Nilo Azul

(Redirigido desde «Río Azul»)
Río Nilo Azul
Información sobre la plantilla
NiloAzul.jpg
Longitud1.606 km
Altitud de la fuente1.788 m
Superficie de la cuenca325.000 km²
Cuenca hidrográficaRío Nilo
NacimientoRío Abbai
DesembocaduraLago Tana


Nilo Azul. Lo llaman así por el color azul de sus aguas en contraste con el limoso de su hermano el Blanco. Nace de un río llamado Abbai que recorre más de 1500 kms. hasta desembocar en el lago Tana, caracterizado por sus orillas fangosas y por la multitud de islitas donde se esconden del paso del tiempo una gran cantidad de monasterios cristianos ortodoxos.

Nacimiento

El Nilo Azul nace en el lago Tana, un gran lago de 2.156 km² localizado en la meseta norte de Amhara, a 1.788 m de altitud. A este lago llegan unos cincuenta arroyos que se mezclan en sus aguas; al más grande de todos ellos los etíopes le llaman Abbay Wenz, «río grande» o, comúnmente, Abbay (አባይ), y dicen que es el verdadero Nilo Azul; nace en un bosquecillo de árboles que se elevan en una pradera de hierba corta, en un lugar donde las aguas emergen burbujeando de unos pozos que se encuentran ocultos entre la vegetación.

Etiopía

En Etiopía y no se puede describir el ambiente sin hacer mención de la fe cristiana ortodoxa tan arraigada en el lugar desde siglos inmemoriales. Ésta fue traída por los monjes ortodoxos en su huída del islamismo opresor y aquí encontró su lugar donde fue calando poco a poco, siglo tras siglo en las gentes hasta convertirse en lo más sagrado. Sus monasterios están profusamente decorados con pinturas de vivos colores sobre escenas bíblicas, de Jesús, de la Virgen María y de la vida de los santos.

Marcha del Nilo Azul

La marcha del Nilo Azul comienza aquí su andadura por Etiopía bajando hacia el norte por el lago Tana a través de una pequeña salida que luego se agrandará desmesuradamente. El cauce ancho del río seguirá su andadura una treintena de kilómetros hasta llegar a las cascadas de Tississat donde tras una caída de unos cuarenta y cinco metros proseguirá su camino en busca de su hermano el Nilo Blanco, pasando a través de una serie de cañones que parece que han sido forzados por el paso del río en los montes Goggiam, hasta entrar en Sudán, atravesando la llanura de Sennar, para finalmente, llegar a Khartoum donde lo encontrará y se fundirá con el.

Barrera

El río ha supuesto desde tiempos remotos una barrera que en cierto modo dividía el país en dos. Durante muchos años y hasta el siglo XX sólo disponían de dos puentes construidos en piedra con mortero. Más tarde fueron construidos otros tres mucho más modernos y funcionales, de acero y hormigón, con dos carriles de circulación.

Tramo geográfico

El tramo geográfico del río Nilo Azul ofrece una serie de dificultades aún hoy en el siglo XXI, como los rápidos, que dificultan la navegación por el río; las cuadrillas de bandidos que merodean por aquellas tierras, llamadas shifta, los indígenas de la cuenca baja cuyas jabalinas pueden llegar a ser un peligro para cualquier visitante; los cocodrilos, de gran tamaño; el calor asfixiante y los parásitos que provocan enfermedades febriles.

Guijón

Así llaman al Nilo Azul las personas que pueblan las riberas de la estrecha garganta del río. Estos pobladores aseguran que su río era uno de los cuatro que manaban del Edén, el Paraíso bíblico de tiempos del principio del Mundo. Es una evocación bíblica que no es de extrañar, puesto que a finales del siglo XV se establecieron en la zona algunos misioneros jesuitas y se construyeron bastantes iglesias y monasterios, algunos de los cuales subsisten aislado y recónditos, sobre todo en las islas del lago Tana.

Exploración europea

El primer europeo que se cree vio el Nilo Azul en Etiopía y la fuente del río fue Pedro Páez, un jesuita español que habría llegado a la fuente del río el 21 de abril 1613. Sin embargo, el portugués João Bermudes, que se autodescribía como Patriarca de Etiopía, había dado antes la primera descripción de las cataratas Tis Issat en sus memorias (publicadas en 1565), y algunos europeos que vivieron en Etiopía en el siglo XV, como Pêro da Covilhã, podrían haber visto el río mucho antes que Páez, aunque ninguno llegó a su lugar de origen.

Aunque varios de los exploradores europeos contemplados siguieron el curso del Nilo Azul desde su confluencia con el Nilo Blanco hasta el lago Tana, su garganta, que comienza a pocos kilómetros de la frontera etíope, ha desanimado todos los intentos desde el intento de Frédéric Cailliaud en 1821. El primer intento serio de un no-local para explorar esta parte del río se llevó a cabo por el estadounidense W.W. Macmillan en 1902, con la asistencia del explorador noruego B.H. Jenssen; Jenssen procedería río arriba desde Jartum mientras Macmillan navegaría río abajo del lago Tana. Sin embargo, los botes de Jenssen quedaron bloqueados por los rápidos en Famaka poco antes de la frontera entre Sudán y Etiopía, y los barcos de Macmillan fueron destruidos poco después de haber sido botados.

Fuentes