Palacio del Marqués de Arcos

Palacio del Marqués de Arcos
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Obra Arquitectónica
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Descripción
Localización:Mercaderes núm. 16 e/ Empedrado y O'Reilly, Plaza de La Catedral, La Habana Vieja, Bandera de Cuba Cuba

Palacio del Marqués de Arcos. Ubicada en el lado este de la Plaza de la Catedral, fue la morada de la familia del Marqués de Arcos hasta principios del siglo XIX. Construida entre 1741 y 1746, se considera la más destacada de la plaza y una obra de excepcional valor dentro de su época.

Historia

En 1741, en el terreno que ocupaban los solares de dos viviendas derribadas, fabricó su residencia Diego Peñalver y Angulo, tesorero de la Real Hacienda, para lo cual hizo cerrar un callejón lateral. Más tarde le hizo portales y la amplió para instalar la Tesorería.

La casa permaneció como morada de la familia hasta principios del siglo XIX. En 1828 fue ocupada por la Administración de Correos y entre 1844 y 1869, por la Sociedad Liceo Artístico y Literario.

Posteriormente se fue subdividiendo para viviendas, lo que aceleró su deterioro.

El 10 noviembre de 2016 reabrieron las puertas del Palacio del Marqués de Arcos, devenido Liceo Artístico Literario de esta capital. La casona colonial, construida en 1741, ha sido devuelta al público como una institución cultural concebida como espacio de creación, promoción y apreciación del arte cubano, expresó Eusebio Leal Spengler.[1].

Características arquitectónicas

Distinguen a esta vivienda de otras de su tipo, la notable altura, la gran portada de entrada por la calle Mercaderes que abarca sus dos plantas y su monumental caja de escalera. Se han encontrado coincidencias entre las características arquitectónicas de este inmueble y el colegio jesuita, seminario de San Carlos y San Ambrosio, en cuanto al patio claustral, la bóveda poligonal abocinada, el espacio interior de la caja de escalera y las proporciones y formas de las columnas que se emplearon en las galerías.

Estas coincidencias parecen revelar la intervención de un mismo constructor que no ha podido ser identificado, innovador en lo que respecta al uso del arco poligonal, motivo muy común de la arquitectura colonial mexicana. Se sabe que el tesorero Peñalver estuvo muy ligado a la orden de los jesuitas y contribuyó con donaciones para su iglesia. Uno de sus hijos profesó dentro de la Compañía y terminó sus días en el exilio.

En este inmueble, describe Carlos Venegas, se multiplican las arcadas en una dimensión extraordinaria, como si esta plenitud de arcos anunciara el título de nobleza otorgado a fines del siglo al hijo de Diego Peñalver, primer Marqués de Arcos, heredero de la hacienda Arcos de Canasí, al este de la ciudad.

De estilo barroco, consta de dos fachadas. La entrada por Mercaderes tiene una portada central con un balcón individual y flanqueado por otros corridos. Esta entrada da a un zaguán que conduce a una galería que abre al patio central. A la izquierda de esta galería se encuentra la suntuosa escalera de estilo de palacio italiano.

La fachada que da a la plaza tiene un portal compuesto de cinco arcos sobre columnas dóricas y una planta encima de este con un balcón corrido. Esta fachada es asimétrica, con tres arcos de ventanales a la derecha.

En la planta alta se distingue la amplia habitación que da a la calle Mercaderes, que cubre todo el frente de este piso.

Referencias

Fuentes