Piquillacta

Piquillacta
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Piquillacta es un sitio arqueológico pre-inca del Cusco. Fue una ciudadela inmensa donde habitaron hasta 10 mil personas pertenecientes a la cultura Wari (del siglo VII al XIII d.c). Su diseño urbanístico y arquitectónico posee significativas diferencias con los sitios incas abundantes en Cuzco. Se trata de uno de los sitios arqueológicos anterior a los incas mejor conservados en el Perú.

Ubicación

La zona arqueológica de Piquillacta se encuentra ubicada a 30 kilómetros al sureste de la ciudad del Cusco. Pertenece al distrito de Lucre, en la provincia de Quispicanchis, en el departamento del Cusco. Geográficamente, está a 3,350 metros sobre el nivel del mar en un área de aproximadamente 50 hectáreas. Cerca está la laguna Huacarpay y el río Vilcanota.

¿Qué significa Piquillacta o Pikillaqta?

Piquillacta es una palabra quechua donde piki significa pulga, y llaqta, pueblo; se podría traducir como “el pueblo de las pulgas”, pero piki también hace referencia a algo muy pequeño, diminuto, por lo que también podría significar “pueblo pequeño”. Se sabe que el nombre Piquillacta le fue asignado luego de la llegada de los españoles. Y aunque se desconoce su nombre en el incanato, es posible que haya sido Muyuna (en circuito) o Muyna (de mal humor). En la actualidad este lugar es conocido como Huacarpay y es parte del complejo de Pikillaqta en el Valle Sur del Cusco..

Historia

Piquillacta fue construido aproximadamente en el siglo VII, en la época de expansionismo de la cultura Wari, la cual abarcó gran parte de la región sur del Perú. La ciudadela albergó a más de 10 mil personas entre artesanos, sacerdotes y familias. Para este objetivo, los waris edificaron 508 colcas (almacenes), 200 canchas y 700 edificios de diversas características. La ciudadela vivió su época de esplendor entre el año 700 y 800 d.c., cuando todavía los incas no hacían su aparición en la región Cusco. Debido a la inmensa área que abarca, los trabajos de investigación en Piquillacta siguen su curso hasta la actualidad. No se tienen evidencias incas en la zona por lo que se cree que jamás entraron en contacto con la civilización Wari. Todos los hallazgos: cerámicas, herramientas, ofrendas y restos óseos pertenecen a la cultura pre-inca. Sin embargo, muchas de las prácticas y conocimientos Wari fueron tomados por los incas para la construcción de sus principales templos y ciudadelas. Actualmente, Piquillacta es uno de los destinos turísticos más importantes del Valle Sur del Cusco..

Piquillacta: la fortaleza wari del Valle Sagrado

La ciudadela presenta una planificación urbana notable, con un plan geométrico casi perfecto, siendo los edificios, canchas y plazas de forma rectangular y cuadrada. Las construcciones, de piedra sin tallar y adobe con argamasa, están ordenadas en conjuntos separados por calles rectas y circundadas por muros de hasta 12 m de alto, que la asemejan a una fortaleza. Acerca de su perímetro amurallado, el motivo de su construcción no habría sido otro que la protección del sitio de las etnias cercanas asentadas en el Cusco pre-inca, que opusieron una tenaz resistencia a la ocupación wari, que finalmente se impuso. Construida en la quebrada del río Lucre, Piquillacta se erigió con la finalidad de controlar las nuevas tierras en el valle del Urubamba, ubicado en las cercanías. Sin embargo, el principal centro administrativo de la región habría sido abandonado de forma planificada al iniciarse el proceso de colapso del Estado Wari hacia el año 900 d.c..



Fuentes