Sindrome Hipercinético

Síndrome hipercinético
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Síndrome hipercinético. Esta categoría incluye niños con inteligencia normal, que presentan un síndrome hipercinético, un trastorno del aprendizaje o una combinación de ambos, cuasados por una disfunción del sistema nervioso central.

Introducción

Cuadro clínico: El síndrome hipercinético se manifiesta desde el primero o segundo años de vida y consta de tres síntomas fundamentales que en el orden de importancia concebido actualmente son los siguientes:

  • Inatención.

Dificultad para mantener la concentración en una tarea dada (lapso de atención corto) y distractibilidad ante los estímulos irrelevantes. Como consecuencia, estos niños a menudo no terminan la actividad iniciada o la interrumpen constantemente para fijarse en otros estímulos, con la consiguiente demora en realizarlos.

Excesiva actividad motora que se distingue de la habitual, sobre todo por su carácter desorganizado, incapacidad para mantenerse quieto en situaciones donde el niño normal es capaz de hacerlo(realizando la tarea en el aula, viendo televisión, etc. )

Respuestas rápidas, impensadas, que conducen a realizar actos perjudiciales o peligrosos para ellos o los demás. Por ejemplo: al ser provocado por otro niño mientras está tomando agua, un paciente nuestro le lanzó impulsivamente el vaso, y después se mostró, sinceramente perplejo y arrepentido.

Trastornos del aprendizaje

Los trastornos del aprendizaje, que usualmente se descubren cuando el niño comienza la escuela, pueden ser específicos, como aquellos que recaen sobre una asignatura particular: la lectura (dislexia), la escritura (disgrafía), la matemática (discalculia) o mixtos, que es que se abarcan combinaciones de los trastornos anteriores o son generales. Todos estos síntomas se consideran primarios y causados por un trastorno o disfunción neurofisiológica. Otro síntoma primario, aunque de un peso menor que los anteriores para e diagnóstico, es la torpeza motora, que se caracteriza por incoordinación en los movimientos finos y grueso, reflejado tanto en las tareas escolares como en la tendencia a tropezar, dejar caer objetos. Por ello, algunos autores plantean que estos niños tienen riesgo mayor de sufrir accidentes. Con frecuencia se presentan en este trastorno síntomas secundarios, tales como agresividad, rebeldía, conducta provocativa y demandante de atención, etc. Se atribuyen a causas psicológicas, a las gustaciones por los fracasos del aprendizaje y por el rechazo de los que los rodean, que es debido a la irritación que con su conducta produce en los demás especialmente en aquellos que tienen más contacto tienen con ellos: la madre y la maestra.

Patogenia

En el momento actual, los conocimientos del origen de esta entidad se encuentran en el terreno de la hipótesis aún no validada satisfactoriamente. La mayor parte de los autores consideran que la causa de los síntomas primarios del trastorno radica en el nivel biológico y dentro de el , en el fisiológico, ya que se ha encontrado un sustrato morfológico. Sin embrago un gran número de ellos no presentan riesgo alguno,por esto se ha considerado una posible cuasa genética a favor de la cual existe la evidencia de un número mayor de sujetos afectados en la familia de niños con disfunción cerebral mínima, que en la de los niños normales.

Evolución

La hiperactividad tiende a desaparecer a partir de los doce años. Los otros dos componentes del síndrome hipercinético (inatención e impulsividad) se mantiene hasta la adultez. En el estudio de seguimiento realizado por G.Weiss y L. Hechtman persistían a los veinticinco años de edad.

Prevalencia

Las cifras de prevalencia varían considerablemente en los trabajos realizados por autores de un mismo país y entre distintos países. En Cuba, en la investigación “El niño cubano de 7 años": estudio cohorte nacional de 1973 se encontró el 3.9 % de niños sospechosos de disfunción cerebral mínima sobre la base de un índice compuesto por ocho ítems que exploraban hiperactividad , inatención, impulsividad y torpeza motora mediante un interrogatorio realizado por pediatras a las madres y a la maestra del niño.

Fuente

  • José Pérez Villar “Trastornos psíquicos en el niño y el adolescente”. Editorial Pueblo y Educación.