Rafidios

Rafidios
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Concepto:Los rafidios son cristales aciculares (con forma de aguja) de oxalato de calcio, que se encuentran en más de 200 familias de plantas. Son afilados como agujas, pero tienden a serlo más por uno de los extremos que por el otro.

En botánica, se denomina rafidio (o también ráfide) a los cristales con forma de aguja compuestos por oxalato de calcio que se hallan presentes en muchas células parenquimáticas de las angiospermas.

Estos cristales de oxalato de calcio se encuentran en el protoplasma de células vegetales especializadas llamadas idioblastos. Las micrografías electrónicas muestran que los micro-cristales tienen normalmente cuatro caras, forma de H (con una ranura en ambos lados), o una sección transversal hexagonal y algunos con púas. Wattendorf 1976 sugiere que todas las secciones circulares de los rafidios, visibles al microscopio óptico, son probablemente hexagonales en sección transversal.

Función

La función de tales cristales en las plantas aparentemente está relacionada con los mecanismos de defensa contra los animales herbívoros. Así, en muchas especies de aráceas (tales como Dieffenbachia) se combinan la presencia de compuestos nitrogenados como el ácido oxálico en su savia con los rafidios presentes en las células de las hojas. Cuando los herbívoros mastican estas hojas, los cristales producen pequeñas incisiones en las mucosas por las que puede penetrar el ácido oxálico y, de ese modo, producir graves irritaciones.

Reacciones

Los rafidios pueden producir reacciones tóxicas graves. La dosis letal para los ratones es de alrededor de 15 mg/kg y, como tal, se cree que los rafidios son un mecanismo de defensa contra los depredadores de plantas, para cortar y dañar los tejidos blandos de la garganta o el esófago del animal al masticar las hojas de la planta. El proceso venenoso tiene dos etapas: pinchazo mecánico e inyección de enzimas proteasas perjudiciales.

Métodos de uso

Los rafidios normalmente no pueden ser desnaturalizados por ebullición. Para desnaturalizarlos se requieren ambientes ácidos o solventes químicos como el éter. Calentando los materiales vegetales que contienen rafidios (como los tubérculos) se los puede fijar en una matriz de almidón seco, por lo que ya no son móviles y pierden su sabor agrio. Algunas plantas almacenan rafidios en entornos mucilaginosos y tampoco tienen sabor agrio. Sin embargo, generalmente la ingestión de plantas que contienen rafidios, como ciertas plantas ornamentales de interior, puede causar edemas dolorosos, formación de vesículas y disfagia dolorosa acompañada de escozor y ardor en la boca y la garganta, con síntomas que ocurren durante un máximo de dos semanas. En caso de ingestión, es prioritario evaluar las vías aéreas. Si hay exposición de los ojos, es necesaria la irrigación extensa y la toma de analgésicos.

Plantas que contienen rafidios

Algunas plantas que contienen rafidios son: Alocasia, Arisaema, Arum, Schefflera, Caladium, Caryota, Colocasia, Dieffenbachia, Epipremnum, Fucsia, Monstera, Philodendron, Spathiphyllum, y Tradescantia. La presencia de cristales de oxalato de calcio es evidente en forma de polvo blanquecino en la superficie del saco de esporas de algunos hongos, y ha sido verificada en la especie Gaestrum pectinatum usando microscopía electrónica. Otra combinación defensiva es la de los rafidios con enzimas con actividad tipo anti–tripsina, que estimulan la liberación de histamina y bradiquinina. Los cristales pinchan y lesionan las estructuras celulares del animal que mastica hojas de estas plantas; la liberación concomitante de agentes vasodilatadores conduce a una rápida reacción inflamatoria, caracterizada principalmente por edema y congestión.

Fuente

  • Gola, G., Negri, G. y Cappeletti, C. 1965. Tratado de Botánica. 2da. edición. Editorial Labor S.A., Barcelona, 1110 p.
  • Strassburger, E. 1994. Tratado de Botánica. 8va. edición. Omega, Barcelona, 1088 p.