Sublevaciones de esclavos en Unión de Reyes
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Sublevaciones de esclavos en Unión de Reyes. La expansión azucarera y por consiguiente, la intensificación de la explotación de la mano de obra esclava, consolidaron las bases para el desarrollo de las grandes sublevaciones de negros, ocurridas desde 1842 hasta 1844 en el territorio matancero y en particular en el territorio unionense, insurrecciones y rebeldías que alcanzaron en este período su momento más alto.
Sumario
Otras causas
A las causas lógicas de todo este proceso es necesario añadirle la labor inglesa de promoción, incluyendo además la presencia en Matanzas de David Turnbull, agente abolicionista, como tampoco se puede ignorar el mantenimiento en territorio matancero del cimarronaje y el apaleamiento. Insurrecciones, que en sentido general se caracterizaron por su masividad y organización. Este ciclo se abrió el 14 de marzo de 1842 cuando 18 de los 25 negros de la dotación del ingenio “El Brillante” en el Partido de Macurijes se alzaron en alto justiciero contra su amo.
Leopoldo O’ Donnell y Jorres
El inicio de esta ola de insurrección provocó la alarma de los esclavista por lo que el gobierno de la metrópolis inició como Capitán General a Leopoldo O’ Donnell y Jorres, el cual tomó posesión del cargo el 20 de octubre de 1843. En su período de gobierno creó profundas relaciones con la oligarquía azucarera y comercial de Cuba alcanzando su celebridad por la represión desatada contra las rebeldes dotaciones de esclavos y las capas medias de negros y mulatos libres y los sectores reformistas antitratistas.
Rebeldía esclava
El año de 1843, es un año de abundante muestras de rebeldía esclava en el territorio matancero. Inicia esta isla el motivo del ingenio “Triángulo” le sigue la desarrollada Ingenio “Alcancía”. Poco tiempo después, de sofocada la protesta Alcancía las autoridades capturaron en Limonar a la negra conga Micaela, la cual era integrante del grupo rebelde capitaneado por José Dolores, hábil cimarrón que mantuvo en jaque a las autoridades, en un territorio vastísimo que abarcaba desde Ceiba Mocha hasta Macurijes y desde Camarioca hasta Sabanilla del Encomendador, actualmente Juan Gualberto Gómez.
Ingenio Ácanas
El 2 de junio de 1843 ocurre una importante sublevación en el ingenio “Ácanas” del partido de Santa Ana protagonizado por los esclavos Eduardo y Fermina lucumí, africanos ambos. De acuerdo con la denuncia hecha por Wenceslao de Villaurrutia estos alzados constituían una partida de 50 negros procedentes del Ácanas y Concepción y se dirigieron a la zona de Guamácaro (Limonar), Donde fueron dispersados y perseguidos por las milicias de blancos al mando del Capitán Pedáneo y los mayorales de las fincas, fueron y capturados 16 del Ácana y 6 esclavos del ingenio Concepción pereciendo casi todos víctimas de los crueles castigos a que fueron sometidos. Fermina fue apresada y puesta en el cepo después de ser duramente castigada.
Ingenio Triunvirato
El 5 de noviembre de 1843 se sublevó la dotación de esclavos del ingenio Triunvirato de Julián Alfonso Soler del partido de Santa Ana dirigidos por los lucumies: Eduardo, Narciso y Felipe y ganga Manuel, en los preparativos participaron Evaristo y Fermina del Ácanas. En la refriega inicial hirieron al mayoral e incendiaron la casa de vivienda, parte del ingenio y algunos bohíos del batey. Después partieron hacia el Ácanas, dando un rodeo para evitar el poblado de Cidra. Allí fueron secundados por parte de la dotación, incluyendo mujeres, entre ellas Fermina, que había participado en el anterior alzamiento y las criollas Carmita y Juliana y la gangá Filomena. Después se les une la lucumí Lucía. Algunas mujeres peleaban con los hijos atados a sus espaldas. El primer enfrentamiento provocó 5 muertos.
Al llegar al ingenio Concepción el administrador Mauricio Urzainqui, español, conocía los hechos y encerró a los esclavos en la casa de purga con excepción de 30 de su confianza, con éstos y 10 ó 12 hombres a caballo que trajo el capitán del partido de Sabanilla, se hizo frente al ataque de los sublevados, pero pronto tuvieron que huir debido al crecido número de los atacantes.
Estos primeros éxitos alentaron a los rebeldes que se dirigieron hasta el ingenio San Miguel de Patricio La Guardia donde hicieron algunos destrozos, pero parece que no fueron secundados por la dotación. De aquí continuaron al Ingenio San Lorenzo, propiedad de José Luís Alfonso donde dieron fuego, uniéndoseles una parte de los esclavos. La rebelión comenzó a las 8:15 de la noche y a las 6 de la mañana ya eran 300 los sublevados. Entraron victoriosos en el San Rafael de Felipe Mena al este de Santa Ana.
