Sarna felina

Para otros usos de este término, véase Sarna sarcóptica (desambiguación).
Sarna felina
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Sarna felina, existen muchas enfermedades que pueden afectar a los animales domésticos pero no causar ningún tipo de daño a la salud humana, sin embargo la sarna que afecta, tanto a gatos como a perros, puede terminar contagiando a los seres humanos. Este tema de la sarna en los animales, es algo que se ve diariamente, son muchísimos casos que se presentan, y debido a que es contagiosa es importante que se tomen las medidas necesarias para evitar que el gato o su dueño se contagien.

Las lesiones de sarna

?Qué se producen en la piel?, se presentan como pequeños puntos de pus que, generalmente, pican muchísimo. El problema de rascarse tanto, es que se puede arrastrar el ácaro hacia otras porciones de la piel, en donde se formarán nuevas ronchas. Además también pueden quedar en las uñas, y poco a poco moverlos de un lado al otro del cuerpo, sin que pueda eliminarse rápidamente. De igual manera, si no se tiene contacto con el animal, y no se deja que sus ácaros ataquen, aquellos que se han encargado de provocar las ronchas en la piel morirán a los pocos días. Si se quiere eliminarlos del cuerpo, se puede probar con un remedio inocuo y 100 por ciento efectivo, pasar un algodón embebido el loción para piojos, y los ácaros morirán muy pronto.

Más de una vez se ha hablado sobre la sarna en los animales domésticos, sobre todo en gatos y perros, pero ¿qué es exactamente la sarna? La sarna es una enfermedad de la piel y del oído externo que es ocasionada por un ácaro, más concretamente el que lleva su nombre, el ácaro de la sarna o Notoedres Cati.

Este ácaro se desliza debajo de la piel de los gatitos, donde empieza a desplazarse y cavar pequeños caminos o túneles, dejando a la vista llamativas zonas rojas. Es tan pequeño que apenas se puede ver si no se es un experto, y pertenece a la misma familia de las arañas. Su ciclo se desarrolla entre 14 y 21 días, durante el que es muy fácil el contagio.

Hay distintos tipos de sarna, algunas afectan a la cabeza, otras a la piel y otras a las orejas, y pueden ser muy contagiosas tanto entre gatos, como a perros o incluso a humanos. Pero no hay que temerlo, tiene fácil tratamiento, el problema es que tiene un porcentaje muy alto de contagio y es una enfermedad que hasta que no está muy avanzada puede pasar desapercibida.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a diferencia de la sarna propia de los humanos, los ácaros de los gatos, no logran hallar en el cuerpo humano un medio apto y adecuado para poder sobrevivir, por lo que aunque afectan la salud humana, no logran reproducirse ni cavar las mismas terribles galerías que cavan en los animales.

¿Cómo afecta a los gatos?

Básicamente les puede afectar de dos maneras o en dos lugares determinados, en la piel de casi todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y estómago, o en las orejas. La sarna que sale en la piel se denomina Sarna escamosa, y la que se presenta en las orejas u oído externo es la Sarna del oído.Un gato con sarna. La sarna en la piel ocasiona que se escame, de ahí a su nombre. Este tipo de sarna a veces se confunde con caspa. Suele presentarse en la cabeza de los gatitos, aunque puede aparecer por los laterales o todo el lomo. La sarna en las orejas es bastante común, casi todos los gatos suelen sufrirla alguna vez.

Los gatos cuando la sufren empiezan a rascarse con ansias, hiriéndose a si mismos. Posteriormente empiezan a ponerse tristes e incluso dejan de comer, comenzando a adelgazar drásticamente. Es una enfermedad peligrosa porque si no se trata adecuadamente corren el riesgo de morir.

Diagnóstico

Los gatos que sufren de sarna, por regla general tienen la piel irritada, con rojeces y algo inflamada. En algunas áreas puede que el vello se haya caído considerablemente o solo un poco, y la piel dónde la alopecia se haya extendido puede llegar a sangrar.

