Revista LIS

Revista LIS
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ColaboraciónPedro T. Cebrián
Director(ar):Nicolás Guillén Batista
Sub Director:Francisco Guillén Batista
Redactor(a):Felix Nápoles
GéneroRevista literaria, artística y social
Cantidad de números18
Fecha de Fundación10 de enero de 1923
PaísBandera de Cuba Cuba
Idiomaespañol

Revista LIS. Revista literaria, artística y social creada en la década de 1920 en la ciudad de Camagüey por el periodista, poeta y político cubano Nicolás Guillén Batista, considerado por su obra como Poeta Nacional de Cuba.

La revista tributó al mapa literario cubano y develó un pensamiento local interconectado con la nación y el mundo.

Fundación

La revista, fundada por Nicolás Guillén Batista salió a la luz en un período decenal, a partir del 10 de enero de 1923 hasta el 30 de junio del mismo año, lo cual se extendió a 18 números en total. Dentro de sus propósitos, la revista señala:

...dotar a Camagüey de un órgano que sea vocero amoroso de sus virtudes más altas; y contribuir por otra parte, a la difusión de la cultura y al progreso de la hidalguía cuna del gran Agramonte...
Mensaje del prospecto inicial bajo el título Palabras preliminares

Se concibió en un contexto familiar durante los primeros años de la segunda década del siglo XX para un pueblo culto, instruido y sobre todo inteligente como el cubano, mensaje del prospecto inicial bajo el título Palabras preliminares. Guillén distinguió a su familia para cristalizar esta propuesta cultural.

Esta publicación se alineó en la familia extensiva de la Asociación Victoria, por cuanto Nicolás al igual que Francisco, su hermano y subdirector de la revista estuvieron muy vinculados a la misma. Félix Nápoles, el jefe de redacción de la revista, en ese momento era el vice secretario de correspondencia de Victoria y fue quien transcribió a máquina todos los versos hasta entonces de Guillén, agrupados en dos libretas escolares manuscritas.

Por consiguiente Pedro T. Cebrián, el administrador de la revista era justamente el vicepresidente electo de la mencionada asociación. Ciertamente las evidencias apuntan a una coincidencia familiar entre las directivas de la Revista LIS y de la antigua asociación Victoria (1904-1961).

Formato

La revista mantuvo su formato y su subtítulo Revista artística, literaria y social hasta su último número. La primera página siempre estuvo compuesta por una portada cuya fisonomía varió en cada número y en su reverso, incluyó un directorio de profesionales y oficios trascendentes de la localidad casi en su totalidad practicados por negros y mestizos, doctores en medicina, abogados, comadronas facultativas, procuradores públicos, mandatarios judiciales, entre otros, con sus direcciones particulares y horarios.

Objetivos

José Martí en la Revista LIS

La revista asumió dos objetivos bien definidos, con diferentes grados de prioridad, porque si bien se abrió al pensamiento hispanoamericano y universal de la época, tuvo como principal misión la de dar a conocer la cultura nacional desde la localidad.

En este sentido se distinguen, por ejemplo, en las secciones destinadas a poesía, narraciones cortas y artículos de escritores del patio, algunos aún desconocidos, como:

Asimismo, se incluyen textos de autores ya clásicos de las letras cubanas y universales como José Martí, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), Juan Clemente Zenea, Julián del Casal, Rubén Darío, Amado Nervo, José Enrique Rodó y Guy de Maupassant, entre otros.

Contexto periodístico

La revista se desarrolló en un contexto en el que el periodismo cultural se destacó a lo largo de la Isla. Si bien la revista social sostuvo un alto tono literario desde su fundación, la presencia del Grupo Minorista liderado por Rubén Martínez Villena e introducido en ella por Emilio Roig de Leuchsenring en el año 1923 logró visibilizar la vanguardia literaria del momento.

En este mismo año con aires audaces se fundó Juventud por Julio Antonio Mella, que apareció como:

“Revista de los estudiantes renovadores de la Universidad de la Habana”.

También se vislumbran revistas de diversas asociaciones con intereses literarios que realzan la configuración periodística cultural cubana.

