Ritifobia

Ritifobia
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Miedo a las arrugas
Clasificación:Fobia

Ritifobia. Se define como un persistente e injustificado miedo a que a uno le salgan arrugas.

Descripción

La sociedad en la que vivimos, donde la imagen es fundamental y donde se promueve el mantenimiento de la juventud de forma exagerada, provoca que muchas personas vean en la aparición de las arrugas- un peligro para su vida social y profesional.

Es tanta la presión a la que nos vemos sometidas que a muchas mujeres les genera una gran ansiedad evitar la aparición de las arrugas, lo que genera que decidan someterse a cirugías estéticas. De hecho, a diario vemos como personajes públicos se someten a intervenciones plásticas lograr un aspecto un aire más juvenil.

Aunque las fobias las desarrolla cada persona de forma individual, podemos afirmar que en el caso de la ritifobia, surge principalmente por la presión social, en la que prevalece una imagen exterior muy concreta: mujeres jóvenes y delgadas.

A causa de este prototipo que se impone (aunque de vez en cuando aparecen famosas que apuestan por un estilo más natural) la mayoría de las mujeres dedicamos gran parte de nuestro tiempo y dinero a encontrar el tratamiento perfecto que retrase la aparición de las arrugas para así mantenernos jóvenes por más tiempo: ya sea a través de una alimentación adecuada, remedios caseros, cremas, mascarillas, o de costosos procedimientos estéticos, todas andamos buscando el elixir de la eterna juventud.

La verdad es que aunque nos cueste, debemos aceptar que envejecer es parte de la vida y que en lugar de estresarnos e intentar borrar las huellas que deja el paso de los años, debemos aceptarlas. Piensa que no eres tú quién está mal por tener arrugas, sino que es la sociedad la que debe cambiar esa mentalidad y esforzarse por cambiar los cánones de belleza actuales que someten a las mujeres a ser esclavas de su apariencia física, dejando muchas veces de lado sus capacidades intelectuales y generando, en muchas ocasiones, problemas de ansiedad y falta de autoestima.

“Son personas cuyo autoconcepto lo fundamentan en esa imagen que quieren proyectar, que está dentro de los parámetros de lo que es valorado culturalmente”, en este caso, ser joven. las personas que muestran esta condición “puede surgir una preocupación excesiva de no ser querido y aceptado por no cumplir con los parámetros de esa imagen que quiere proyectar”. Además, “es una persona bien insegura, que necesita aceptación incondicional de la gente que la rodea. Puede pensar ‘si no me veo joven, no me va a querer nadie’”, “muchas veces las mujeres son las que presentan esta situación”, pero lo cierto es que “muchos hombres también tienen esta preocupación excesiva”. Por supuesto, “en el fondo, es miedo a envejecer. “Esta creencia se convierte en una obsesión e invierten cantidades exageradas de dinero en productos y tratamientos que prometen ser rejuvenecedores”. También, a quienes recurren a métodos que no son los más adecuados para esta meta, y al “abuso exagerado de cirugías cosméticas, no solo en el rostro, sino también en el cuerpo, al punto de que algunos llegan a lucir diferentes a como eran”.

Cómo cuidarte

Quizás para este cambio aún falta tiempo pero comienza tú y demuéstrale a los demás que con o sin arrugas eres una mujer espectacular que vale más por su personalidad e inteligencia que por su apariencia física.

Consejos

A partir de los 25 años, la piel comienza a deteriorarse progresivamente. Cuanto antes comiences a cuidarte, mejor.

El sol es el principal causante del envejecimiento prematuro. Utiliza diariamente un protector solar desde 55 SPF en adelante. Si estás al aire libre, retoca tu protector solar y evita exponerte al mediodía y temprano en la tarde, ya que a estas horas los rayos del sol son más intensos.

Las gafas de sol no solo te protegen la vista, sino también del envejecimiento en el contorno de los ojos.

Con el descanso, la piel se renueva. Aunque el tiempo de descanso adecuado varía según la persona, lo recomendable es dormir entre seis a ocho horas diariamente. Un descanso interrumpido retrasa mucho la manera en la que el cuerpo se regenera y rejuvenece, haciendo nuestra regeneración celular inadecuada.

Consumir alcohol y fumar deshidrata el cutis y daña la producción de colágeno. Evita el sobrepeso, sobre todo antes de los 40 años. De igual forma, bajar de peso abruptamente produce arrugas que pueden ser producto de la flacidez en la piel. Una alternativa para mejorar la flacidez en la piel es el tratamiento de radiofrecuencia multipolar, que, activando el colágeno, reafirma la piel y regenera las células. Al dormir, presionar la cara contra la almohada provoca arrugas que pueden alterar el marco del rostro. Lo ideal sería dormir boca arriba.

La depresión y el estrés disminuyen las fibras del colágeno. Apóyate en pensamientos positivos para evitar situaciones estresantes por tiempos prolongados.

¿Haces muchas muecas? Cuida tus expresiones antes de que produzcan arrugas permanentes. Ejemplo de estas son fruncir el ceño o arrugar la frente al abrir los ojos. Añade a tu rutina diaria una limpiadora, tónico, humectante y crema de ojos de acuerdo con tu tipo de piel. Puedes conseguir cremas humectantes con colágeno, vitamina C, aminoácidos como bio-peptides, ácido hialurónico y hasta células madres, que alimentan la piel para optimizar su regeneración.

Procura realizarte un facial de limpieza profunda al menos una vez al mes para ayudar a que tu piel se regenere. Puedes optimizar tu facial con hidratación ionizable, foto-rejuvenecimiento y dermolift, entre otros tratamientos.

Una piel muy seca debe utilizar cremas hidratantes. Una piel grasa debe utilizar cremas para balancear el pH; pieles acneicas deben utilizar cremas para el control de acné. Ahora bien, en pieles grasas o acneicas se debe controlar el nivel de grasa para evitar acné, pero no se puede permitir perder ese aceite natural, ya que este tiende a retrasar el envejecimiento.

Aprender a envejecer

Aprende a envejecer con gracia y a comprender que forma parte del proceso natural de la vida. En el fondo, todos somos vanidosos y es normal querer cuidarnos y vernos bien cuando nos miramos al espejo. Lo importante es mantener la noción de que te gustas como persona, que te valoras como eres.

Con los cuidados debidos, podemos afrontar los cambios que surgen con la edad. Pero si no estás dispuesto a aceptarlos, y vives angustiado, lo aconsejable es visitar a un psicólogo para ayudarte a manejar la situación.

Fuentes