Calle O'Reilly

Calle O'Reilly
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Calle de La Habana, Cuba
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TipoCalle
OrientaciónDe Este a Oeste
Nombres anterioresHonda, Del Sumidero, Del Basurero y de la Aduana

Calle O'Reilly. Vía conocida de la La Habana, que une la Plaza de Armas con el Parque Central en La Habana Vieja de Cuba.

Límites

Dibujo de Samuel Hazard, viajero norteamericano que describió la vida y costumbres cubanas de la Isla, en su libro Cuba with pen and pencil. Londres, 1871 (Colección Roig de Leuchsenring).

Nace frente al canal de entrada de la bahía, pasa por la entrada principal del Castillo de la Real Fuerza, a un costado del Palacio de los Capitanes Generales, actual Museo de la ciudad y por innumerables viviendas y otras instalaciones coloniales, y termina en la Plazoleta de Albear, frente al Parque Central de La Habana.

Otros nombres

Se conoce desde finales del siglo XVI con los nombres de calle Honda, Del Sumidero, Del Basurero y de la Aduana. Su nombre actual lo toma del subinspector Segundo Cabo Alejandro O'Reilly, quien entró por esta vía en 1763, cuando la restauración española, tras un año de ocupación británica.

Historia

Durante la época colonial y hasta 1863, fue la principal salida de intramuros, por la puerta de Monserrate de la gran muralla.

Los directorios y guías, comerciales y/o sociales, constituyen la principal fuente para apreciar la calle O'Reilly como el eje comercial importante que fue, principalmente, en los finales del siglo XIX y en las tres primeras décadas del XX.

Es notable que, durante los años cuarenta y cincuenta de esa centuria, la supremacía en este sentido la tenían las calles San Rafael, Galiano y Neptuno, por lo que la mayor cantidad de anuncios en estas décadas corresponden a esas vías de la Habana extramuros, entonces de moda. No obstante, tanto O'Reilly como Obispo, continuaron siendo los corredores comerciales por excelencia de la antigua ciudad. Precisamente, la pesquisa en estos directorios, y en revistas importantes de la época como El Fígaro y Social o los Libros de Cuba de 1917 y 1925, consideraron los siguientes establecimientos como los más acreditados del momento.

Resulta curioso e interesante un anuncio de la Revista Social, de septiembre de 1924, donde exponía justamente, que ella sólo promovía los negocios que gozaban de fama y reputación. En el artículo se respetó el lenguaje y la descripción de la prensa que, a la sazón, así los concibió.

Placa de la Calle O'Reilly
  • Las Galerías. O'Reilly y Compostela. (Tienda de confecciones) Las Galerías fueron inauguradas el 24 de noviembre de 1913, por los señores Oteiza, Castrillón y Hno., en O´Reilly y Compostela, uno de los lugares más céntricos y transitados de la ciudad entonces. Era ejemplo del progreso mercantil, que debía visitarse por el suntuoso y admirablemente surtido del establecimiento. En lo que a ropa blanca se refiere, era una especialidad, excepcional, peregrina, como hasta ese momento no se había tenido ocasión de ver en La Habana. (El Fígaro, 1914)
  • El Siglo. Era un establecimiento en su giro, orgullo de La Habana, de los señores Murgueza y Cía., que abrió sus puertas en O´Reilly y Habana. Nada más regio ni exquisito en materia de muebles que el surtido de esa casa, la casa propia para adquirir los muebles que se necesitaban. (Libro de Cuba, 1925)
  • La Casa Carmona. O'Reilly, antiguo 47. (Cuero y calzado). La Casa Carmona era el lugar de La Habana donde se encontraba todo lo relacionado con cuero y calzado: artículos en los que se especializaba. Fue fundada en 1870, por el señor Matías Carmona, ocupando entonces un reducido local en la casa N° 47. Más tarde formaron parte de la sociedad de los gerentes en esta fecha Manuel Díaz Granda y Alfredo Álvarez y Suárez, y un nuevo impulso adquirió entonces el negocio. Miles de pares del famoso calzado Rompe-Roca y miles de pares de la más popular polaina de Cuba, la de marca Toro, fabricadas en sus grandes talleres de talabartería y zapatería, eran distribuidos por toda la isla y buscados por el público consumidor que deseaba lo bueno, con preferencia, pues estas eran marcas de garantía. (Libro de Cuba, 1925)
  • Casa Giralt. O'Reilly 457, antiguo 61. (Efectos musicales) El día 3 de septiembre de 1898, apenas terminada la guerra de independencia, fue establecida esta casa por el señor José Giralt y Pagés en el local de Presidente Zayas (O´Reilly) N° 61, habiendo girado por más de diez años bajo su sola firma hasta que, dando ingreso a su hijo, el señor José Giralt y Cibera, en calidad de socio gerente, cambió aquella por la razón social de J. Giralt e Hijo como era comúnmente conocida en las esferas del negocio de pianos y efectos musicales en general, a que se dedicaba. A las iniciativas del fundador de esta sociedad se debe, en gran parte, el desarrollo musical que ha podido observarse en Cuba durante los últimos 20 años, (es decir, las dos primeras décadas del siglo XX) pues fue él quien estableció el sistema de ventas de pianos a plazos que facilitó el medio de obtener educación musical en miles de hogares propiciando la extensión de la cultura aún a las más modestas esferas sociales. La importancia del negocio de pianos entonces en nuestro país se debía también, principalmente, a la misma iniciativa, pues lo que era un modesto medio de vida para un limitado número de establecimientos fue luego fuente de prosperidad para muchos, y este desarrollo llegó a obtener tales proporciones que Cuba llegó a ser el tercer país consumidor de instrumentos musicales entre los de América Latina.

