Producción hortícola en Cuba

Producción hortícola en Cuba
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Concepto:Es aquella que consiste en generar vegetales para consumo humano.

Producción hortícola de Cuba, depende en gran medida de variedades de importación que han mostrado cierto grado de aclimatación pero que no se ajustan totalmente al medio y fallan en algunos aspectos como resistencia a enfermedades y estabilidad ambiental, aunque se trate de variedades destacadas en su país de origen, en clima tropical no muestran todo su potencial genético y su producción se limita a unos pocos meses del año.

Investigaciones

Investigaciones realizadas en la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas. EEA, actual inifat, del Ministerio de la Agricultura, dieron a conocer las ventajas de las variedades adaptadas a las condiciones del país, para mejorar la producción hortícola y mejoramiento de plantas, lograron variedades que probaron su potencial, permiten incrementar los rendimientos y resolver los problemas de la producción comercial, los requerimientos de la industria y el mercado tanto local como el de exportación.

Producción de semillas

La producción de semillas hortícolas es una actividad técnica especializada, la cual han desarrollado diferentes países, principalmente de clima templado. En condiciones tropicales algunos procedimientos se hacen diferentes, se necesitan una serie de detalles relacionados con la producción de semillas en condiciones tropicales que permitan obtener económicamente semillas de alta calidad.

Las Semillas

Las semillas son concentrados de vida, un medio de reproducción multiplicación y dispersión de las plantas, conservan una información genética que permite el mantenimiento de especies y variedades. Etimológicamente proviene del latín seminilla, diminutivo plural de semen, inis: es en las antofitas el embrión en estado de vida latente o amortiguada, acompañado o no de tejido nutricio y protegido por el episperma.

Otras definiciones plantean que la semilla tiene una estructura y fisiología propia para llenar el rol de unidad independiente; se mantiene viva casi deshidratada y activa su metabolismo cuando las condiciones lo permiten, agregan que no se conoce como el embrión y otras estructuras se mantienen secas y no mueren.

El proceso de formación se inicia con la madurez de los órganos sexuales y continúa con la polinización y desarrollo del huevo fertilizado hasta la madurez. Los granos de polen germinan en la superficie del estigma y desarrollan el tubo polínico el cual crece a través del estilo hasta alcanzar el óvulo. Un esperma fecunda el óvulo y comienza el desarrollo del embrión y la otra fecunda los dos nucléolos polares, lo cual da lugar a la formación del endospermo, tejido que rodea y nutre el embrión en desarrollo y en muchos casos es absorbido completamente durante la madurez. El episperma o cubierta seminal consta de dos capas una interna o endopleura y otra externa o testa, la cual es dura.

Las semillas contienen entre otras sustancias carbohidratos, proteínas, grasas, minerales y vitaminas para nutrir la futura planta en los inicios del desarrollo. Para germinar requiere condiciones favorables de humedad, temperatura y suministro de oxígeno, para que se inicie el proceso de digestión, respiración y crecimiento. El agua entra por imbibición, la cubierta se ablanda y se hace más permeable el agua y los gases. El protoplasma se vuelve más diluido y las enzimas son activadas. El agua actúa a la vez en la digestión y en el transporte de alimentos a las reacciones químicas, en la respiración y suministro de energía para mantener el proceso vital. Así las sustancias de reserva se transforman y convierten en protoplasma. Durante la germinación al desarrollar el embrión, se observa el epicotil por donde se diferencia el brote, el hipocotil por donde brota la raíz y el cotiledón o cotiledones u hojas de las semillas las cuales contienen sustancias alimenticias, todo lo cual da origen a una nueva planta.

Las semillas se valoran principalmente por su pureza genética, fidelidad del cultivar, poder germinativo, energía germinativa, sanidad, integridad física y frecuencia de contaminantes ya sean semillas de plantas indeseables o de otros cultivares de la misma especie, o de materiales inertes; se considera también el peso de las semillas, contenido de humedad, estados de latencia y edad. Las semillas de las diferentes especies hortícolas tienen formas y tamaños muy variados. Las de buena calidad constituyen la base para obtener altos rendimientos y controlar la calidad y los requerimientos de la producción haciéndola más económica.