Derrota de los alzados
Poco después, tropas al mando del brigadier García Oña cercaron el lugar y tras una fiera lucha que duró unas 2 horas, los alzados fueron derrotados. Se inició entonces una sangrienta represión que sólo terminó cuando el gobernador de Matanzas llegó al ingenio y ordenó pararla a pedido de Blas Cuesta, administrador y codueño del ingenio.
Los sublevados también liberaron a los esclavos de las fincas donde estaban los ingenios “Concepción”, “San Lorenzo”, “San Miguel”, “San Rafael” y también cafetales y fincas ganaderas: es imprescindible resaltar que hasta las mujeres desempeñaron tareas de primer orden . Por el grado de organización perspectiva que evidenció, por el número de rebeldes involucrados, el área de acción abarcada y las represalias sufridas, fue esta la más importante sublevación esclava en toda la historia de la colonia cubana.
De los participantes 56 muertos quedaron en los campos de batalla, 67 resultaron prisioneros y el resto logró escapar a los montes. Después 18 fusilados, la quema de cadáveres y otras condenas impuestas manifestaron el enorme temor de los esclavistas a tal extremo que la Comisión Militar Ejecutiva decidió el financiamiento estable de una sección en la Ciudad de Matanzas, para actuar como tribunal en estos casos.
Conspiración de La Escalera
En diciembre de 1843, una esclava del hacendado Esteban Santa Cruz de Oviedo, llamada Polonia, le contó a su amo un proyecto de sublevación que desencadeno una enorme represión conocida como el “Proceso de la Escalera”, al utilizarse como castigo una escalera para atar y torturar a los esclavos encausados. En Matanzas fueron involucrados 3076 personas de estas el 71 ,9 % eran negros y mulatos libres, el 24,45 % esclavos y solo el 3,12 % eran blancos. El cura párroco de sabanilla del Encomendador, Joaquín Valdés, fue acusado de infidencia e inducción a la rebelión por lo que es condenado a muerte, pena a la que escapa huyendo al extranjero.
El Capitán General de la Isla, Leopoldo O. Donnell envió al partido de Alacranes dos destacamentos de caballería para auxiliar las operaciones represivas, las dotaciones fueron diezmadas, contra los negros esclavos de Tolón, Las cañas, Santa Polonia, Buena Madre, La Lima, Trinidad, Santo Domingo, Majagua, Jesús María se decretaron crecientes medidas de intimidación. Fueron enviados dos individuos para que se ocupasen “sin levantar mano” de los sumarios instructivos. Todo este proceso sirvió para demostrar el temor que los colonialistas sentían ante la rebeldía de los esclavos.
En febrero de 1844 el Capitán General envió al partido de Alacranes dos destacamentos de caballería al mando de Ramón Flores de Apodaca para auxiliar las operaciones de la causa de la conspiración proyectada por la esclavitud. No se mencionan cifras de detenidos, pero según investigaciones realizadas se piensa que la cantidad debe haber sido considerable cuando la capitanía de Alacranes solicitó dos o más individuos a quien comisione para que trasladándose a éste partido se ocupen sin levantar mano en la formación de sumarios instructivos, puesto que por la autoridad no es posible se practique la formación de un sumario tan extremadamente prolongado.
En abril 24 de 1844 se formaron rancherías en Sabanilla y Santa Ana para perseguir cimarrones. La cantidad aumentó debido a la represión de La Escalera. En Matanzas se estableció la Comisión Militar Ejecutiva y Permanente para juzgar a los conspiradores, presidida por el brigadier Fulgencio Salas. Esta comisión a su vez creó otras diseminadas por todo el Departamento Occidental.
En el territorio no ocurrieron grandes sublevaciones después de “La Escalera” pero dejó un saldo de inseguridad y destrucción que afectó las bases del vasallaje y ratificó para los hacendados la necesidad de otros caminos alejados de la esclavitud. Esto dio inicio a un proceso de gran envergadura, que ocasionó la más terrible represión en los anales de la Historia Colonial Cubana. Recibiendo el nombre de Conspiración de la Escalera, porque a los torturados se les ataba a una pieza de este tipo.
La Escalera puso fin al período de las grandes insurrecciones esclavas en Cuba pero no a la rebeldía en el territorio ni en todo el país. “Si bien para los rebeldes el resultado general de las insubordinaciones fue el fracaso acompañado por la muerte, el encarcelamiento, el trabajo forzado y el cimarronaje, para las opresiones, también quedó un saldo de fallecimientos, destrucción de propiedades e inseguridad”
Fuentes
- Pichardo, Hortensia. Documento para la Historia de Cuba, tomo 1 Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1977.
- Investigación realizada por Beatriz Gladis Ortega Alfonso y Henry García González, 2007. Museo "Juan Gualberto Gómez", municipio Unión de Reyes, provincia Matanzas, Cuba