Temáticas priorizadas

Comprometida con las libertades patrias, la revista dio visibilidad al pasado glorioso de las guerras de independencia, con la publicación de cartas y semblanzas de sus héroes. Entre ellas merecen especial destaque la carta del Gran ciudadano, Salvador Cisneros Betancourt, a Benjamín Guerra y Gonzalo de Quesada, comunicándoles la nueva entrada del Camagüey en las guerras de independencia; o la del Mayor General Antonio Maceo a Flor Crombet, precisando su oposición absoluta a cualquier acto de traición contra el general español Arsenio Martínez Campos.

Las semblanzas tributaron homenaje al arrojo de Fidel Céspedes, entre otros. Asimismo, la revista celebró la iniciativa de los ciudadanos de perpetuar la memoria de El soldado desconocido y la fecha histórica del 20 de mayo, nacimiento de la República.

De manera que no solo respondió a las exigencias culturales de la modernidad, sino que dialogó con el pensamiento más avanzado de su patria chica y extendió su mirada a lo más selecto de la aldea global.

Las novedades

Por otra parte, a través de noticias, crónicas y anuncios de las asociaciones de instrucción y recreo de negros y mestizos Antonio Maceo, Victoria y El Progreso, la revista dio a conocer su labor educativa contra hegemónica, sus redes sociales y su presencia en el acontecer sociocultural de la localidad.

Al mismo tiempo incluyó la publicación de sus programas, directivas, prácticas sociales de sus diferentes departamentos, veladas artísticas, literarias, cinematográficas, cruzadas cívicas, patrióticas, excursiones, cumpleaños, matrimonios, bautizos, noviazgo, entre otros.

Se elogió los logros académicos de los hijos de los asociados con reseñas de sus graduaciones y otros avances. Incluso, para las familias de insuficientes recursos que eligieron la educación superior como divisa, se promovió la ayuda económica entre los lectores de LIS. Y también se informó sobre las puestas en escena en los teatros principales de la ciudad, y las prácticas deportivas del momento, entre otros perfiles sociales.

La educación como una bandera

La publicidad insertada en sus páginas respondió también al progreso educativo de los miembros de estas asociaciones, pues en ellas se relacionaron los centros de estudio particulares como la Academia de Graciliano Garay, eminente matemático, la Academia Politécnica y la Academia Vélez donde Nicolás estudió:

“De la calle del Lugareño los edificios y lugares que aún tengo en la memoria son el cuartel de bomberos, en la esquina de Martí; el de la policía, entre Rosa la Bayamesa y Cristo; la academia nocturna (tenía otra, en las mañanas) de Tomás Vélez, que fue mi profesor de bachillerato”.

Negocios de subalternos

También se promocionaron los turnos de las farmacias, las sastrerías más ambiciosas, como la de Salvador Valero, cuyos descendientes, aún en la actualidad continúan este oficio. E igualmente la promoción musical pues distinguió el desarrollo de diferentes talentos como la acreditada “Camagüey Jazz Band”, expositora de formato y géneros diversos, entre otras orquestas de maestros reconocidos, grupos de pequeño formato, solistas. En fin, LIS ofrece una construcción sociocultural variopinta y diversa de Camagüey más allá del imaginario popular.

Presencia del San Juan Camagüeyano

Se advierte la presencia de la cultura popular en contexto, allí está el San Juan Camagüeyano al interior de las ya mencionadas asociaciones, sus diferentes expresiones en certámenes competitivos, bailes, comparsas, carrozas, reinas, igualmente las festividades religiosas en casas de familias insignes de la localidad, entre otras prácticas culturales.

Proyectó escritores noveles

De igual manera LIS tributó al acervo literario cubano al develar escritores desconocidos. Son los casos de Josefa Guillén Batista, la hermana menor de Nicolás y Tomás Vélez Vázquez, quien fuera colaborador habitual con artículos clarividentes. De los 18 números que tuvo la revista, se publicaron 15 artículos de Vélez que además, fue el maestro de Nicolás Guillén.

Josefa Guillén Batista se destacó en temas relacionados con la emancipación de la mujer. Su primer artículo, Dos palabras nuevas sobre un tema viejo, apareció en el segundo número de la revista. La autora inició su artículo presentando su desacuerdo con las ideas que desvalorizan a la mujer como capaz de desarrollarse intelectualmente a la par del sexo masculino:

“costumbres que casi son leyes y que por consiguiente muy pocos se atreven a contrariar”.

