Pleuroneumonía contagiosa de la cabra

Pleuroneumonía contagiosa de la cabra
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Clasificación:Enfermedad

Pleuroneumonía contagiosa de la cabra, es una de las enfermedades más graves en las cabras, afecta el tracto respiratorio, es extremadamente contagiosa y con frecuencia mortal.

Historia

Descrita primero por Thomas (1873), en Argelia, donde se le conoce desde tiempo inmemorial por los árabes con el nombre de Boufrida, la observaron después, en los Pirineos, Duquesnoy (1888), y, más tarde, Leclainche (1895). En 1894 y 1895 se presentó en varias comarcas de Alemania, en particular en los alrededores de Dresde y en Turingia, en machos cabríos que habían sido importados de Suiza y luego en cabras indígenas, a las que la transmitieron.

Etiología

El agente patógeno es un microorganismo parecido al causante de la perineumonía, y que Longley denomina Borrelomyces peripneumoniae caprae. Edward lo considera como una variedad del agente causante de la perineumonía, porque corresponde con él punto de vista de las características culturales y por su comportamiento antigénico, por lo cual lo denomina Asterococcus mycoides var. capri. Se encuentra en los tejidos pulmonares enfermos y en el exudado pleural. La inoculación subcutánea de este material sólo origina una reacción inflamatoria localizada; por el contrario, la inyección intrapulmonar o intraperitoneal causa la enfermedad en las cabras. Las ovejas pueden enfermar también; sin embargo, los terneros resisten la infección artificial.

Síntomas

La enfermedad comienza después de un período de incubación de 8 - 10 días y en caso excepcional de 20 con fiebre y catarro de las vías respiratorias. Al cabo de 3 a 5 días, la respiración está ya notablemente pertubada, y el examen físico de la caja torácica revela, por lo regular, sólo en un costado, una pleuresía exudativa o hepatización de parte del pulmón. Luego la enfermedad empeora de moda ya rapidísimo, ya paulatino, sucumbiendo, aproximadamente, la mitad de los animales. Algunos presentan en los labios y, a veces, en las ubres, un exantema vesicular que suele curar por sí solo.

Signos clínicos

La PCC es una enfermedad estrictamente respiratoria. En las áreas endémicas, se pueden encontrar las formas: hiperaguda, aguda y crónica. Cabras infectadas con la primera forma pueden morir en un lapso de 1 a 3 días mostrando signos clínicos mínimos. En la forma aguda de la enfermedad, los primeros signos son fiebre muy alta (41 a 43ºC), letargo y anorexia, seguidos de tos y respiración dificultosa a los 2 ó 3 días. La tos es frecuente, violenta y productiva. En los estadios finales de la enfermedad, es posible que la cabra no pueda moverse y se pare con las patas delanteras separadas, y el cuello rígido y extendido. Puede salivar en forma continua, y es posible que el animal pueda gruñir o balar de dolor. Se puede observar secreción nasal espumosa y saliva espesa en la fase terminal. Las cabras reñadas pueden abortar.
Las cabras afectadas de forma aguda generalmente mueren en 7 a 10 días. La PCC se caracteriza por tos crónica, secreción nasal y debilidad. Además, en algunas cabras infectadas experimentalmente se han informado casos de infecciones leves con fiebre, tos u otros signos respiratoriosy se ha informado la recuperación. Se desconoce si la enfermedad leve puede presentarse también en animales infectados naturalmente, o si los organismos inoculados se atenuaron durante el cultivo.
En cabras silvestres, Nubian, muflones de Laristan, y gacelas de Waller en cautiverio se informaron casos de enfermedad crónica, aguda e hiperaguda, con signos clínicos similares a los de las cabras.

Morbilidad y mortalidad

La PCC es grave y altamente contagiosa en animales expuestos por primera vez. Durante los brotes, los rodeos de cabras tienen índices de morbilidad de hasta el 100% e índices de mortalidad del 80%. El índice de mortalidad puede llegar a 100% en cabras infectadas experimentalmente. La enfermedad crónica también puede observarse en áreas endémicas, donde es posible que los animales tengan inmunidad preexistente a M. capripneumoniae.
En el único brote confirmado en rumiantes silvestres, el índice de morbilidad fue de 100% en cabras silvestres y de 83% en cabras de Nubia. El índice de mortalidad en estas dos especies fue de 82% y 58%, respectivamente.

Diagnóstico

Clínico

Se debe sospechar la presencia de PCC cuando se observan cabras con enfermedad respiratoria grave y altos índices de morbilidad y mortalidad. Las lesiones típicas de necropsia ayudan al diagnóstico.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial abarca pasteurelosis y otras formas de neumonía bacteriana, peste de pequeños rumiantes y linfadenitis aseosa. Algunos otros micoplasmas, en particular Mycoplasma mycoides subespecie capri y Mycoplasma mycoides subespecie mycoides de colonias grandes, también pueden causar una pleuroneumonía similar a la PCC.

Análisis de laboratorio

M. capripneumoniae y otros miembros del grupo M. Mycoides tienen reacciones cruzadas en las pruebas serológicas y comparten similitudes genéticas y bioquímicas, lo que hace difícil y lenta la identificación específica del organismo. Se puede obtener un diagnóstico definitivo al aislar M. capripneumoniae del tejido pulmonar y/o del líquido pleural durante la necropsia. Este organismo presenta una morfología filamentosa ramificada en exudados, frotis de impresión o en secciones de tejido examinadas al microscopio. Usualmente, otros micoplasmas caprinos aparecen como organismos filamentosos cortos o cocobacilares. M. capripneumoniae es uno de los micoplasmas más complejos debido a sus requerimientos, y debe ser aislado en medios para micoplasmas.
Los medios apropiados son el de hiaucourt, el medio de Thiaucourt modificado, el medio “gota caldo carne-hígado de cabra” (VFG), el medio de Hayflick modificado y la triptosa modificada de Newing. La morfología de lascolonias varía según el medio, el nivel de pasajes y la edad del cultivo, aunque pueden presentarse colonias irregulares pequeñas en los primeros pasajes, la morfología clásica de "huevo frito" puede observarse en cultivos más antiguos. Debido a que M. capripneumoniae tiene requerimientos complejos, y a que los cultivos pueden ser invadidos por otros micoplasmas, en particular si la muestra no se ha conservado adecuadamente, puede que no sea aislado de muestras clínicas. M. capripneumoniae no se ha encontrado en las lesiones de animales con la enfermedad crónica.

Tratamiento

las inyecciones intravenenosas de neosalvarsán actúan tan favorablemente que la mortalidad se reduce a 5 o 6%. La dosis es, para las cabras adultas, de 0,5 gr., y para los baritos, de 0,3 gr. disueltos en una cantidad de agua destilada estéril de 5 a 15 veces mayor.

Profilaxis

Para extinguir la epizootia, se recomienda el sacrificio de las reses enfermas y sospechosas, después de comprobada la enfermedad en países donde no suele presentarse. En aquellos en los cuales es enzoótica, se preocurará limitarla, por lo menos , aislando los animales enfermos, recurriendo a la desinfección y procurándoles corrales irreprochables. Además, Morirecomienda la inoculación con una vacuna obtenida de exudado pleural tratado con toluol o éter, de la que sus colaboradores Perussi y Aygart han empleado, con buenos resultados.

Fuentes

  • Dr. Sánchez-Garnica Montes, Clemente. Patología y terapeútica especiales de los animales domésticos. Editorial Labor, S.A. Calabria, 235-239. Barcelona-15 (1973).