Parque ceremonial indígena de Caguana

Parque Ceremonial Indígena de Caguana
Información sobre la plantilla
Ciudad antigua de Puerto Rico
Bandera de Parque Ceremonial
Bandera

Escudo de Parque Ceremonial
Escudo

EntidadCiudad antigua
 • PaísBandera de Puerto Rico Puerto Rico
Caguanaparquecerewmonial.jpg
Vista del Parque ceremonial.

Parque Ceremonial Indígena de Caguana. Es uno de los yacimientos ceremoniales más importantes del Caribe, Puerto Rico.

Localización

Se encuentra localizado en el Barrio Caguana del Municipio de Utuado, Puerto Rico. El tamaño de sus plazas y la cantidad y calidad de sus petroglifos lo destacan como un centro de primer orden.

Historia

Descubierto a principios del siglo XX; este parque nacional figura entre los más importantes yacimientos arqueológicos del Caribe. El parque indígena, consta de doce bateyes rodeados por una variedad de piedras con petroglifos.

El sitio era conocido como los "Corrales de los indios". Los primeros trabajos de exploración estuvieron a cargo del antropólogo estadounidense John Alden Mason en 1914. A partir de los años treinta, ha sido sistemáticamente excavado y estudiado; en 1938 el arqueólogo de la Universidad de Yale, EE.UU, Irvin Rouse (1913-2006) recuperó cerámica -escasa-, en su objetivo de elaborar una cronología cultural para Puerto Rico. Para 1956 el Instituto de Cultura dirigido por Dr. Ricardo Alegría trabajó para la restauración y en 1965 fue inaugurado el Parque con un pequeño museo.

El Centro Ceremonial de los indios taínos en el barrio Caguana de Utuado data aproximadamente del año 1200 A.C. Fue descubierto a principios del siglo 20 y excavado por muchos arqueólogos. Se encontraron numerosos objetos de barro y piedra, trozos de madera, plazas ceremoniales, monolitos y petroglifos.

Descripción

Caguana era un centro ceremonial donde se reunía una gran muchedumbre de poblados vecinos para participar de importantes actividades sociales y religiosas.En las plazas se celebraban actividades de diversa naturaleza, entre las cuales se encontraba el juego de la pelota. Tanto a la plaza se le llamaba batey y al juego, batey o batú, en el lenguaje indígena. Se jugaba entre dos equipos, de diez a treinta jugadores, todos hombres. El Instituto de Cultura Puertorriqueña adquirió y restauró este valioso monumento de la etnia aborigen de Puerto Rico. Se conserva en un entorno de flora natural. Las ceibas, ausubos, capás, tabonucos, palmas reales, cedros, marías y otros árboles y plantas nativas de la isla embellecen el lugar.

La asociación de las plazas parece indicar la existencia de un centro de grandes y complejas ceremonias cívicas y religiosas entre las que se destacaban el areyto y el batú (juego de pelota). El tipo de cerámica encontrada y su escasez, indican una limitada actividad de vida diaria, los bohíos -viviendas- estaban cerca de la plaza principal.

Los monolitos donde se encuentran los grabados, pesan más de una tonelada y fueron traídos desde las riberas del río Tanamá. Entre los petroglifos hay figuras de animales, caras humanas sin cuerpo, probablemente representado a caciques, y figuras humanas completas con rasgos zoomorfos que podrían simbolizar antepasados ligados con las actividades o areytos que allí se desarrollaban.

Los petroglifos en sí son cemíes monumentales, simbolizando un concepto de fuerza y energía sobrenatural. Era una creencia común que los espíritus de los antepasados se convertían en poderosos cemíes a los que se les debía rendir culto.

Hacia el noroeste del sitio hay un conjunto de montañas, cuya apariencia se asemeja a un cemí de tres puntas; típica representación de Yocahú, el "Señor de la yuca". Pudo haber sido objeto de culto y estar asociado a Cauta, la montaña sagrada donde se ubicaba Cacibajagua, la cueva del origen de los taínos.

Fuentes