Pedro del Frago y Garcés
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Pedro del Frago y Garcés Obispo de Huesca.
Enciclopédico
(Uncastillo, Z., h. 1500 - Huesca, 2-II-1584). Obispo de Huesca. Hijo de Sancho del Frago, caballero infanzón, y de María Garcés. Estudia en la Sorbona, coincidiendo en la misma Facultad de Teología con San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. Su hermano, fray Jerónimo, es profesor entonces (1530), muriendo como canónigo de Pamplona en 1537. Del Frago es doctor en Teología y maestro de Artes, e ingresa como profesor en la Universidad Sertoriana de Huesca. Pasa luego a ser familiar del obispo de Badajoz, Don Francisco de Navarra, nieto del duque de Alburquerque, con quien marcha al Concilio de Trento y sólo figura en el mismo a partir de la segunda etapa (1551-1552), como «teólogo asesor» En 1562 lo presenta Felipe I (II de Castilla) para el obispado de Alés (Cerdeña); desde 1566 es obispo de Alghero, en la misma isla, entonces de dominio español; a partir de 1572 ocupa la diócesis de Jaca (siendo el primer obispo de esa ciudad tras su separación de Huesca), y el 1-I-1577 es trasladado a la sede de Huesca vacante por la muerte de Diego de Arnedo.
El apodo que recibe en Trento por sus compañeros es el de «Doctor Porfiado», honrando así a su constancia en la defensa de sus conclusiones teológicas acerca de los sacramentos del orden y del matrimonio, de la existencia de purgatorio y de la devoción a las imágenes y a las reliquias. Reedifica en Uncastillo la iglesia de San Andrés, donde yace, y anexo a ella funda un hospital para pobres, de cuya dirección y administración encarga a una junta; la iglesia está decorada con pinturas murales por D. Martínez. Es sumamente elogiosa la carta que le dirige el papa Paulo IV, el 20-I-1564, recordando su actuación conciliar, que califica como «piadosa y útil labor». Su biblioteca abarca todos los conocimientos humanos de su tiempo, abundando las obras clásicas en griego, hebreo y latín, sin que faltaran otras en italiano, francés y alemán. La cultura de Del Frago era extraordinaria. Implanta en Huesca la reforma del calendario y funda el primer Seminario Conciliar de Santa Cruz en 1580.
Publicó diversos opúsculos, unos en latín y otros en castellano, parte de los cuales se conservan en El Escorial. Y es el obispo Frago, natural de Uncastillo (donde hacia 1124 se edifica, en opinión de P. Galindo, la primera iglesia dedicada en España a San Lorenzo), el portador de una reliquia de dicho santo, desde Roma a su diócesis oscense.
Literatura
Además de dirigir las tan famosas fiestas en honor de San Lorenzo, cuyos restos se trasladaban desde Roma, bajo su iniciativa se celebran también las dedicadas a San Orencio y Santa Paciencia. La obra de Pedro del Frago queda vinculada de un lado a esa larga tarea episcopal y teológica, y de otro al grupo de poetas hispano-latinos aragoneses del siglo XVI. Al primer grupo pertenecen Oratio Petri Fragi (1551), Diálogos (1560), Liber constitutionum (1582), Discurso sobre el Crismón de muchas iglesias de Huesca, Constituciones sinodales, Cartas literarias y políticas y Tratados sobre temas de la Sagrada Escritura. Estos títulos defienden los postulados contrarreformistas y trentinos de los que fuera gran paladín. Una óptica que no desaparece ni en el análisis de la Historia Sagrada ni en las normas sobre la educación de los sacerdotes y su función en el mundo. Como poeta utilizó el latín, y sus versos, de poca calidad, giran fundamentalmente alrededor de temas religiosos. Sobresalen Ad Elisabetam Valesiam, escritos a raíz de la boda de Isabel de Valois con Felipe I (II de Castilla), y Poesías diversas.
Fuentes
- Artículo sobre
Pedro del Frago y Garcés publicado en la Gran Enciclopedia Aragonesa. Consultado el 5 de Marzo de 2019. (Licencia Creative Commons)