Características y requerimientos de las distintas especies hortícolas

Las hortalizas son un grupo de plantas alimenticias que aportan a la dieta principalmente vitaminas y minrales. Mundialmente se consideran más de 1500 especies de las cuales hay entre 20y 30 que tienen mayor popularidad y demanda en el mercado. En Cuba se cultivan más de 20 especies hortícolas, las principales pertenecen a nueve familias botánicas: Alliaceae, Compositae, Cruciferae, Cucurbitaceae, Chenopodeaceae, Leguminoseae, Malvaceae, Solanaceae y Umbelliferae.

Las distintas especies poseen determinados caracteres que es importante conocer en relación con la producción de semillas. Entre ellas hay especies autógamas alógamas y mixtas; de flores hermafroditas y unisexuales; polinizadas por insectos o por aire; que requieren para florecer días largos, cortos o tienen reacción neutra al fotoperiodismo; todo lo cual hace compleja la producción de semillas.

Especies adaptables al trópico y útiles para la producción de semillas

Cebolla, (Allium cepa), Ajo (Allium sativum), Lechuga (Lactuca sativa) Mostaza de hoja (Brassica juncea), Berza (Brassica oleracea), Coliflor (Brassica oleracea), Brócoli (Brassica oleracea), Acelga china (Brassica rapa), Col china (Brassica rapa), Nabo chino (Raphanus sativus), Rábano (Raphanus sativus), Melón de agua (Citrullus lanatus), Pepino (Cucumis sativus), Habas limas (Phaseolus lunatus), Habichuelas (Phaseolus vulgaris), Habichuela china (Vigna unguiculata), Quimbombó (Abelmoschus esculentus), Pimiento (Capsicum annuum), Tomate (Solanum Lycopersicon), Berenjena (Solanum melongena), Zanahoria (Daucus carota), Perejil Petroselinum crispum)

Floración

Hay especies que difícilmente florecen en el trópico, las que son anuales han demostrado mayores posibilidades de floración, pero las bianuales en general requieren períodos con baja temperatura previa a la floración y días más largos que los que normalmente hay en el trópico. En las especies cuya semilla está contenida en el fruto agrícola la producción es más fácil que en las demás. Esta condición es característica de las familias: Solanaceae, Cucurbitaceae, Leguminosae y Malvaceae. En las especies de las otras familias mencionadas la situación es diferente; en lechuga y rábano por ejemplo se obtienen floraciones posteriores al estadío de maduración técnica, pero en otras especies como: col y remolacha la floración es difícil en condiciones tropicales; requieren temperaturas frescas para el crecimiento y al final de este período temperaturas frías y días largos combinación esta que no se presenta en el clima de Cuba.

Aunque en un grupo de especies desde hace años se ha logrado producir semillas, no puede considerarse que sea factible su producción si las semillas obtenidas no son de calidad especialmente en lo que se relaciona con la fidelidad varietal, este es el problema mayor que se presenta cuando se multiplican en clima tropical variedades introducidas de clima templado.

Mantenimiento y multiplicación de las variedades

Las semillas que se utilizan en la producción deben tener alto porcentaje de germinación y buenas características físicas y estar libres de plagas y enfermedades, pero una de las cualidades más importantes es que debe responder a los caracteres de la variedad. Las variedades cuando se multiplican sufren erosión genética, por esta razón debe reducirse el número de reproducciones al mínimo. Desde que la nueva variedad es liberada por el mejorador hasta que se utiliza en la producción comercial, se hacen varias reproducciones, de acuerdo a normas específicas de las distintas categorías de semillas que se establecen.

