Hormigón

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Concepto:Mezcla de materiales inertes de distintos tamaños unidos entre si con una pasta de cemento y agua..

Hormigón. Denominado concreto en algunos países de Iberoamérica, es el material resultante de la mezcla de cemento (u otro conglomerante) con áridos (grava, gravilla y arena) y agua.

Historia del Hormigón

Cuando el hombre optó por levantar edificaciones utilizando materiales arcillosos o pétreos, surgió la necesidad de obtener pastas o morteros que permitieran unir dichos mampuestos para poder conformar estructuras estables.

Inicialmente se emplearon pastas elaboradas con arcilla, yeso o cal, pero se deterioraban rápidamente ante las inclemencias atmosféricas. Se idearon diversas soluciones, mezclando agua con rocas y minerales triturados, para conseguir pastas que no se degradasen fácilmente.

Así, en el Antiguo Egipto se utilizaron diversas pastas obtenidas con mezclas de yesos y calizas disueltas en agua, para poder unir sólidamente los sillares de piedra; como las que aún perduran entre los bloques calizos del revestimiento de la Gran Pirámide de Guiza.

En la Antigua Grecia, hacia el 500 a. C., se mezclaban compuestos de caliza calcinada con agua y arena, añadiendo piedras trituradas, tejas rotas o ladrillos, dando origen al primer hormigón de la historia, usando tobas volcánicas extraídas de la isla de Santorini. Los antiguos romanos emplearon tierras o cenizas volcánicas, conocidas también como puzolana, que contienen sílice y alúmina, que al combinarse químicamente con la cal daban como resultado el denominado cemento puzolánico (obtenido en Pozzuoli, cerca del Vesubio). Añadiendo en su masa jarras cerámicas o materiales de baja densidad (piedra pómez) obtuvieron el primer hormigón aligerado. Con este material se construyeron desde tuberías a instalaciones portuarias, cuyos restos aún perduran.

Destacan construcciones como los diversos arcos del Coliseo romano, los nervios de la bóveda de la Basílica de Majencio, con luces de más de 25 metros, las bóvedas de las Termas de Caracalla, y la cúpula del Panteón de Agripa, de unos cuarenta y tres metros de diámetro, la de mayor luz durante siglos.

Característica principal del hormigón

La principal característica estructural es que resiste muy bien los esfuerzos de compresión, pero no tiene buen comportamiento frente a otros tipos de esfuerzos (tracción, flexión, cortante, etc.), por este motivo es habitual usarlo asociado al acero, recibiendo el nombre de hormigón armado, comportándose el conjunto muy favorablemente ante las diversas solicitaciones.

Estados fundamentales desde el punto de vista práctico

Estado fresco o plástico en el que admite ser manipulado para su adaptación a los encofrados previstos.

Estado endurecido en el que ha adquirido una rigidez tal que impide su manipulación sin producir fracturas visibles o no irreversibles. Estos estados son sinónimos de la fase de colocación en obra y de uso.

El hormigón fresco es el producto inmediato del amasado de sus componentes. Desde el primer momento se están produciendo en su masa reacciones químicas que condicionan sus características finales como material endurecido. Reacciones que se prolongan sustancialmente hasta un años después de su amasado. El hormigón fresco es una masa heterogénea de fases sólidas, líquidas y gaseosas que se distribuyen en igual proporción si está bien amasado.

Propiedades fundamentales

  • Consistencia
  • Docilidad
  • Homogeneidad
  • Masa específica

Las propiedades del hormigón endurecido son especificadas por el proyectista de la estructura, y las propiedades del concreto fresco están definidas básicamente por el tipo de construcción y por las técnicas de colocación y transporte.

El costo de elaboración del hormigón depende del costo de los materiales, del equipo y de la mano de obra. Dentro de los materiales, es la cantidad de cemento la que normalmente define el costo final, aunque el uso de aditivos especiales puede tener una incidencia importante.

Componentes Básicos del hormigón

Cemento: Los cementos son productos que amasados con agua fraguan y endurecen formándose nuevos compuestos resultantes de reacciones de hidratación que son estables tanto al aire como sumergidos en agua.

Hay varios tipos de cementos. Las propiedades de cada uno de ellos están íntimamente asociadas a la composición química de sus componentes iniciales, que se expresa en forma de sus óxidos, y que según cuales sean formaran compuestos resultantes distintos en las reacciones de hidratación.