Esto es más típico cerca y en el interior del oído, en el vientre y cerca de los genitales. Es más, un gato con sarna puede tener manchas en el pelaje ocasionadas por la enfermedad. En los casos más graves incluso se pueden llegar a ver las larvas de los ácaros, siendo de color amarillento anaranjado.

Sus síntomas más obvios son:

  • Comienza la pérdida de pelo. Suele empezar alrededor de las orejas y se puede extender hasta la cara y el cuello de nuestro gato. Incluso si es grave puede llegar a patas y bajo abdomen.
  • Se presenta comezón. La piel afectada se les pone de color rojo y en lo que comúnmente llamamos "en carne viva". Observamos cambios en la piel. La piel por donde ha pasado la sarna se vuelve más frágil, más fina y arrugada.
  • Empiezan a salir costras. Los gatos se rascan a causa del comezón y se limpian, causándose costras que pueden infectarse. Son de color amarillento. Se les pueden inflamar los ganglios linfáticos. Debe revisarse que el gato no los tenga inflamados, pasando la mano por el cuello, los hombros, las axilas, la espalda, el abdomen y el interior de las rodillas.

Piel irritada, rojeces e inflamada, síntomas de sarna

Una vez asegurados de que el gato tiene alguno de estos síntomas y consultado al veterinario, es fácil que éste sepa si el minino está afectado por sarna, ya que el Notoedres cati es fácil de identificar con un simple raspado cutáneo de las lesiones. Su morfología es la que ayuda a que se pueda identificar fácilmente, ya que éste ácaro posee las patas cortas y gruesas. Y son pequeños, miden menos de 1 mm.

¿Cómo se contagia?

Se contagia a partir de la piel, es decir mayormente con el contacto físico, pero a veces no es ni necesario el roce directo, simplemente basta con estar cerca de un infectado para que se produzca el contagio.

Por lo tanto si el gato está en contacto con gatos callejeros, o con perros que puedan tenerla, o incluso simplemente el arrope del gato con una manta que pudo arropar anteriormente a un gato que no sabe a ciencia cierta si era portador o no del ácaro, puede ser contagiado.

A veces los seres humanos son los que contagian a los gatos, o al contrario.

Tratamiento y cura de la sarna

Para tratar y prevenir la sarna hay múltiples métodos. Pero lo mejor es acudir al veterinario a que él sea quien proponga un tratamiento, ya que pueden ser para prevenir más que para curar, o quizás el gatito necesite algo más fuerte y agresivo. Sólo el veterinario puede saber qué tratamiento es el que necesita.

  • Remedios naturales:

Lo cierto es que no existen unos remedios naturales realmente eficaces, o que se note muchísimo el efecto. Ni para evitar que se contagien ni para por supuesto curarlos. La mayoría de estos remedios son el uso de aceites esenciales, o extractos de distintas plantas. Suelen indicar untar la zona a tratar o hacer lavadas al gato con agua después de hervir cierta plantas. Entre estas plantas están la mandarina, lavándula, citronella, orégano, poleo, pomelo, romero, etc.

Un gato con sarna está triste y no come.

  • Antiparasitarios químicos.

Los hay de distintos tipos, como pueden ser las pipetas, las tabletas, los inyectables o los champús, jabones, sprays, etc. Las pipetas son líquidas y se extienden a lo largo del lomo del gato siguiendo la línea de la columna vertebral, empezando en la cabeza. Las tabletas son píldoras o pastillas antiparasitarias.

Los inyectables son vacunas antiparasitarias, que funcionan muy bien para tener a los gatos protegidos. Y los champús, jabones o sprays son lociones para bañar al gato o para rociar su piel y que tienen una eficacia menor pero ayuda a que sea constante y más efectiva si además se usa cualquiera de los otros métodos.

Cuándo consultar al veterinario

Cuando el gato empiece a rascarse ávidamente en ciertas zonas, que empiezan a enrojecerse de manera extraña, creando erupciones y la piel irritada. Cuando además de esto al gato se le empieza a caer el pelo se debe acudir al veterinario para averiguar si es sarna, o si puede ser cualquier otro tipo de trastorno del tipo estrés o incluso alimenticio. Sobre todo si el gato ya no come y juega como antes.

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