Real Compañía de Comercio de La Habana

Real Compañía de Comercio de La Habana
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Fundación:1740
Disolución:1790
Tipo de unidad:Compañía de comercio
País:Bandera de Cuba Cuba
Sede:La Habana

Real Compañía de Comercio de La Habana. Institución que monopolizó casi todo el comercio de Cuba. La corona, los comerciantes españoles y los criollos ricos, obtuvieron enormes ganancias, mientras el resto de la población se vio perjudicada. Todo esto contribuyó al retraso comercial de Cuba.

Origen

Las ventajas que proporcionaba el monopolio comercial, decidió a un grupo de hacendados criollos de La Habana a unir sus capitales con algunos comerciantes españoles de Cádiz, puerto que desde 1717 habían sustituido a Sevilla en ser el único con el que Cuba podía comerciar legalmente. La corona les autorizó a formar una compañía que controlase todo el tráfico comercial de la isla. Así surgió en 1740 la Real Compañía de Comercio de La Habana. Una parte considerable de las ganancias era para la corona. Algunos importantes funcionarios de la isla también se beneficiaron.

Comercio

La Real Compañía controló todo el comercio de importación y exportación. Toda la venta del tabaco, azúcar, cueros, maderas y otros muchos productos quedó controlado por la compañía que también introdujo en la colonia numerosos productos europeos; harinas, paños, lozas, entre otros; reclamados por los pobladores. A cambio de estos privilegios la compañía tenía ciertas obligaciones, entre ellas construir buques para la marina mercante y de guerra española; abastecer los navíos de la marina real que hicieran escala en Cuba y sostener diez embarcaciones armadas para perseguir el contrabando.

Consecuencias

La Real Compañía de Comercio de La Habana obtenía jugosas ganancias porque cobraba precios muy altos por los productos que traía de Europa y compraba los productos cubanos a precios muy bajos, por ejemplo, un barril de harina que le costaba 5 ó 6 pesos en España, lo revendía en Cuba a un precio de 35 a 36 pesos. Este elevado costo de las mercancías obligó a disminuir la cantidad de artículos importados, a la vez que los bajos precios de los productos cubanos hacían bajar las exportaciones. Todo esto contribuía al retraso comercial de Cuba y al enriquecimiento desmedido de comerciantes españoles y hacendados criollos de La Habana.

Por otra parte las poblaciones del interior estaban aisladas, muchos de sus productos no eran comprados por la Compañía, los cabildos se cansaban de enviar sus quejas a la metrópoli española demandando el cese de tales abusos. La corona no hizo caso de las demandas, por cuanto ella también obtenía ganancias y además la compañía le aseguraba el estricto control del comercio cubano. Los mayores éxitos los obtuvo la Real Compañía de Comercio de La Habana en la etapa de 1740 a 1762. A partir de 1763 fue perdiendo poder e importancia, aunque se mantuvo hasta 1790.

Fuentes

  • Historia Universal y de Cuba en los Tiempos Modernos (I Parte).