Áridos: Son materiales inertes como la Grava y Arena los cuales deben poseer por lo menos la misma resistencia y durabilidad que se exija al hormigón. No se deben emplear caliza blanda, feldespato, yeso, pirita o roca friable o porosa. Para la durabilidad en medios agresivos serán mejores los áridos silíceos, los procedentes de la trituración de rocas volcánicas o los de calizas sanas y densas.

Agua: El agua de amasado interviene en las reacciones de hidratación del cemento. La cantidad de la misma debe ser la estricta necesaria, pues la sobrante que no interviene en la hidratación del cemento se evaporará y creará huecos en el hormigón disminuyendo la resistencia del mismo. Puede estimarse que cada litro de agua de amasado de exceso supone anular dos kilos de cemento en la mezcla. Sin embargo una reducción excesiva de agua originaría una mezcla seca, poco manejable y muy difícil de colocar en obra. Por ello es un dato muy importante fijar adecuadamente la cantidad de agua.

Durante el fraguado y primer endurecimiento del hormigón se añade el agua de curado para evitar la desecación y mejorar la hidratación del cemento. Ambas, el agua destinada al amasado, como la destinada al curado deben ser aptas para cumplir su función.

El agua de curado es muy importante que sea apta pues puede afectar más negativamente a las reacciones químicas cuando se está endureciendo el hormigón. Normalmente el agua apta suele coincidir con la potable y están normalizados una serie de parámetros que debe cumplir. Así en la normativa está limitado el pH, el contenido en sulfatos, en ión cloro y los hidratos de carbono.

Tipos de hormigón

  • Hormigón ordinario: También se suele referir a él denominándolo simplemente hormigón. Es el material obtenido al mezclar cemento portland, agua y áridos de varios tamaños, superiores e inferiores a 5 mm, es decir, con grava y arena.
  • Hormigón en masa: Es el hormigón que no contiene en su interior armaduras de acero. Este hormigón solo es apto para resistir esfuerzos de compresión.
  • Hormigón armado: Es el hormigón que en su interior tiene armaduras de acero, debidamente calculadas y situadas. Este hormigón es apto para resistir esfuerzos de compresión y tracción. Los esfuerzos de tracción los resisten las armaduras de acero. Es el hormigón más habitual.
  • Hormigón pretensazo: Es el hormigón que tiene en su interior una armadura de acero especial sometida a tracción. Puede ser pre-tensado si la armadura se ha tensado antes de colocar el hormigón fresco o post-tensado si la armadura se tensa cuando el hormigón ha adquirido su resistencia.
  • Mortero: Es una mezcla de cemento, agua y arena (árido fino), es decir, un hormigón normal sin árido grueso.
  • Hormigón ciclópeo: Es el hormigón que tiene embebidos en su interior grandes piedras de dimensión no inferior a 30 cm.
  • Hormigón sin finos: Es aquel que sólo tiene árido grueso, es decir, no tiene arena (árido menor de 5 mm).
  • Hormigón aireado o celular: Se obtiene incorporando a la mezcla aire u otros gases derivados de reacciones químicas, resultando un hormigón baja densidad.
  • Hormigón de alta densidad: Fabricados con áridos de densidades superiores a los habituales (normalmente barita, magnetita, hematita...) El hormigón pesado se utiliza para blindar estructuras y proteger frente a la radiación.

Otros componentes

Tambien se pueden incorporar: adiciones, aditivos, fibras, cargas y pigmentos.

Pueden utilizarse como componentes del hormigón los aditivos y adiciones, siempre que mediante los oportunos ensayos, se justifique que la sustancia agregada en las proporciones y condiciones previstas produce el efecto deseado sin perturbar excesivamente las restantes características del hormigón ni representar peligro para la durabilidad del hormigón ni para la corrosión de las armaduras.

Las adiciones son materiales inorgánicos, puzolánicos o con hidraulicidad latente que, finamente molidos, pueden ser añadidos al hormigón en el momento de su fabricación, con el fin de mejorar alguna de sus propiedades o conferirle propiedades especiales.

La EHE recoge únicamente la utilización de las cenizas volantes y el humo de sílice, determinando sus limitaciones. Los aditivos son sustancias o productos que se incorporan al hormigón, antes o durante el amasado, produciendo la modificación de alguna de sus características, de sus propiedades habituales o de su comportamiento. La EHE establece una proporción no superior al 5 % del peso del cemento y otros condicionantes.

