Trastorno por déficit de atención e hiperactividad


Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
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Concepto:Es un trastorno heterogéneo caracterizado por atención débil y dispersa, inquietud motriz e impulsividad exagerada para su edad y sin carácter propositivo.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) Es un síndrome conductual de causa poco clara, en la que probablemente intervienen factores genéticos y ambientales y en el que existe una alteración en el sistema nervioso central, que se manifiesta mediante un aumento de la actividad, impulsividad y falta de atención. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil. El síndrome aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en al edad adulta.

Es un trastorno heterogéneo caracterizado por atención lábil y dispersa, inquietud motriz e impulsividad exagerada para su edad y sin carácter propositivo. Es un cuadro ya notable a partir de los 3 primeros años de vida mostrando una diversidad clínica e intensa a partir de los 5 años, durante la etapa escolar. Su curso es crónico, sintomáticamente evolutivo que se asocia con frecuencia a otros cuadros de índole psicopatológico a medida que el niño crece. Hasta el 60 % de los niños afectados presentan comorbilidad entre los que resultan frecuentes los trastornos de aprendizaje y de la conducta, así como la ansiedad, depresión, tics, etc.

Causas

Se trata de un trastorno neurológico en el que se han propuesto factores de origen genético (es decir, heredado, no adquirido en el curso de la vida) aunque no se descarta la influencia de factores que actuarían durante la gestación, el parto o el desarrollo infantil. El factor genético está demostrado, puesto que el TDAH es entre 5 y 7 veces más frecuente en hermanos y entre 11 y 18 veces más frecuente en hermanos gemelos. Se han descrito varios genes posiblemente implicados. También se sospecha especialmente de toxinas ambientales y algunos estudios, no concluyentes, apuntan por ejemplo a colorantes empleados por la industria alimentaria. Aunque el origen del trastorno en la actualidad no se vincula a esas causas, sí es un hecho conocido que la exposición prolongada a agentes tóxicos puede inducir síntomas que mimeticen los comúnmente atribuidos a un TDAH.

Síntomas del TDAH

Inatención, desatención o distractibilidad.

  • Se distrae fácilmente, tiene dificultad para mantener su atención. Parece que no escucha.
  • No acaba lo que empieza, confunde los detalles. Comete errores por descuido, pierde cosas, es olvidadizo.
  • Pide con frecuencia que se le repitan las cosas.
  • Tiene dificultad para seguir las instrucciones y organizar tareas.
  • Le disgusta y evita las actividades que requieran la atención sostenida.

Hiperactividad.

  • Es inquieto, corre, se encarama, trepa.
  • Tiene dificultad para permanecer sentado. Si está sentado, se mueve en el asiento.
    Siempre está “en marcha” y tiene que estar haciendo algo.
  • Hace las cosas de forma “alocada”.

Impulsividad.

  • Tiene dificultad para jugar en silencio, grita y hace ruido.
  • Habla mucho. Es excitable.
  • Actúa de forma automática. Da respuestas impulsivas sin pensar en las consecuencias.
  • Con frecuencia interrumpe a los demás.
  • Tiene dificultad para esperar su turno.

Factores psicosociales

  • Disfunción familiar.
  • Trastornos psiquiátricos en los padres.
  • Trastornos disociales y antisociales en los padres.
  • Crianza inadecuada.
  • Relaciones padres-hijo deteriorados.
  • Institucionalismo.
  • Adopciones.
  • Bajo nivel socioeconómico.

Factores emocionales

  • Una de las grandes cuestiones que se están planteando actualmente es si el TDAH debe enmarcarse dentro de un trastorno emocional, al ser una de las grandes variables que, al trabajarse, hace disminuir los problemas atencionales, mejora el autocontrol y las relaciones con los iguales. Tal y como asegura el doctor Russell Barkley, trabajar el TDAH poniendo énfasis en la gestión emocional permite mejorar la calidad de vida de los afectados por este trastorno.

