue construído en 1570 bajo las órdenes de la reina Catalina de Médecis, esposa del Rey Enrique II quien pidió al arquitecto Philibert de l'Orme la construcción del mismo y a su muerte lo encarga al arquitecto Jean Bullant pero el proyecto fue abandonado antes de terminarse ya que la reina optó por vivir en otro palacio que también mandó a construir, el Hotel de Soissons.
La idea inicial proyectaba dos edificios perpendiculares al Río Sena y unidos por cuatro alas más cortas que definían tres patios interiores, quedando el mismo bajo la forma de un edificio alargado con un pabellón central, el pabellón del Reloj, rematado por una cúpula. Por un lado, tenía un pórtico cubierto de una terraza, y por el otro lado, una serie de piezas en hileras. De los dos pabellones que iban a rematar el palacio, el uno en el norte y el otro al sur, sólo se levantó el pabellón sur, llamado pabellón de Bullant.
Proyecto del Rey Enrique IV
El Rey Enrique IV encargó al arquitecto Jacques-Androuet du Cerceau la realización de la ampliación del palacio de Las Tullerías uniendo el mismo al Palacio del Louvre, creando dos galerías, una por el sur y otra al norte. Sólo se construyó la galería sur, llamada la Gran Galería, que bordea el Sena. Para realizar la unión con el cuerpo central del edificio, se prolongó éste a continuación del pabellón de Bullant por la llamada Pequeña Galería y se levantó el pabellón de Flore para rematar el ángulo.
Ampliación del palacio
El palacio de Las Tullerías fue abandonado en los períodos de reinado de Luis XIII y Luis XIV ya que los mismos sólo residieron allí cortos periodos de pocos años, sin embargo Luis XIV fue quien decidió reanudar las obras del palacio que se había quedado asimétrico, encargando a los arquitectos Louis Le Vau y François d'Orbay prolongar el mismo hacia el norte. Entre 1659 y 1666, se construyó el pabellón del Teatro, la galería de la Máquinas y el pabellón de Marsan que remataba el extremo norte del palacio de igual manera que el pabellón de Flore construido anteriormente en su extremo sur.
El palacio fue habitado por cortesanos a los que el rey ofreció apartamentos, y por numerosos artistas a los que se permitía vivir y tener talleres en el palacio, esto hizo que el palacio se convirtiera en uno de los mayores centros de difusión cultural del Siglo de las Luces francés.
El pabellón del Teatro fue construido para las celebraciones de la boda entre Luis XIV y la Infanta de España, el mismo podía acoger 4.000 espectadores por lo que fue considerado, en aquel entonces, como el teatro más grande de Europa y sus adelantos técnicos le valieron el nombre de Sala de las Máquinas.
Este teatro sirvió durante el siglo XVII para las fiestas de la Corte, siendo reducido el mismo a 500 personas con el objetivo de mejorar su acústica. Constituyó la sede de la Ópera de París, de la Comédie Française de 1770 a 1782, y de la compañía teatral del Rey, el théâtre de Monsieur, hasta la Revolución Francesa.
Instauración de los imperios en el palacio
Durante el periodo revolucionario, en octubre de 1789 la familia real fue traída de Versalles, símbolo de la monarquía absoluta, para que se alojara en Las Tullerías, símbolo de la monarquía constitucional que se iba a instaurar en un primer tiempo. Después de que la familia real intentara huir de Francia para reunirse con las monarquías europeas, y fue detenida en Varennes, se alojaron de nuevo en el Palacio de Las Tullerías.
El cambio de actitud del Rey a partir de ese acontecimiento hizo que el 10 de agosto de 1792 las multitudes encrespadas asaltaron el palacio acusando al monarca de traición y obligándole a refugiarse con su familia en la Asamblea Legislativa, situada en la sala del Manège, en un edificio de la calle de Rivolí contiguo al palacio para ser juzgado mientras se convocaban elecciones para la formación de un nuevo régimen.
El 21 de septiembre del mismo año fue proclamada la república en la Sala Souflot del palacio y a partir de ese momento recibió el nombre de Palacio Nacional, instalándose el Comité de Salvación Pública en el pabellón de Flora, al que se renombró como el «pabellón de la Igualdad», en el pabellón de Marsan, renombrado como el «pabellón de la Libertad» se instaló el Comité de Seguridad General y el pabellón del reloj fue renombrado como «pabellón de la Unidad».