Fabricación

Es muy importante conseguir la mezcla óptima en las proporciones precisas de áridos de distintos tamaños, cemento y agua. No hay una mezcla óptima que sirva para todos los casos. Para establecer la dosificación adecuada en cada caso se debe tener en cuenta la resistencia mecánica, factores asociados a la fabricación y puesta en obra, así como el tipo de ambiente a que estará sometido. Existe un parámetro definido como Relación agua-cemento, también conocida como razón agua/cemento , a/c, o pasta cementicia que influye en la resistencia final del mismo.

Tipos de Cemento

Entre los más importantes se pueden mencionar:

  1. Tipo I: De fraguado normal.
  2. Tipo II: De propiedades modificadas.
  3. Tipo III: De fraguado rápido.
  4. Tipo IV: De fraguado lento.
  5. Tipo V: Resistente a los sulfatos

El cemento utilizado en la fabricación de hormigón debe estar totalmente seco y suelto, y no debe presentar grumos de fraguado anticipado.

Áridos Más del 75% del volumen del hormigón está ocupado por los áridos, por lo que las propiedades de los mismos tienen influencia definitiva sobre el comportamiento del hormigón.

De acuerdo al tamaño de las partículas, los áridos se clasifican en áridos gruesos (tamaño mayor a 5 mm) y áridos finos (tamaño entre 0.07 mm y 5 mm).

Una buena graduación de los áridos da lugar a hormigones de mejores características y más económicos. Para conseguir una granulometría apropiada se mezclan en proporciones adecuadas al menos dos tipos de áridos.

Los áridos pueden ser utilizados en su estado natural o pueden provenir de un proceso de trituración. El árido grueso triturado presenta mejores características de adherencia que el agregado natural, por lo que sus hormigones pueden alcanzar mayor resistencia.

Los áridos deben estar libres de partículas orgánicas, sales, limos y arcillas que puedan afectar las reacciones químicas de fraguado o produzcan porosidades indeseables.

Dependiendo del tipo de hormigón que se desee fabricar, se pueden emplear áridos ligeros, áridos normales o áridos pesados. También pueden utilizarse áridos artificiales.

El agua utilizada en el hormigón debe ser potable en lo posible o al menos debe estar libre de impurezas. Nunca debe usarse agua de mar.

Los aditivos son compuestos químicos que, añadidos en pequeñas cantidades, modifican las propiedades del hormigón. Entre los más conocidos existen los acelerantes, retardantes, plastificantes, impermeabilizantes. Los aditivos siempre deben ser probados previamente a su utilización en obra, por la gran variabilidad de la calidad del cemento que disponemos en el país.

Hay muchos métodos para dosificar previamente el hormigón, pero son solo orientativos. Las proporciones definitivas de cada uno de los componentes se suelen establecer mediante ensayos de laboratorio, realizando correcciones a lo obtenido en los métodos teóricos.

Se señalan brevemente los aspectos básicos que hay que determinar:

  1. La Resistencia característica (fck) se fija en el proyecto.
  2. La selección del tipo de cemento se establece en función de las aplicaciones del hormigonado (en masa, armado, pretensado, prefabricado, de alta resistencia, desencofrado rápido, hormigonados en tiempo frío o caluroso, etc.) y del tipo de ambiente a que estará expuesto.
  3. El tamaño máximo del árido interesa que sea el mayor posible, pues a mayor tamaño menos agua necesitará ya que la superficie total de los granos de áridos a rodear será más pequeña. Pero el tamaño máximo estará limitado por los espacios que tiene que ocupar el hormigón fresco entre dos armaduras cercanas o entre una armadura y el encofrado.
  4. La consistencia del hormigón se establece en función del tamaño de los huecos que hay que rellenar en el encofrado y de los medios de compactación previstos.
  5. La cantidad de agua por metro cúbico de hormigón. Conocida la consistencia, el tamaño máximo del árido y si la piedra es canto rodado o de machaqueo es inmediato establecer la cantidad de agua que se necesita.
  6. La relación agua/cemento depende fundamentalmente de la resistencia del hormigón, influyendo también el tipo de cemento y los áridos empleados.
  7. Conocida la cantidad de agua y la relación agua /cemento, determinamos la cantidad de cemento.
  8. Conocida la cantidad de agua y de cemento, el resto serán áridos.
  9. Determinar la composición granulométrica del árido, que consiste en determinar los porcentajes óptimos de los diferentes tamaños de áridos disponibles. Hay varios métodos, unos son de granulomettría continua, lo que significa que interviene todos los tamaños de áridos, otros son de granulometría discontinua donde falta algún tamaño intermedio de árido.

