Teatro Regional del Biobío (Chile)

Teatro Regional del Biobío
Información   sobre la plantilla
Teatro Biobío1.jpg
TipoPúblico
UbicaciónConcepción
Chile
Capacidad1450 personas
ArquitectoSmiljan Radic, Eduardo Castillo, Gabriela Medrano
Construcción2015-2018
Apertura7 de marzo de 2018
DirecciónAvenida Cardenal Raúl Silva Henríquez No. 477, Concepción, región del Biobío, Bandera de Chile Chile
Sitio webwww.teatrobiobio.cl

Teatro Regional del Biobío, también conocido como Teatro Biobío. Infraestructura cultural chilena situada en la ciudad de Concepción, Chile. Diseñado por los arquitectos Smiljan Radic Clarke, Eduardo Castillo, Gabriela Medrano, construido por Radic y la Constructora Echeverría Izquierdo. El teatro, con un alto nivel tecnológico, busca convertirse en un espacio público para proveer, difundir y fomentar la cultura en la región.

Ubicación

Ubicado en la avenida Cardenal Raúl Silva Henríquez No. 477, en la ribera norte del río Biobío, entre los puentes Llacolén y Chacabuco, Concepción, región del Biobío, Chile.

Historia

Primer proyecto: Teatro Pencopolitano

Desde 1994 y durante varios años, se defendió el proyecto denominado Teatro Pencopolitano, como un proyecto del programa de recuperación de la ribera norte del río Biobío en la ciudad de Concepción, Chile. Sería un moderno teatro que se planeaba construir en el Parque Costanera. Formaba parte del Proyecto Bicentenario desde su constitución, el año 2000.

Una parte de su estructura pasaría por sobre el río Biobío, convirtiéndolo no sólo en un receptáculo cultural de la zona, sino además en un sitio turístico importante. El proyecto se encontraba detenido por falta de financiamiento y de coordinación de las partes interesadas. Se había conformado una Corporación destinada a la recepción de nuevos socios, preocupándose de la permanente gestión del proyecto para buscar eventuales adjudicaciones futuras de apoyos financieros tanto gubernamentales como privados.

No obstante, en el año 2013, se aprobó una modalidad de financiamiento para un proyecto diferente, destinado a la creación del Teatro Regional del Biobío, lo que significó luz verde para el proyecto de un nuevo teatro para la región, y el cese de los intentos por construir el Teatro Pencopolitano.

Teatro Biobío: proyecto definitivo

El 8 de octubre de 2011, se adjudicaron el proyecto, los arquitectos Smiljan Radic Clarke, Eduardo Castillo y Gabriela Medrano, a través de un concurso convocado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y el Gobierno Regional denominado «Nuevo Teatro Regional del Biobío», en el cual participaron 28 propuestas de Chile y el extranjero. Radic era por entonces ya un reconocido arquitecto, que junto a Eduardo Castillo y Ricardo Serpell se había adjudicado en 2000, para la misma ciudad, el «Concurso para el Nuevo Barrio Cívico de Concepción», el cual no se acabó por ejecutar completamente. La convocatoria exigía que la estructura propuesta fuera resistente, adaptable a las condiciones climáticas (inviernos lluviosos) y geográficas (frecuentes terremotos) de la ciudad, y que permitiese cubrir una amplia cartelera cultural.

El proyecto original tendría una superficie de alrededor de 9 mil metros cuadrados, y debía ser entregado en 2013. El segundo fue para José Cruz y tercero para la oficina de arquitectos penquista D+, quienes postularon asociados con la empresa española Abalos+Sentkiewicz.

Pese a la fecha inicial de entrega, la empresa adjudicataria de la construcción del teatro se confirmó recién en junio de 2014. El proceso de construcción inició en septiembre de 2015. En noviembre de 2017, las obras tenían un 85% de avance. Finalmente, el teatro se inauguró el 7 de marzo de 2018, la ceremonia fuepresidida por la presidenta de la República, Michelle Bachelet.

