Quebrada de los Cuervos

Quebrada de los Cuervos
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EntidadÁrea protegida
 • PaísBandera de Uruguay Uruguay
 • DepartamentoDepartamento Treinta y Tres
 • Capital del DepartamentoCiudad Treinta y Tres
 • Fundación1986
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Quebrada de los Cuervos

Quebrada de Los Cuervos. Es una de las maravillas naturales del territorio uruguayo, declarada la primera área protegida del país en 1986, por el Decreto Municipal No. 1824/1986. Grieta con forma de garganta, que invita a un recorrido ecológico de 3250 metros.

Ubicación

Está ubicada en el departamento de Treinta y Tres, a 45 kilómetros de la capital. En el kilómetro 306 y medio de la ruta 8, hacia la izquierda, por camino vecinal, de 24 km.

Características

Camino de la Quebrada

Es una garganta abierta sobre rocas metamórficas recorrida por el arroyo Yerbal Chico, cuyas márgenes están pobladas de valiosos ejemplares de "Pindoes" y la formación de hábitat de diversas especies de la fauna.

El camino de balasto va ascendiendo, internándose cada vez más en zonas de serranías. Es interesante observar los cambios del paisaje, de un lado y otro del camino. Después de muchas vueltas , se llega a la entrada, señalada con carteles. Hay zona de camping bajo un monte de eucaliptos.

La profundidad de la quebrada supera los cien metros en algunos tramos. Las laderas están formadas por bloques de piedra cortados a pique, en los que crece una gran variedad de de especies autóctonas.

Cuando el descenso se hace más abrupto, conviene buscar las piedras más grandes para afirmar los pies. Luego sigue un zona cubierta de vegetación, donde la tierra es más resbaladiza. El estruendo del agua crece. El arroyo Yerbal Chico, que corre con gran fuerza, cuenta con una pequeña zona de playa.

Cerca del agua se pueden hallar algunos ejemplares silvestres de yerba mate, que dan nombre al arroyo.

El rumor del agua se siente desde la parte más alta y va haciéndose más potente a medida que se desciende, debido a la particular resonancia que permite que los sonidos reboten y se reiteren en ecos que alcanzan grandes distancias.

Superficie

Esta área de 365 hás. fue donada a la Intendencia Municipal de Treinta y Tres por el Dr. Francisco Nicasio Oliveres en el año 1944.

Biodiversidad

En el predio se han detectado más de 100 especies de aves, 20 de mamíferos, 18 de anfibios y 20 de peces. Y se contabilizaron allí 87 de las 224 especies de flora arbórea autóctona del país, además de 23 especies de helechos.

Declaraciones juradas

En agosto de 1986 esa área fue declarada como Área Natural Protegida por decreto municipal No.1824/1986, siendo la primera en su tipo en Uruguay.

Posteriormente, en septiembre de 2008, fue incorporada como "paisaje protegido" por el Gobierno del Uruguay al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), agregándosele entonces áreas circundantes por un total de 4.413 hectáreas.

Desarrollo económico

Turismo

Los visitantes se pueden alojar en cabañas o en el camping, donde se ofrecen parrilleros, servicios higiénicos, telecomunicaciones, primeros auxilios, visitas guiadas y guardaparques. También puede coordinarse una excursión de ecoturismo con la Intendencia Municipal de Treinta y Tres.

Curiosidades

  • En la Quebrada hay un microclima que según cuenta la gente de la zona, puede estar lloviendo en la ciudad y allí no cae ni una gota.
  • La clave de su comida es la frescura de las verduras recién cosechadas y la carne de animales criados allí.
  • La Quebrada de los Cuervos cuenta con un equipo de guardaparques, una zona de camping y cabañas para turistas y una pequeña despensa para compras de alimentos y bebidas. En la zona existen algunas estancias turísticas y hosterías como “Cañada del Brujo” (ya mencionada), “El Capricho” y “La Soledad”.
  • La quebrada era conocida como “Sierra de los Ladrones” debido a que los matreros o bandidos la usaban para esconderse.

Estos bandidos rurales planeaban algún robo en la ciudad o en sus alrededores y luego escapaban a esta zona favoreciéndose de este paisaje agreste e inaccesible para la policía.

  • Mitos y verdades

Mito 1: Uruguay es un país de suaves ondulaciones sin amplias llanuras ni grandes montañas. Verdad: Hay quebradas impactantes como la de los Cuervos, que con sus casi 300 metros de altura deslumbra por su belleza.

Mito 2: La única forma de llegar es en vehículo propio o en excursión. Verdad: Se puede ir en ómnibus de línea hasta Treinta y Tres, y hay transporte desde allí a la Quebrada, recorriendo 20 kilómetros por la Ruta 8 y 24 por camino de balasto.

Mito 3: Es sólo para gente con buen estado atlético. Verdad: En la Quebrada hay opciones para todos los que se propongan conocerla.

Mito 4: Lo mejor es ir en Semana de Turismo. Verdad: Dentro de lo posible, conviene no ir esos días ya que es cuando más gente va, llegando a haber 3.000 personas en la semana.

Mito 5: Para pasar unos días hay que acampar. Verdad: Hay establecimientos en la zona, así como unas cabañas en el Parque Municipal.

Mito 6: No hay donde comer o comprar comida.

Verdad: El almacén que está en el Parque Municipal, excepto en Semana de Turismo, no siempre funciona. El que sí está todo el año es El Capricho, donde además hay un restaurante con muy buena comida y precios accesibles.

Mito 7: No hay luz eléctrica. Verdad: Los generadores, linternas y faroles proporcionan luz para la noche, pero el show que brinda uno de los cielos más estrellados del país, no necesita iluminación de ninguna clase.

Sugerencias para su recorrido

Cartel que informa sobre la dificultad del recorrido en la Quebrada.

1. Para recorrerla es necesario realizar un descenso bastante pronunciado, con la ayuda de una cuerda que va bordeando el sendero mayormente de piedra.

2. Caminar por una pasarela de madera con la cual se inicia el sendero, y llegar hasta el mirador.

3. Hacer el recorrido completo de 2.8 kilómetros lleva tiempo y algo de esfuerzo, tal y como indica el cartel con el grado de dificultad. Pero puede hacerse.

4. Si se dispone de otro tiempo libre, cualquier momento a lo largo del año sirve. En verano lo aconsejable es bajar por la mañana, pasar el día abajo junto al arroyoYerbal y emprender el regreso a la tarde, cuando ya no pega tanto el sol.

Fuentes