Determinada la dosificación más adecuada, en la planta de hormigón hay que medir los componentes, el agua en volumen, mientras que el cemento y áridos se miden en peso.

Los materiales se amasan en hormigonera o amasadora para conseguir una mezcla homogénea de todos los componentes. El árido debe quedar bien envuelto por la pasta de cemento. Para conseguir esta homogeneidad, primero se vierte la mitad de agua, después el cemento y la arena simultáneamente, luego el árido grueso y por último el resto de agua.

Para el transporte al lugar de empleo se deben emplear procedimientos que no varíen la calidad del material, normalmente camiones hormigonera. El tiempo transcurrido no debe ser superior a hora y media desde su amasado. Si al llegar donde se debe colocar el hormigón, este ha empezado a fraguar debe desecharse.

Puesta en obra del hormigón

El hormigón hidráulico de cemento Portland se sigue proyectando como el material de construcción fundamental y todo parece indicar que será así por muchos años más, al no vislumbrarse materiales competitivos, capaces de conjugar la versatilidad, la facilidad tecnológica y la economía en la fabricación de estructuras de todo tipo, que lo caracterizan.

El hormigón prefabricado y el hormigón "in situ"

La producción de estructuras de hormigón y hormigón armado continúa ocupando el primer lugar en la Industria de la construcción. Precisamente la puesta en obra del hormigón incluye una serie de procedimientos que tiene como finalidad dar forma definitiva a los elementos y estructuras fabricadas con hormigón simple y armado. Los trabajos de hormigonado abarcan:

  1. La preparación de la mezcla de hormigón.
  2. El transporte a distancia de la mezcla de hormigón.
  3. El vertido y la compactación de la mezcla de hormigón.
  4. El curado del hormigón.

Estas actividades están tan íntimamente interconectadas y constituyen un sistema indivisible. Esto está dado en primer lugar por la característica "sui generis" de la mezcla fresca de hormigón de tener vida muy limitada en el tiempo a partir de la unión del cemento con el agua en el proceso de preparación, lo que exige que todo el proceso se efectúe en un tiempo máximo (que es el tiempo límite para poder efectuar la compactación de la mezcla en el encofrado) y en segundo lugar, por la necesidad de mantener un ritmo mínimo de entrega del hormigón al elemento que se está ejecutando, para garantizar su continuidad y uniformidad.

La Preparación de la mezcla de hormigón

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La actividad de preparación de la mezcla de hormigón incluye el control de las materias primas (cemento, áridos, agua, aditivos químicos y adiciones), la dosificación de estos materiales y puede incluir también su mezclado.

La preparación de la mezcla de hormigón es la primera actividad compleja dentro del sistema general de los trabajos de hormigonado, su importancia también radica en que garantiza las propiedades iniciales de la mezcla de hormigón en función de los requisitos tecnológicos de todo el sistema de hormigonado, propiedades que en lo fundamental no deben sufrir variaciones en el proceso de transporte y colocación.

El documento básico para la preparación de las mezclas de hormigón son las tablas de dosificaciones, cuya vigencia es temporal (en dependencia de la estabilidad de las propiedades de las materias primas y de la realización de estudios más avanzados). El diseño de las mezclas de hormigón es el resultado de trabajos de investigación desarrollados para lograr (con las materias primas indicadas o disponibles) una serie de propiedades concretas, con una máxima racionalidad de recursos (especialmente de cemento) y con economía. y tracción indirecta.

