Richard Wilhelm

Richard Wilhelm
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Nacimiento10 de mayo de 1873
Stuttgart,
Alemania Bandera de Alemania
Fallecimiento2 de marzo de 1930
Tübingen,
Alemania Bandera de Alemania
Nacionalidadalemana

Richard Wilhelm (Stuttgart, 10 de mayo de 1873 - Tübingen, 2 de marzo de 1930) fue un sinólogo, teólogo y misionero alemán. Su aporte más importante fue la traducción al alemán de obras sobre las doctrinas de China. Dentro de estos trabajos el más conocido es el I ching, introduciendo esta profunda obra del oriente en occidente de un modo vivo y plástico.Wilhelm fue amigo personal de Carl Gustav Jung.

Biografía

Wilhelm era una auténtica personalidad religiosa de visión amplia y clara.Cuando era joven, Wilhelm se trasladó en misión cristiana a China y allí se había iniciado en el mundo del oriente espiritual. Poseía la capacidad de adaptarse incondicionalmente a la postura de la manifestación de un espíritu extranjero y transmitir todo el milagro de la intuición, lo que le capacitaba para hacer accesible a Europa los valores espirituales de China.

Estaba profundamente impresionado por la cultura china y una vez en conversación con Carl Gustav Jung expresó: “¡Mi mayor satisfacción es que no he bautizado nunca a un chino!” Pese a sus premisas cristianas no podía dejar de reconocer la profunda consecuencia y claridad del espíritu chino. De ello estaba no sólo profundamente impresionado sino propiamente subyugado y asimilado. El mundo de la concepción cristiana forma una reservatiomentalis, una reserva moral de significación condicionada por el destino.

Wilhelm tuvo la rara suerte de conocer en China uno de los sabios de la vieja escuela expulsado del continente por la revolución. Este viejo maestro, llamado LauNaiSüan, le inició en el conocimiento de la filosofía yoga china y de la psicología del I Ging. A la colaboración de ambos hombres debemos la edición del I Ging, con su notable comentario. Introdujo esta profunda obra del oriente en occidente de un modo vivo y plástico. La edición de esta obra es uno de los hechos más importantes de Wilhelm.

Cuando estuvo terminada la última página de la traducción y aparecieron las primeras galeradas murió el anciano maestro LauNaiSüan. Fue como si hubiese terminado la propia obra y transmitiera a Europa el último mensaje de la China agonizante. Wilhelm cumplió el anhelo del maestro como discípulo incomparable.

Libros de Wilhelm

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I Ching.El libro de las mutaciones

Esta es una de las versiones más completas y sólidas del texto oracular de la China clásica. Escrito por Wilhelm y avalado por una generosa introducción de Carl Gustav Jung.

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Tao Te King

Excelente edición de este clásico del pensamiento chino. Editado en tapas duras, traducido y comentado por Richard Wilhelm, en esta versión encontramos de una acertada traducción de los poemas / aforismos, además de numerosas notas y comentarios de introducción.

“El sitio del corazón”, por Richard Wilhelm

“La atracción por lo electivamente afín constituye una ley general de la naturaleza. Mediante una atracción de esta índole influye el sabio sobre los corazones de los hombres y el mundo logra la paz. Uno debe aguardar, tranquilamente, hasta que un verdadero influjo lo mueva a actuar, y entonces quedará libre de daños. Se ha alcanzado aquí el sitio del corazón. La incitación, el estímulo que parte de este punto es el más importante. Allí donde actúa la propia fuerza tranquila de la naturaleza de uno, los efectos son normales. Todos los hombres sensibles a las vibraciones de un espíritu semejante recibirán su influjo. Este influjo sobre los demás no ha de manifestarse como una acción deliberada y consciente ejercida sobre ellos, pues semejante agitación consciente, con su perpetuo vaivén, excita y desgasta. Por otra parte, en ese caso los efectos se limitarán a aquellos hombres hacia los cuales dirige uno conscientemente sus pensamientos. La forma más exterior de empeñarse en adquirir influencia sobre otros es la de conseguirlo mediante la mera locuacidad, sin que nada real sostenga a las palabras. Semejante estímulo, ejercido por el sólo movimiento de los instrumentos del habla, será necesariamente insignificante.”

Historia del “Hacedor de lluvia”

Existe una anécdota que Richard Wilhelm relatara a su amigo Carl Gustav Jung, conocido como “la historia del hacedor de lluvia chino” de KiaoTchou.

“Había una gran sequía en el territorio en el cual se hallaba Richard Wilhelm; desde hacía varios meses no caía una gota de lluvia y la situación se hizo catastrófica. Los católicos hicieron procesiones, los protestantes elevaron sus plegarias, y los chinos quemaron incienso y dispararon sus fusiles para espantar a los demonios de la sequía.

Los chinos se dijeron: Debemos buscar al hacedor de lluvia, y aquel vino de una de las provincias. Era un hombre anciano y magro. Dijo que la única cosa que necesitaba era que pusiesen a su disposición una pequeña casa tranquila, en ella se encerró durante tres días. Al cuarto día las nubes se amontonaron y se produjo una fuerte caída de nieve, en una época del año donde ello no era previsible y en cantidad no habitual.

Tantos rumores circulaban respecto a este extraordinario hacedor de lluvia que Wilhelm fue a verlo y le preguntó como lo había hecho. El pequeño chino le respondió: Yo no hice la nieve, no soy responsable de ello. Pero ¿qué ha hecho usted durante estos tres días? Oh, eso puedo explicárselo, es simple.

Vengo de un país donde las cosas son lo que ellas deben ser. Aquí las cosas no están en el orden, no son como deberían ser según el orden celeste, entonces todo el país está fuera de Tao. Yo dejé de estar en el orden natural de las cosas, porque el país no lo estaba. Así la única cosa que tenía que hacer era aguardar tres días hasta que me volví a encontrar en Tao, y entonces, naturalmente, el Tao hizo la nieve.”

Esta maravillosa historia muestra la esencia del pensamiento taoísta. El “No hacer” (WuWei) que “si hace”. Richard Wilhelm es el responsable de la primera traducción del I Ching, el libro de las transformaciones. Esta obra puede ser usada como oráculo y libro de sabiduría. Su premisa es que todo el universo fenoménico esta en permanente cambio, pero muta siguiendo ciertas leyes o principios.Esta obra es esencial para comprender la metafísica china. Luego de su presentación a Occidente el interés por el I Ching ha ido en aumento a través de los años, en gran parte estimulado por las creencias del famoso psicólogo Carl Jung.

Fuentes