Se comienza con la semilla del mejorador, este es el patrón de la variedad; los mejoradores son responsables de obtener la semilla original, reservan diferentes selecciones para mantenerla, según el método que hayan utilizado para obtenerla, así reproducen la categoría original la cual ofrecen para obtener la categoría básica; esta última se reproduce bajo estricto control de los patrocinadores y sirve de base para la producción de semilla comercial. Posteriormente se produce la categoría registrada, con la cual se amplia la básica y después la certificada que es la que se utiliza en la producción comercial.

Para desarrollar un programa de producción de semillas es requisito indispensable contar con variedades definidas, estables en la región donde se vayan a utilizar. Una variedad estable puede ser aquella que tiene un rendimiento promedio alto, coeficiente de regresión unitario alto y el índice y rendimiento ambiental tan bajo como sea posible. En el mantenimiento y multiplicación de las variedades, los trabajos y esquemas de mejoramiento deben reducirse en lo posible a la categoría original, las demás deben ser reproducciones lo más exactas, lo cual se logra en caso de variedades definidas con sólo algunas selecciones eliminatorias de plantas que no se reproducen exactas al tipo o son deficientes en crecimiento o susceptibles a enfermedades, para lo cual se establecen normas. Las selecciones individuales o las de familias realizadas por personas que no son los mejoradores, son riesgos, muchas veces se pierde potencial genético, estabilidad y resistencia a enfermedades o a condiciones del medio.

Un aspecto importante es la población que se utilice para reproducir una determinada variedad. Esta depende de la composición genética de la misma y del método que se utilizó para obtenerla, la población debe ser lo suficientemente amplia para que no se pierda ningún componente importante, especialmente en las categorías original y básica. La regla que debe aplicarse es disminuir en lo posible el número de reproducciones y obtener mayor cantidad de semilla en cada multiplicación.

En especies hortícolas como la zanahoria, el rábano y el nabo la multiplicación de semillas puede hacerse por siembra directa o por trasplante, en los casos de las categorías original y básica es conveniente utilizar el método de trasplante porque permite seleccionar las raíces.

Aspectos a considerar para obtener de semillas de alta calidad

Para obtener semillas de alta calidad es de suma importancia el aislamiento entre variedades de una misma especie para evitar cruzamientos no deseables; este depende mucho de la población de insectos polinizadores y de su actividad. Las distancias que utilizan los diferentes países productores de semillas muchas veces difieren en más de 500 metros también hay que establecer aislamiento de focos de inocuos de especies que también son hospederas que afectan a la especie o variedad que se está multiplicando.

Evitar mezclas indeseables es una tarea organizativa sobre lo cual se debe hacer énfasis Se deben utilizar envases limpios preferiblemente no usados, transportar las semillas en vehículos limpios, tener buena organización y limpiar los equipos cuando se cambia de variedad. Esta actividad requiere un trabajo cuidadoso del personal técnico que lo realice. Un aspecto importante para obtener semillas de calidad es que éstas se cosechen a un grado de madurez adecuado, lo cual influye principalmente sobre el porcentaje de germinación, energía germinativa y longevidad. La recolección puede hacerse manual o mecanizada, con la primera pueden obtenerse más altos rendimientos, pero la mecanización es necesaria cuando se trate de grandes extensiones y para estos fines se requieren variedades de maduración agrupada.

Para producir semillas de calidad deben hacerse siembras especiales para estos fines, debe partirse de semilla básica y establecer las distintas categorías y su reglamentación y determinar el número de reproducciones que puede hacerse a la semilla comercial; debe haber una estricta fiscalización sobre los campos, es necesario que se establezcan las distancias de aislamiento más favorables para evitar cruzamientos y se tomen medidas en cuanto a rotación, el control fitosanitario debe ser esmerado y asegurar buena organización en almacenes y plantas de beneficio y el personal técnico que atiende la actividad debe ser cuidadoso.

Fuente

  • Muñoz de Con, Laura, Antonio Prats Pérez y Guillermo Brito Iglesias. Manual de producción de semillas hortícolas. Reporte de Investigación No. 1. —La Habana: Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical “Alejandro de Humboldt”, INIFAT, 1991.