A la razón social de J. Giralt e Hijo se debía, además, la implantación de la industria de pianos en Cuba y sus productos merecieron los más cálidos elogios de artistas nacionales y extranjeros, muchos de los cuales los calificaron como instrumentos a la altura de los más afamados de Europa y América, habiendo, además, obtenido recompensas de Gran Premio y Medalla de Oro en las Exposiciones Internacionales de Panamá y San Francisco, California, a que concurrieron. La Casa Giralt gozó fama de vender solo instrumentos de la mejor clase y aquellos que se preocupaban de la calidad de lo que adquirían fueron los que constituyeron su clientela. Entre las marcas por ella representadas se hallaban los famosos pianos Steinsway, considerados como los instrumentos modelo del mundo y las no menos famosas Pianolas y Pianos: Pianolas Reproductoras Duo-Art de la Compañía Aelolín. La razón social bajo la cual giró este negocio fue la de Giralt, S.A., y estaba constituida por los mismos intereses de la anterior denominación de J. Giralt e Hijo. (Libro de Cuba, 1925)

  • P. Ruiz y Hno. O'Reilly y Habana. (Grabadores y papeleros) Tuvo primero su sede en la calle Obispo, en un establecimiento modesto, pero elegante. Luego se trasladó para una soberbia estructura, moderna, de la calle O´Reilly esquina a Habana. Gran papelería de P. Ruiz y Hno., entusiasta grupo de jóvenes artistas cubanos, que hacía maravillas en el arte de grabar. Tenían verdaderas obras de arte en tarjetas de bautizo, de visita, invitaciones de bodas, menús, papel de carta, entre otros. Sus talleres, recién instalados entonces, poseían la más perfeccionada maquinaria para todo lo concerniente al ramo. (Social, 1919)
  • Casa de Álvarez. (Antonio Álvarez Suárez, S. en C.) O´Reilly 503, antes 73. (Efectos musicales) Desde 1916 se dedicó a vender lo mejor de música. Tenía las oficinas, la tienda, los almacenes, la biblioteca de rollos y discos, y el salón de audiciones, todo con sencillez y pulcritud. Había en esta casa rollos de todos los países y gustos. El señor Álvarez fue director y fundador del Conservatorio Espadero de Santa Clara desde 1895, de allí venía su conocimiento y experiencia para dirigir este gran almacén de música, pianos y fonógrafos. Había Victrolas y Columbias, entre otros magníficos aparatos.

Los pianos de esta casa eran de la acreditada marca Rica, fabricados en Nueva York. También tenían un variado número de pianolas. En instrumentos de cuerda y sus accesorios no tenían que envidiar a ninguna casa del mundo. De 15 a 20 mil discos vendía esta popular firma al año, y tenía más de 12 empleados a las órdenes del público en esos departamentos. Un capital gastaron en reformas para la nueva sede. Esta acreditada casa, todos los miércoles y sábados, en las tardes, daba conciertos de victrolas, pianolas y un quinteto. (Social, 1921)

