Red A22 (ecologistas)

Red A22
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Concepto:Activistas medioambientalistas de diferentes países que haciendo uso del ecovandalismo actúan coordinadamente para llamar la atención de la opinión pública sobre la urgencia de actuar para proteger la Tierra.

Red A22. La Red A22 son un grupo de activistas contra el cambio climático de diferentes países que actúan coordinadamente para llamar la atención de la opinión pública sobre la urgencia de actuar para proteger el planeta Tierra.

La mayoría de los grupos que recientemente han protagonizado acciones mediáticas forman parte de la llamada Red A22 y actúan en Reino Unido con el nombre de Just Stop Oil, en Alemania con el de Letzte Generation o con el de Declare Emergency en Estados Unidos.

"No estamos aquí para sensibilizar, suplicar o entretener. Estamos aquí para forzar el cambio necesario para que este mundo continúe existiendo. Estamos aquí para obligar a los gobiernos a reducir drásticamente sus emisiones de CO₂, nada más y nada menos".

explican algunos de los activistas en su página web.

Historia

El colectivo nació en marzo del 2022, cuando mandaron una carta al presidente de la República, Emmanuel Macron, para reclamar que se comprometa a la renovación de todo el parque inmobiliario francés para mejorar la eficiencia energética. No hubo respuesta. Ante lo que consideran la inacción del gobierno, Dernière Rénovation inició una serie de acciones que son "muy molestas" para la gente, admite la activista. El objetivo es presionar al ejecutivo para que cumpla con sus promesas en materia climática.

De la Red A22 hay grupos en once países en todo el mundo, la mayoría en Europa. En Francia se llaman Dernière Rénovation (Última Renovación) y, como en el resto de países, han intensificado sus acciones en las últimas semanas, coincidiendo con la celebración de la COP27 en Egipto.

"Lo que hacemos es una campaña de resistencia civil pacífica que nace de la constatación científica de que tenemos delante una ventana abierta de entre dos y tres años para actuar contra el cambio climático: si no cambiamos radicalmente nuestra forma de vida ahora, después será demasiado tarde, estará fuera de nuestras manos"

advierte en una conversación con el ARA Anne-Constance, una de las jóvenes que forman parte de Dernière Rénovation.

El colectivo –en realidad, se autodefinen como una campaña– denuncia que el gobierno francés no cumple con los acuerdos y considera que sus acciones, si consiguen que una gran masa de ciudadanos se sumen, harán reaccionar a los políticos.

"El gobierno no está a la altura de la urgencia de la situación"

afirma Anne-Constance.

Riesgo de ser detenidos

Acciones de protesta de los activistas medioambientales.

Por ahora son más de 300 personas en diferentes ciudades francesas, la mayoría jóvenes de entre 25 y 35 años. En los últimos meses han protagonizado acciones diarias, sobre todo cortes de carreteras, pero también han tirado pintura naranja a la estatua de Charles Ray que hay ante la Bolsa de París, han interrumpido en plena representación una obra en la célebre Opéra Bastille de la capital francesa, se han encadenado a la red de la pista de tenis de las semifinales de Roland Garros y también han interrumpido el Tour, por poner solo algunos ejemplos.

"¿Por qué tenemos que llegar hasta aquí para ser escuchados? La cuestión que nos tenemos que plantear es cómo es posible que en 2022 haya jóvenes que en vez de estudiar o trabajar o aprovechar la vida estén dispuestos a arriesgarse a ser detenidos".

Comentó una de las activistas

Los activistas de Dernière Rénovation, y toda la oleada de colectivos que reivindican la urgencia climática, se inspiran en el movimiento norteamericano de los años 60 de resistencia civil, nacido para poner fin a la discriminación de los afroamericanos y la segregación racial.

"Como entonces, creemos que si hay acciones muy repetitivas y sostenidas en el tiempo, se pueden acabar cambiando las cosas"

explica Anne-Constance.

En España

En esta nación no hay ningún movimiento adscrito a la Red A22 pero sí los hay similares, como Futuro Vegetal, adscrito al grupo internacional Extinction Rebellion, un colectivo que también se autodefine como resistencia civil con presencia en unos setenta países.

El grupo Futuro Vegetal, con activistas en Catalunya, es responsable de la acción en el Museo del Prado, donde dos de sus miembros se pegaron las manos con pegamento a dos cuadros de Goya a principios de noviembre. También han bloqueado los accesos a Mercabarna y han tirado Coca-cola a la vitrina que protegía la réplica de una momia en el Museo Egipcio de Barcelona.