Arquitectura

El moderno edificio posee una superficie construida de 9.650 m², en su interior cuenta con espacios flexibles para usos diversos, y tiene una «sala polivalente» para artes escénicas y otro tipo de presentaciones, los cuales se encuentran repartidos en seis pisos.

La fachada del edificio abarca una superficie de más de 8 mil metros cuadrados, utiliza una membrana de politetrafluoroetileno (PTFE), que genera un juego de luces y sombras entre su interior y exterior, convirtiéndose en la fachada textil más grande de América del Sur. Esta membrana fue fabricada en el extranjero por Castro Rojas, y se fijó a la estructura que la soporta mediante extrusiones de aluminio y pernos de acero inoxidable.

Radic, conceptualmente propone la idea de un «teatro embalado» que sirva como un «embalaje para la ficción» y «envuelva» cultura.

Espacios multifuncionales

De acuerdo con Gabriela Medrano, una de las arquitectas del proyecto, el encargo del Consejo de la Cultura y las Artes era hacer un teatro tradicional, con una conservadora sala principal con capacidad para más de mil personas y otra más pequeña para 250. También debía incluir salas de ensayo para la orquesta sinfónica y talleres para construir la infraestructura o escenografía necesaria que se pudiera utilizar en los distintos espectáculos.

En la actualidad, a excepción de algunas modificaciones menores a lo requerido, el edificio cuenta con dos espacios para espectáculos de diferente naturaleza. La sala principal tiene capacidad para 1.200 espectadores que se distribuyen en platea baja, alta y tres palcos. Su escenario de 831 m² (29.7 metros de ancho con hombros incluidos por 28 metros de fondo), más el espacio para el foso de la orquesta, cuentan con apoyo escénico desde una sala de control principal. Desde ahí se pueden gestionar los equipos de iluminación y sonido montados en los tres puentes técnicos, detrás de los paneles abatibles laterales o por sobre el escenario en un piso técnico Tramex. Al mismo tiempo, esta sala está totalmente acondicionada con paneles acústicos, elaborados con distintas texturas para evitar distorsiones del sonido y, de esta forma, llegar de manera óptima a todos los espectadores.

La segunda es la Sala de Cámara. Este gran volumen, ubicado en el cuarto piso, cuenta con butacas retráctiles para 250 espectadores: están dispuestas a cada lado de la habitación, con el escenario al centro de estos dos bloques. Posee además un piso técnico de Tensogrid sobre toda la sala, una especie de malla elástica que permite apoyar con motorización e iluminación todas las actividades que ahí se realicen. Al igual que el salón principal, este espacio cuenta con revestimientos y paneles interiores que la acondicionan para un óptimo desempeño acústico.

En la parte sur del edificio se ubican las oficinas, los camarines grupales e individuales, una sala de ensayos para la orquesta sinfónica en el quinto piso y otras dos en el sexto. En el primer piso de acceso se encuentran la boletería, la guardarropía y una tienda. Este espacio está rodeado de escaleras que llevan al segundo piso, en donde están la cafetería y la entrada a la sala principal. Desde este gran espacio o hall se apreciar la Sala de Cámara flotando (revestida en choapino), la instalación lumínica de Iván Navarro, compuesta por más de cien luces, y los dos ascensores panorámicos.

Críticas a la obra

El teatro ha recibido varias críticas desde su creación, principalmente por su volumetría y fachadas exteriores, en muchos casos consideradas antiestéticas, contrarias a la idea de belleza que debe inspirar un arte como la arquitectura. Algunos calificativos peyorativos que ha recibido son los de «feo» y «mamotreto». Ante estas calificaciones, el arquitecto Smiljan Radic, autor de la obra, se ha defendido diciendo: “No me dedico a hacer cosas bonitas, no es mi objetivo”.

Desde el ámbito arquitectónico, pese a lo anterior, la obra ha sido bien recibida en varios casos. El teatro fue reconocido internacionalmente como una de las 25 obras de arquitectura más destacadas del año 2018 según la prestigiosa revista Architectural Record.

Reconocimientos

  • Nominado al Premio Beazley Designs of The Year 2018, otorgado anualmente por el Museo del Diseño de Londres.

Véase también

Galería de imágenes

Fuentes