  • Restaurant París. O'Reilly 166, antes 14. El nombre de Alfredo Petit, era uno de los más conocidos de La Habana. No había personas de gustos refinados que no acudiesen al París, y con el tiempo aumentó su buen nombre. El restaurante, ubicado en O´Reilly número 14, fue fundado en 1870, y se abría al público de 8 de la mañana a 9 de la noche. Se hablaba español, inglés, francés y alemán. Tenía 24 mesas, para 60 personas, un salón y un reservado. (El Libro Azul, 1917)
  • Atelier Otero. O'Reilly 459, antes 63. (Estudio fotográfico y de pintura) No se podía hacer una reseña, por pequeña que fuera, de las artes gráficas de La Habana, sin detenerse en el Estudio Fotográfico y de Pintura que Don Antonio Otero tenía montado en la calle de O´Reilly número 63. Hacía 24 años que este estudio artístico estaba abierto al servicio público: fue fundado en 1893 por este propietario. Don Antonio Otero que, desde muy joven mostró aficiones por la Fotografía y la Pintura, se esforzó siempre porque su taller gozara de excelente reputación pública. Toda vez que ha concurrido a exposiciones artísticas de su género, sus trabajos han salido premiados. Su taller era generalmente conocido con el nombre de Atelier Otero. La casa hacía fotografías de todo tamaño y clase. Se reproducían y ampliaban retratos. Se hacían fotografías en colores y retratos al platino, óleo, creyones y pasteles. Y para complacer a la más amplia clientela, aceptaba órdenes para tomar fotografías a domicilio. Se hablaba español, inglés y francés. (El Libro Azul, 1917)
  • Porto Rican Express Co. O'Reilly 314 antes 50. (Servicios de expresos entre New York y Cuba) Establecida desde 1912, cada año había crecido y se hacía popular, y el número de sus clientes era enorme. Esta agencia se dedicaba al servicio de expresos entre New York y Cuba, y eran además, agentes de aduana y agentes de embarques. (El Libro Azul, 1917)
  • Carbonel y Cía. O'Reilly 260, antes 34. (Efectos de avicultura, semillas, plantas y flores) Los señores Carbonel y Compañía duvieron montado en la calle O´Reilly número 34, un establecimiento dedicado a efectos de avicultura, semillas, plantas y flores. Importaban directamente de España, Europa y Estados Unidos. Representaban una casa dedicada a la fabricación de incubadoras de huevos. (El Libro Azul, 1917)
  • Compañía Dental de La Habana” O'Reilly 456, antes 70. (Artículos dentales) Bajo la dirección del doctor Arquímedes Recio, se había establecido en la calle de O´Reilly número 70. Esta compañía significó un notable adelanto en costumbres profesionales, particularmente para el ejercicio de la cirugía dental, que había alcanzado en Cuba tan extraordinario refinamiento. (El Fígaro, 1911)
  • Enrique Salcedo. O'Reilly 215, antes 9 ½. (Drogas, productos químicos y farmacéuticos) El señor Enrique Salcedo tenía en Cuba la representación de los señores Brewer Co. De New York y Boston. Esta empresa se dedicaba al negocio de drogas, productos químicos y farmacéuticos, realizando grandes exportaciones a diversos países y por toda Cuba. Salcedo realizó una labor extraordinaria en la prosperidad de este negocio, asumiendo siempre la representación de casas extranjeras. A partir del año 1908 hasta 1914, estuvo viajando por países centro y suda-americanos. (El Libro Azul, 1917)
  • La Casa de Perfecto Díaz. O'Reilly 309, antes 19. (Joyería) En su establecimiento de joyería, de la calle O´Reilly número 19. El joven Sr. Díaz era todo un “gentleman”. El surtido de su acreditada joyería estaba hecho personalmente por él de los grandes establecimientos de joyas de París y Londres, Pforzheim y Estados Unidos. (El Fígaro, 1913)
  • Harris Brothers Co. O'Reilly 526 antes 106. (Papelerías y muebles para oficinas) Esta entidad, conocida también como Harris Bross Co., se dedicaba a la comercialización de papelerías y muebles para oficinas, en especial artículos de escritorio, objetos de arte, cuadros, espejos, etc. Instalada en La Habana desde los primeros años de la República, en 1914 decidió construir casa propia, en correspondencia con la prosperidad alcanzada en sus negocios.

El edificio contaba con cuatro pisos y fue realizado con una estructura de hormigón. La planta baja era un inmenso salón con vitrinas, donde se exhibían los variados artículos que expendía la casa. Los pisos altos se dedicaban a almacenes y oficinas de la compañía. La entrada principal era por O'Reilly. La fachada que da a la Calle Monserrate estaba compuesta por elementos decorativos geométricos. La planta baja tenía amplios ventanales y almohadillado en la superficie de las paredes, mientras el resto del edificio se mantenía unificado mediante pilastras continuas, y rematado por una cornisa. (Tomado de Llilian Llanes: 1898-1921: La transformación de La Habana a través de su arquitectura.)

Parques e instituciones

  • Monumento a los marinos mercantes cubanos. Al comienzo de la calle de O'Reilly se halla el monumento a los marinos mercantes cubanos, fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Monumento a los marinos mercantes cubanos

Se trata de un sencillo obelisco de piedra blanca, con una escultura de bronce en la que aparece la figura de un marino frente al timón de un barco, y a sus pies otros dos marineros caídos mortalmente.

En su parte inferior hay una tarja con la siguiente inscripción: “República de Cuba, ministerio de Obras Públicas. Homenaje del Club Rotario a los marinos cubanos muertos en el cumplimiento de su deber durante la Segunda Guerra Mundial”.