Transporte de la mezcla de hormigón

El transporte de la mezcla fresca de hormigón está valorado como el eslabón, dentro de los trabajos de hormigonado, que limita realmente el volumen que es posible entregar y que marca en buena medida la penetración en el mercado y se reconoce como el factor de mayor importancia sobre cuyo costo se puede influir en la producción del hormigón preparado en plantas y especialmente del hormigón premezclado. La exigencia tradicional que se le hace al transporte del hormigón, de que tiene que garantizar que la mezcla no sufra alteración significativa de las propiedades originales (en especial de la homogeneidad, la laborabilidad, la relación agua/cemento y el contenido de aire), unido a la propia vida limitada de la mezcla en el tiempo, han exigido que los medios de transporte del hormigón sean equipos especializados

Vertido del hormigón

El vertido del hormigón comienza con la recepción de la mezcla desde los medios de transporte a distancia, desde la hormigonera estacionaria, las tolvas fijas, de trasbordo, o desde las artesas, e incluye su colocación y distribución en el encofrado. Por todo esto constituye un proceso complejo. El vertido del hormigón es una de las etapas más importantes y complejas del sistema general de los trabajos de hormigonado. De su calidad depende directamente la calidad del elemento estructural hormigonado "in situ".

El vertido del hormigón no puede ser abordado en abstracto, su estudio está fuertemente enlazado con la variante tecnológica escogida para el proceso y en especial al equipo principal de vertido, este proceso requiere del ingenio de los técnicos y otros especialistas de hormigonado, al organizar el proceso y al tomar las decisiones operativas para garantizar la continuidad, homogeneidad y compacidad del hormigón, tal como está previsto en el Proyecto.

Compactación de la mezcla de hormigón

La mezcla fresca de hormigón recién vertida está normalmente llena de oquedades y burbujas de aire atrapado. La compactación es el proceso de eliminación de las oquedades y el aire atrapado de la mezcla fresca, garantizando que el hormigón adquiera una mayor densidad relativa y con ello una mayor resistencia y durabilidad de la estructura.

Existen varios métodos de compactación del hormigón pero su selección depende en primer término de los elementos que rigen la laborabilidad de la mezcla fresca y también de las condiciones del vertido y por supuesto del grado en que se desee remover el aire atrapado.

La laborabilidad de la mezcla fresca es la propiedad que determina su facilidad para ser mezclada, vertida, compactada y acabada, sin perder su homogeneidad. La laborabilidad es una función directa de las propiedades reológicas de la mezcla fresca de hormigón, que son:

  • Su estabilidad, que caracteriza el grado de mantenimiento de su homogeneidad y que se manifiesta por el grado de segregación (incluyendo la exudación como forma de segregación).
  • Su compactabilidad, que caracteriza la facilidad con que se pueda remover el aire atrapado y las oquedades y que se manifiesta por el grado de densidad relativa obtenido.
  • Su movilidad, que caracteriza la habilidad o facilidad de la mezcla a fluir, por lo que depende del grado de viscosidad, cohesión y fricción interna de sus partículas componentes. La movilidad se manifiesta por la consistencia de la mezcla.

EL curado del hormigón

El hormigón recién vertido, debido al calor generado por el proceso de hidratación del cemento y en dependencia de la temperatura y la humedad relativa ambientales, tiene una elevada tendencia a perder rápidamente el agua que es necesaria para su correcto fraguado y endurecimiento, lo que provoca retracciones y fisuraciones con la consiguiente pérdida de resistencia mecánica y durabilidad. El curado es la actividad encaminada a evitar estas pérdidas de agua, manteniendo el hormigón húmedo en el período de tiempo necesario y a su vez protegiéndolo contra otros efectos negativos, tales como vibraciones, impactos y cargas imprevistas.

El curado se puede definir entonces como la actividad que consiste en mantener un contenido satisfactorio de humedad y temperatura en el hormigón durante las primeras edades de manera que éste pueda desarrollar las propiedades o desempeño deseado. El curado húmedo es el mejor método de curado y más aún si es por inundación. El curado húmedo para ser efectivo tiene que ser continuo en todo el tiempo mínimo indicado. Se basa en el empleo de un ro-ciado continuo empleando para ello agua corriente o estancada, o el empleo de cubiertas de arena, sacos u otros materiales absorbentes continuamente saturados de agua. El secreto de la efectividad del curado húmedo radica precisamente en su continuidad.

Actividades en la Tecnología del hormigón

  1. Los trabajos de encofrado.
  2. Los trabajos de armaduras de acero.
  3. Los trabajos de selección, recepción, almacenaje y ensayo de los materiales componentes del hormigón.
  4. El diseño de las mezclas de hormigón.
  5. Los trabajos de hormigonado (preparación, transporte, vertido, compactación y terminación de la superficie del hormigón).
  6. Los trabajos de curado del hormigón.
  7. Los trabajos de remoción del encofrado y corrección de los defectos.