Red A22-Declaración Oficial de la Crisis (Abril 2022)

Somos la Última Generación del mundo. Hoy estamos aquí para anunciar que vamos a crear un nuevo mundo – un mundo en que la humanidad se abraza, se perdona, se quiere a él mismo y se compromete a continuar nuestra gran aventura. La Última Generación hará lo que haga falta para proteger nuestra generación y las generaciones futuras. Es nuestro derecho inalienable.

El antiguo mundo se está muriendo. Estamos en la última hora, nuestro momento más oscuro. El mundo está siendo destruido delante de nuestros ojos. Estamos en un momento transitivo. Lo que hacemos ahora decide el destino de este mundo y el siguiente. Por lo tanto, hemos decidido. Hemos decidido que ya no queremos complacer nuestros miedos, nuestra desesperación, nuestros resentimientos. Apostamos por nosotros mismos.

Juntos, en comunidad, nos estamos apropiando de un propósito superior. La fuente de lo que es ser verdaderamente humano. Nos llama a través de los tiempos y con su poder, derribaremos a los que matan para mantener sus regímenes de extracción. Este es el antiguo mundo. No puede continuar.

Estamos aquí para dejarlo claro: la humanidad es más importante que ceder a la extinción. Estamos aquí para decir que la sociedad aún no ha rechazado el amor y la verdad; no se ha abrazado el mal y la muerte. El mundo que deseamos, el que podemos conseguir, ya está a nuestro alcance. Solo necesitamos alcanzarlo.

Sin embargo, no estamos aquí para subrayar, suplicar o entretener. Estamos aquí para alcanzar el cambio que se requiere para que este cambio ocurra. Estamos aquí para forzar a los gobiernos a cortar las emisiones, nada más. Estamos aquí para actuar, no para hablar. Ya tenemos un plan.

Nos estamos movilizando en muchos países y culturas. Los equipos ejecutarán proyectos. Los proyectos demandarán a los gobiernos. Estamos contactando a todos los que respondan y se unan con nosotros a crear este nuevo mundo. En el caso que seamos rechazados, empezaremos a perturbar, semana tras semana, al igual que se ha hecho antes en la lucha contra los derechos humanos.

Hablamos directamente a la pública y estamos reclutando en cientos de nuestras reuniones. Nos comprometemos a la desobediencia civil masiva. Esta es nuestra responsabilidad solemne. Los derechos sagrados requiere una obligación sagrada para defenderlos. Hasta que todo el mundo esté libre, ninguno de nosotros estamos libres. Solo entonces es cuando se llegará a la justicia. No vamos a caer en la trampa de odiarnos el uno al otro – estamos unidos en todas partes. Nuestras manos no empuñan armas y nuestros corazones están abiertos.

Somos humanidad, creemos en nosotros mismos. Somos una democracia. Estamos abiertos y no violentos. Y somos Cuidado y somos Libertad. Aceptaremos las consecuencias de nuestras acciones y miraremos directamente en los ojos de nuestro destino. Estamos preparados. Mientras quede aliento en nuestros cuerpos, no nos detendremos. Esta ahora es nuestra vida.

Somos la Última Generación. Pero también la Primera. Estamos en todas partes. Ya estamos llegando. Todo va a cambiar. Lo antiguo se convierte en lo nuevo. Todo el mundo es capaz de cambiar.

Oposición

Aunque los argumentos de los activistas de la Red A22 y las otras organizaciones ambientalistas ya mencionadas, tienen mucha lógica, son una verdad incuestionable y es la realidad que estamos viviendo en este minuto producto de las malas decisiones que la humanidad ha estado ejecutando desde la revolución industrial, hay que hacer un alto y racionalizar bien lo que está sucediendo ya que nada justifica la vía del vandalismo que estas personas han tomado.

Al respecto múltiples personas y organizaciones, como el Vaticano y otros, se han pronunciado condenando ese mal proceder y de hecho la mayoría de los gobiernos que se han visto afectados han implementado medidas para proteger sus museos y obras artísticas y han aplicado sanciones y están prometiendo aplicar mano dura a los que imiten esas felonías; realmente existen muchas otras formas de protestar y concientizar sobre el cuidado del medioambiente, la violencia y la destrucción de los bienes culturales no es el camino.

Véase también

Bibliografía

  • Latchinian, Aramis (2009). Globotomía: del ambientalismo mediático a la burocracia ambiental. Ediciones Puntocero. p. 69.
  • Cash, Jorge Andrés (2019). «El ecoterrorismo y la paradoja de la locura total». El Mostrador (Chile).
  • Ondarra, Marcos (2022). «La magnate Aileen Getty financia a los activistas que están detrás del ataque a las 'majas'». The Objective.
  • Fàbregas, Laura (2023). «La Policía española pone bajo la lupa la escalada violenta del 'ecoterrorismo'». The Objective.

Fuentes