Más abajo aparecen los nombres de los 76 mártires. Entre julio de 1942 y febrero de 1944, fueron torpedeados por submarinos nazis los buques cubanos Santiago de Cuba, Manzanillo, Mambí y Libertad, y cañoneadas las naves Nicolás Cuneo y 24 de febrero, así como chocado el buque Mínima. El capitán de navío de la Marina de Guerra Revolucionaria Norberto Collado Abreu, quien trajo a Cuba como timonel el Buque Granma,  ejercía como sonadista del caza submarinos número 13, el 15 de mayo de 1943, y detectó y hundió cerca del puerto de Nuevitas, al submarino alemán U Boat 176.

  • Casa Víctor Hugo. Entre los objetos que conforman la muestra permanente de la Casa Víctor Hugo se halla una reproducción de la mascarilla mortuoria del célebre escritor, documentos, y otras piezas de gran valor patrimonial donadas por Francia. O'Reilly número. 311 e/Habana y Aguiar, La Habana Vieja.
  • Monumento a la Universidad. El proyecto evoca la imagen histórica del antiguo convento con una torre similar a la de la Iglesia de San Juan de Letrán. El edificio, que conjuga elementos tradicionales y contemporáneos, de uso multifuncional, y acoge al Museo de la Universidad cubana, se levantó en 1982 para conmemorar la fundación de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana, el 5 de enero de 1728, en el desaparecido Convento de San Juan de Letrán de la Orden de Santo Domingo. La Universidad, secular a partir de 1841, se mantuvo aquí hasta 1902, cuando la institución se trasladó a su actual sede en la barriada del Vedado. El Convento de San Juan de Letrán fue demolido en 1957 para dar paso a una terminal de helicópteros en el moderno edificio que aparece hoy a espaldas del Palacio de los Capitanes Generales y ha sido restaurado de manera integral por la Oficina del Historiador de la Ciudad. O’Reilly e/ Mercaderes y San Ignacio, La Habana Vieja.
  • Palacio del Segundo Cabo . A mediados del siglo XIX fue la sede del General Segundo Cabo, vicegobernador de Cuba. Después de la independencia acogió al Senado del país, al Tribunal Supremo y a varias academias. Hoy es sede del Instituto Cubano del Libro y de las editoriales Letras Cubanas y Arte y Literatura. O'Reilly número. 4 esq a Tacón, Plaza de Armas, La Habana Vieja.
  • Factoría Habana. Para la difusión del Arte francés, donde se promueve el Arte contemporáneo, en el edificio marcado con el No. 308. La edificación que ahora acoge esta institución cultural fue construida a mediados del siglo XIX y, como es de suponer, tuvo en el decursar del tiempo disímiles propietarios. Hacia 1898 su estado de conservación era ruinoso, como consecuencias de un incendio que hizo mellas en la edificación. En igual fecha fue comprada por el Sr. Manuel Fernández Cibrián, quien tuvo a su cargo la demolición de la vetusta fábrica y la construcción de un nuevo edificio de dos pisos, el cual fue ampliado posteriormente una vez entrado el siglo XX, mostrándose de planta baja y dos pisos altos. Fue terminado en 1905. El edificio se destinó para almacén y comercio, de ahí sus elevados puntales y amplitud de sus áreas, abiertas y sin divisiones.
  • Monumento a Fernando VII. Obra del escultor español Antonio Solá, está dedicada al soberano de España entre 1814 y 1833; fue promovida por Claudio Martínez de Pinillos, conde de Villanueva, y ocupó el espacio central de la Plaza de Armas en 1834. En 1955 fue removida de su sitio original para dar paso a la de Carlos Manuel de Céspedes. O'Reilly e/ Tacón y Baratillo, La Habana Vieja.
  • Hotel Marqués de Prado Ameno. En este hotel sirvió como esclavo de los Marqueses de Prado Ameno, durante la época de la colonia, el famoso poeta negro Juan Francisco Manzano, quien obtuvo su libertad gracias a negociaciones de algunas ilustres personalidades de la época.

Duelo

El duelo más recordado de la historia republicana de Cuba, fue el ocurrido en la esquina de O'Reilly y San Ignacio el 9 de diciembre de 1910, entre dos representantes a la Cámara, el general de brigada Silverio Sánchez Figueras y coronel Severo Moleón Guerra, por discrepancias en el canje de los terrenos donde se construiría el Capitolio Nacional.

Sánchez se tropieza con Moleón en esa esquina, este último le dispara un balazo en el estómago, al tiempo que Sánchez extrae su arma y dispara en el cuello de su agresor. Horas después Moleón fallecía y Sánchez Figueras era dado de alta.

Enlaces relacionados

Fuentes