El 19 de febrero de 1800, Napoleón Bonaparte, entonces Primer Cónsul, se instala en el palacio tomando por vivienda el primer piso, ocupando el antiguo apartamento del Rey. Para la coronación del emperador el 28 de noviembre de 1804 el Papa Pío VII visita el palacio quedándose en él hasta abril de 1805. En 1806, Napoleón mandó a los arquitectos Charles Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine a construir el Arco de Triunfo del Carrusel que iba a servir de entrada oficial al palacio, flanqueado por una larga verja que separaba el patio de acceso de las calles que permanecían entre Las Tullerías y el Louvre. También mandó cerrar con una galería el lateral norte del palacio que lindaba con la calle de Rivolí.
Bajo el reinado de Luis XVIII, el palacio conserva su función de residencia real, siendo de su preferencia por el monarca. Del 12 de julio de 1830, durante la revolución llamada «Las Tres Gloriosas», el pueblo de París invade y saquea el palacio, obligando a Carlos X a abandonarlo y partir al exilio, quedando deshabilitado hasta el 16 de octubre de 1831, fecha en la que el Rey Luis Felipe I deja su residencia en el Palais Royal para alojarse en el. A petición del mismo los arquitectos Percier y Fontaine hicieron la supresión de las terrazas occidentales y la creación de la gran escalera.
Con la instauración del II imperio el palacio de Las Tullerías vuelve a convertirse en residencia imperial, siendo escenario el 29 de enero de 1853 del casamiento de Napoleón III y Eugenia de Montijo.
Terminación del palacio
Es Napoleón III quien da terminación al palacio de Las Tullerías por donde el mismo se une por su flanco norte al Palacio del Louvre con el que formaba una sola unidad. Esta época es la de mayor esplendor del palacio donde se sucedían lujosas fiestas palaciegas.
Destrucción del palacio
Las crecientes tensiones entre Francia y Prusia se desencadenaron en la guerra franco-prusiana. El conflicto comenzó el 19 de julio de 1870, cuando Francia declaró la guerra a Prusia. Sin embargo en la guerra el ejército francés demostró estar absolutamente poco preparado, sufrió una desastrosa derrota en la batalla de Sedán y dejó abierto el camino a París. Para septiembre los alemanes habían rodeado por completo la ciudad y comenzado un sitio que duró más de cuatro meses. El 5 de enero, los ejércitos alemanes comenzaron un bombardeo de la ciudad derrotando las tropas francesas, provocándose a la derrota de esta una revuelta popular y la creación, en marzo de 1871, de la Comuna de París: un gobierno revolucionario formado sobre la base de los principios anarquistas y socialistas. La revuelta fue sanguinariamente sofocada en mayo de 1871 por las tropas francesas lideradas por Adolphe Thiers.
Durante el breve período en que los miembros de la Comuna controlaron París, incendiaron varios edificios de la ciudad, el 23 de mayo el federado Bénot conduce una banda por todos los apartamentos del palacio Las Tullerías y hace rociar las paredes de petróleo prendiéndole fuego al mismo. Como partes del edificio servían para almacenar barriles de pólvora, el fuego produjo una explosión hundiéndose la cúpula central, salvándose solamente los pabellones de Marsan y el de Flore, que forman las esquinas y los laterales del palacio. En 1883 las ruinas que quedaron del palacio de Las Tullerías fueron destruidas totalmente.
Proyecto de reconstrucción del palacio
Bajo la iniciativa de la Academia del Segundo Imperio, en el 2004, se comienza la reconstrucción del palacio. En el 2006, el Ministerio de Cultura y Comunicación creó por decreto ministerial una comisión de estudios presidida por el ex ministro de cultura Maurice Druon. Este proyecto, que no ha encontrado oposición por parte del gobierno francés ni del Ayuntamiento de París, ha sido muy controvertido en la opinión pública francesa y el Comité Nacional para la reconstrucción de Las Tullerías, fundado en un impulso que va más allá de las generaciones, de las tendencias políticas, de las culturas y de las fronteras, por un crisol en donde se ha buscado y se ha encontrado la Francia moderna ha sido el encargado de reunir los fondos necesarios para ejecutar dicha reconstrucción.
Las Tullerías es de esos auténticos monumentos de memoria, cargados de Arte y de Historia.