Saco Amniótico

Saco Amniótico
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Concepto:El saco amniótico es, el “lugar” en el que se desarrollará el bebé durante los nueve meses del embarazo, la bolsa que protege al feto y le proporciona el entorno adecuado para desarrollarse correctamente


Saco amniótico

El saco amniótico es la cubierta de dos membranas que cubre al embrión y que se forma entre el octavo y noveno día de la fecundación. La membrana interna llamada amnios contiene el líquido amniótico y el feto en su interior. La membrana exterior, llamada corion, contiene el amnios y es parte de la placenta. El saco amniótico se utiliza en oftalmología para reconstruir y tratar lesiones de la superficie ocular, tanto en la córnea como en la conjuntiva, en tratamiento de quemaduras, en reparadora y maxilofacial.

El amnios es una fina membrana que envuelve y protege al embrión y está lleno de fluido salino llamado líquido amniótico. El amnios permite los movimientos fetales, ofrece protección contra eventuales golpes, ya que flota en el líquido, y permite que las sustancias de desecho ingresen a la circulación materna para su excreción.

Durante el embarazo, dicho líquido amniótico aumenta en volumen a medida que el feto crece. Este volumen alcanza su punto máximo aproximadamente en la semana 34 de gestación, cuando llega a un promedio de 800 ml. Aproximadamente 600 ml de líquido amniótico rodean al bebé a término (a la semana 40 de la gestación). El bebé hace circular constantemente este líquido al tragarlo e inhalarlo y reemplazarlo a través de la "exhalación" y la micción.

El líquido amniótico cumple numerosas funciones para el feto:

  • Protege al feto de las lesiones externas al amortiguar golpes o movimientos súbitos.
  • Permite el movimiento libre del feto y el desarrollo musculoesquelético simétrico.
  • Mantiene al feto a una temperatura relativamente constante para el medio ambiente.
  • Permite el desarrollo apropiado de los pulmones.


El trastorno por el que se presenta una cantidad excesiva de líquido amniótico se denomina polihidramnios o hidramnios, que con frecuencia acompaña a los embarazos múltiples (mellizos o trillizos), anomalías congénitas o a la diabetes gestacional.


El trastorno por el que hay una disminución de cantidad de líquido amniótico se denomina oligohidramnios u oligoamnios, y puede acompañar a embarazos postérmino, ruptura de membranas, disfunción placentaria, síndrome hipertensivo del embarazo o anomalías fetales (síndrome de Potter, síndrome de Adams).


Las cantidades anormales de líquido amniótico pueden motivar un control adicional del embarazo. La extracción de una muestra de líquido amniótico se denomina amniocentesis y puede proporcionar información con respecto al sexo, estado de salud y madurez del feto. El líquido amniótico es una fuente importante de células madre que se pueden utilizar para tratamientos médicos de última generación.



El saco amniótico

A medida que aumenta de volumen, el embrión se aleja de la zona de implantación en la pared del útero. Al mismo tiempo (alrededor del octavo y noveno día de la fecundación) se forma una cavidad a su alrededor: el saco amniótico, o como vulgarmente se le llama, la bolsa de las aguas. Se llama así porque su interior se llena rápidamente de un líquido que será el medio en el que el embrión flotará durante su gestación: el líquido amniótico.

El saco amniótico va progresivamente aumentando de tamaño y acaba ocupando por completo el útero alrededor de la semana 10 de embarazo. El futuro bebé vivirá en esta cavidad durante los nueve meses de gestación, flotando en el líquido amniótico (que toma su nombre la membrana que lo rodea, el amnios).



Saco amniótico, placenta y cordón umbilical

Durante los primeros días de desarrollo, algunas células que acompañan al embrión originarán tejidos y órganos vitales para su crecimiento y supervivencia. Estos funcionarán como hogar, medio de comunicación, nutrición y filtro sanguíneo.


Saco amniótico

El líquido amniótico está compuesto en un 98% por agua y el 2% restante corresponde a solutos orgánicos (proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y enzimas, entre otros) e inorgánicos (zinc, cobre, hierro y magnesio). La membrana externa que recubre el saco amniótico se llama corion y es la más extensa y, en ocasiones, es considerada parte de la placenta. Finalmente, el alantoides es una estructura conectada al intestino posterior que se relaciona con la alimentación, la circulación y la excreción del embrión.


La placenta

Considerada una estructura vital en la formación del nuevo ser, la placenta es uno de los órganos anexos más complejos que existen. Posee una forma similar a la de un disco aplanado, alcanzando al final del embarazo un diámetro aproximado de 20 centímetros. Se desarrolla desde la implantación hasta, aproximadamente, el décimo día, a partir del endometrio y el trofoblasto. Las células de este último son capaces de generar conexiones con la sangre de la madre a través de los vasos sanguíneos de la pared uterina, por lo que la placenta se considera un órgano de intercambio. Al ser el medio de comunicación entre los vasos sanguíneos de la madre y los del feto, es capaz de proporcionarle a este último anticuerpos, oxígeno y nutrientes (vitaminas, aminoácidos, azúcares, agua, lípidos, sales minerales, etc.). También posee una función de retorno, para que el feto pueda eliminar sus desechos (dióxido de carbono y urea, principalmente) y otra endocrina, ya que secreta diversas hormonas que benefician el desarrollo fetal y la lactancia.


Cordón umbilical

El feto se comunica con la placenta a través del cordón umbilical, un conducto similar a una manguera recubierta por piel, que contiene en su interior los vasos sanguíneos comunicantes (arteria umbilical y venas umbilicales). Si bien la placenta completa su desarrollo en la segunda semana de gestación, continúa creciendo junto con el feto durante los nueve meses. Es la bolsa que contiene al feto durante su crecimiento y corresponde a una cubierta formada por dos membranas que envuelven al embrión durante los meses de gestación: el amnios y el corion. El amnios es la lámina más interna de este saco y es delgada y resistente, también se le conoce como bolsa de aguas, ya que contiene una importante sustancia: el líquido amniótico.


Fuentes