Teniendo en cuenta las características de cada uno de los materiales que componen el hormigón, así como la función que tiene para lograr las propiedades del mismo, se debe tener en cuenta su dosificación según el tipo de hormigón que se ese obtener y la proporcionalidad de los materiales.

Encofrado

Debe contener y soportar el hormigón fresco durante su endurecimiento manteniendo la forma deseada sin que se deforme. Suelen ser de madera o metálicos y se exige que sean rígidos, resistentes, estancos y limpios. En su montaje deben quedar bien sujetos de forma que durante la consolidación posterior del hormigón no se produzcan movimientos. Antes de reutilizar un encofrado debe limpiarse bien con cepillos de alambre eliminando los restos de mortero que se hayan podido adherir a la superficie. Para facilitar el desencofrado se suelen aplicar al encofrado productos desencofrantes; estos deben estar exentos de sustancias perjudiciales para el hormigón.

Colocación y compactación

El vertido del hormigón fresco en el interior del encofrado debe efectuarse evitando que se produzca la segregación de la mezcla. Para ello se debe evitar verterlo desde gran altura, hasta un máximo de dos metros de caída libre y no se debe desplazar horizontalmente la masa.

Se coloca por capas o tongadas horizontales de espesor reducido para permitir una buena compactación (hasta 40 cm en hormigón en masa y 60 cm en hormigón armado). Las distintas capas o tongadas se consolidan sucesivamente, trabando cada capa con la anterior con el medio de compactación que se emplee y sin que haya comenzado a fraguar la capa anterior.

Para conseguir un hormigón compacto, eliminando sus huecos y para que se obtenga un completo cerrado de la masa, hay varios sistemas de consolidación.

El picado con barra, que se realiza introduciéndola sucesivamente, precisa hormigones de consistencias blandas y fluidas y se realiza en obras de poca importancia resistente. La compactación por golpeo repetido de un pisón se emplea en capas de 15 o 20 cm de espesor y mucha superficie horizontal. La compactación por vibrado es la habitual en hormigones resistentes y es apropiada en consistencias secas.

El vibrador más utilizado es el de aguja, un cilindro metálico de 35 a 125 mm de diámetro cuya frecuencia varía entre 3.000 y 12.000 ciclos por minuto. La aguja se dispone verticalmente en la masa de hormigón fresco, introduciéndose en cada tongada hasta que la punta penetre en la capa anterior y cuidando de no tocar las armaduras pues la vibración podría separar la masa de hormigón de la armadura. Mediante el vibrado se reduce el aire contenido en el hormigón sin compactar que se estima del orden del 15 al 20% hasta un 2-3% después del vibrado.

Curado

Es una de las operaciones más importantes en el proceso de puesta en obra por la influencia decisiva que tiene en la resistencia del elemento final.

Durante el fraguado y primer endurecimiento se producen pérdidas de agua por evaporación, formándose huecos capilares en el hormigón que disminuyen su resistencia.

En particular el calor, la sequedad y el viento provocan una evaporación rápida del agua incluso una vez compactado. Es preciso compensar estas pérdidas curando el hormigón añadiendo abundante agua que permita que se desarrollen nuevos procesos de hidratación con aumento de la resistencia.

Hay varios procedimientos habituales para curar el hormigón. Desde los que protegen del sol y del viento mediante tejadillos moviles, plásticos; mediante riegos de agua en la superficie; la inmersión en agua empleada en prefabricación; los productos de curado aplicados por pulverización; los pulverizados a base de resinas forman una película que impide la evaporación del agua, se trata de uno de los sistemas más eficaces y más costosos.

Desencofrado y acabados

La retirada de los encofrados se realiza cuando el hormigón ha alcanzado el suficiente endurecimiento. En los portland normales suele ser un periodo que oscila entre 3 y 7 días.

Una vez desencofrado hay que reparar los pequeños defectos superficiales normalmente huecos o coqueras superficiales. Si estos defectos son de grandes dimensiones o están en zonas críticas resistentes puede resultar necesario la demolición parcial o total del elemento construido.

Es muy difícil que queden bien ejecutadas las aristas vivas de hormigón, por ello es habitual biselarlas antes de su ejecución. Esto se hace incorporando en las esquinas de los encofrados unos biseles de madera llamados berenjenos.

Fuentes

Bibliografía

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