Defendió con ímpetu las que han tenido el valor de dar a conocer su talento y

“soportar además que fueran juzgadas tan duramente”.

O sea, que al parecer, aquellas que habían franqueado las barreras de la ignorancia o las primeras letras y tomaron el conocimiento como arma de combate, habían sido motivo de críticas severas.

La autora mostró las características de la mentalidad tradicional de las madres de familia, que se conformaban con que sus hijas aprendieran a leer y a escribir para luego “ocuparse de sus casas”, que era su privilegio mayor. Josefa reconoció la importancia de este último aspecto, pero sin negarles la posibilidad de ampliar sus roles más allá de lo doméstico. Trasmitió un hálito de esperanza al considerar que la mujer poco a poco iría conquistando espacios del saber de la misma manera

“que ha ido pasando de mísera esclava a esposa respetada”.

Les propuso conquistar con sus esfuerzos el mundo intelectual de la misma manera en que iban progresando en lo moral.

El análisis que la autora hizo desde el siglo XIX hasta inicios del XX de la “evolución” intelectual de la mujer coincidió en espíritu con escritoras de otras regiones de la Isla visibilizadas en una revista que pudiera considerarse feminista, como la Revista Minerva. Josefa con su ejemplo predicó que las de su sexo estaban capacitadas para traspasar los límites impuestos por normas sociales. Esta posición cultural estaba en total armonía con el pensamiento de vanguardia de la época.

Para 1918 Cuba había registrado la más importante organización en defensa de los derechos de la mujer, el Club Femenino, y en abril de 1923 se convocó su Primer Congreso, el cual generó un periodismo cultural importante desde la visión de la mujer, más allá de los temas tradicionalmente “para ellas”. Josefa en su segundo artículo retrató a las mujeres que expresaban su fe a partir de hábitos externos codificados.

En su artículo Monjas y monasterios su postura en torno a la emancipación intelectual y emocional de la mujer fue un llamado para un cambio de mentalidad, aunque reconoció que se necesitaba tiempo para quebrantar usanzas que se aceptaban como códigos. De manera atrevida amplió el concepto de esclavitud vinculándolo a ciertas costumbres matrimoniales.

Vio el analfabetismo como otra causa de la sumisión de la mujer; se extendió al área sicosocial, confrontó las circunstancias emocionales que violentaban moralmente a la mujer y las reclusiones monásticas sin vocación.

Trascendencia

La revista tributó al mapa literario cubano y develó un pensamiento local interconectado con la nación y el mundo.

Bibliografía

  • Henry Knight, Kezia Zabrina ((2017) “Nicolás Guillén y la revista LIS, una ofrenda familiar”. Revolución y cultura, (1) enero-febrero-marzo, pp. 64- 67. ISSN 0864-1315 Índex:
  • Henry Knight, Kezia Zabrina (2024) Tomás Vélez Vázquez y la revista LIS.
  • Henry Knight, Kezia Zabrina (2022) La revista LIS y Nicolás Guillén Batista. Disponible en:Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey. Consultado el 17 de junio de 2025.
  • Henry Knight, Kezia Zabrina (2020) Asociaciones de negros y mestizos en la ciudad de Camagüey (1879-1961). Sus aportes al desarrollo social, Editorial Ácana, Camagüey, Cuba
  • Henry Knight, Kezia Zabrina (2017) “La mujer camagüeyana en las revistas LIS, Minerva y Renacimiento”. Revista Senderos, (19), 08-13. ISSN 1814-2893.
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  • LIS, Año 1, núm. 17, Camagüey, 20 de junio de 1923, s/p.
  • LIS, Año 1, Núm. 1, 10 de enero de 1923, Camagüey, s/p.
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  • LIS, Año 1, Núm.3, 30 de enero de 1923, Camagüey, s/p.
  • “El reinado de las ideas”, en LIS, s/p, Año 1, Núm.9, 30 de marzo de 1923, Camagüey, s/p.
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  • Guillén, Nicolás (1923) Revista LIS, s/e, 18 números.

Fuentes