Diagnósticos

El TDAH generalmente se diagnostica en los primeros años de la enseñanza primaria. Algunos síntomas están presentes antes de los 7 años, y con frecuencia persiste en la adolescencia y en la vida adulta, aunque actualmente según la última revisión del DSM 5 (Manual de referencia para el diagnóstico del TDAH) se solicita que los síntomas estén presentes antes de los 12 años. El diagnóstico es complejo y debe basarse en la evaluación clínica realizada por un médico experto o un psicólogo clínico en el reconocimiento y tratamiento del mismo. Dicha evaluación debe obtenerse tanto de la observación de la conducta del niño como de la información facilitada por los padres, profesores, familiares y amigos. Pueden emplearse de forma complementaria escalas de evaluación de la conducta, rellenadas por los padres, profesores y otros cuidadores del niño. Proporcionarán información acerca de la gravedad del trastorno, de la presencia e importancia de otros trastornos psiquiátricos o de diversos problemas de comportamiento, y podrán ser de ayuda a la hora de valorar la eficacia de los tratamientos aplicados. Pero dichas escalas son complementarias, por lo que no pueden determinar un diagnóstico por si solas. Dada la evidencia de la importante carga genética del TDAH, es conveniente realizar una historia médica detallada tanto personal como familiar. Por último, debe tenerse en cuenta que hay un gran número de trastornos en la infancia que pueden presentar síntomas similares a los del TDAH y cuyo diagnóstico debe descartarse en el proceso de evaluación del mismo. Entre estos se incluyen los trastornos del aprendizaje, de conducta, del neurodesarrollo (principalmente el Trastorno del Espectro Autista), de ansiedad y afectivos (como depresión, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo). La entrevista a los padres es el núcleo del proceso de evaluación. Frecuentemente es difícil confirmar el diagnóstico de TDAH sólo con la entrevista del niño o del adolescente, ya que son capaces de mantener la atención y el control conductual mientras están en la consulta. La entrevista clínica de los padres y de los niños sirve también para descartar otras causas médicas, psiquiátricas o ambientales de los síntomas. También es esencial obtener información de conductas y aprendizaje escolares, así como de los cursos y notas superadas. Profesores, trabajadores sociales escolares y orientadores pueden proporcionar información sobre las intervenciones que se hayan intentado y sus resultados. La evaluación médica debe incluir una historia completa y un examen físico básico. La historia debe incluir el uso de fármacos prescritos y el abuso de drogas. Deben descartarse déficits visuales y auditivos. Las pruebas de función tiroidea están indicadas sólo en presencia de hallazgos sugestivos de hipo o hipertiroidismo en la historia médica o en el examen físico, bocio, historia familiar de enfermedades tiroideas o retardamiento del crecimiento. También es útil la realización de evaluaciones complementarias. Las evaluaciones del discurso y del lenguaje pueden ser sugeridas por hallazgos clínicos. En circunstancias especiales, la evaluación ocupacional o recreativa puede proporcionar información suplementaria respecto a torpeza motora o a habilidades adaptativas.

Tratamiento psicopedagógico

Ejercicios para entrenamiento de la atención.

  • Tachado selectivo de letras, números, símbolos, oraciones, palabras, figuras, etc.
  • Clasificar objetos por su forma, color, tamaño, etc.
  • Descubrir diferencias entre láminas aparentemente iguales.
  • Juegos con clavijeros.
  • Armar rompecabezas.
  • Juegos de dominó infantil.
  • Imitar dibujos en hojas cuadriculadas.
  • Ensartar.
  • Resolver laberintos.
  • Repetir números o sílabas.
  • Describir láminas u objetos.
  • Formar figuras.
  • Ordenar tarjetas temáticas o secuencias de láminas.

Medicamentos

Una combinación de medicamentos y psicoterapia funciona mejor. Hay varios diferentes tipos de medicamentos para el THDA que se pueden usar solos o combinados. Los psicoestimulantes (también conocidos como estimulantes) son los fármacos que más comúnmente se utilizan para el THDA. Aunque estos fármacos se denominan estimulantes, realmente tienen un efecto tranquilizante en las personas con este trastorno. Estos fármacos abarcan:

  • Anfetamina-dextroanfetamina (Adderall)
  • Dexmetilfenidato (Focalin)
  • Dextroanfetamina (Dexedrine, Dextrostat)
  • Lisdexanfetamina (Vyvanse)
  • Metilfenidato (Ritalina, Concerta, Metadate, Daytrana)

Un fármaco no estimulante llamado atomoxetina (Strattera) puede ser tan efectivo como los estimulantes y puede ser menos probable que se utilice mal. Algunos de los medicamentos para el trastorno de hiperactividad con déficit de atención han sido vinculados a raras muertes súbitas en niños con problemas cardíacos. Hable con el médico acerca de cuál es el mejor medicamento para su hijo.

Psicoterapia conductista

La psicoterapia tanto para el niño como para la familia puede ayudarle a todos a entender y controlar las sensaciones estresantes relacionadas con el TDAH. Los padres deben usar un sistema de recompensas y consecuencias para ayudar a guiar el comportamiento de su hijo. Es importante aprender a manejar los comportamientos disociadores. Los grupos de apoyo pueden ayudarle a conectarse con otros que tengan problemas similares. Otras sugerencias para ayudarle a su hijo con TDAH abarcan:

  • Comunicarse regularmente con el profesor del niño.
  • Mantener un horario diario constante, que incluya horas regulares para las tareas, las comidas y las actividades al aire libre. Haga cambios al horario con anticipación y no a última hora.
  • Limite las distracciones en el ambiente del niño.
  • Constate que el niño consuma una alimentación saludable y variada, con bastante fibra y nutrientes básicos.
  • Cerciórese de que el niño duerma lo suficiente.
  • Elogie y premie el buen comportamiento.
  • Mantenga reglas claras y constantes para el niño.

Los tratamientos alternativos para el TDAH se han vuelto populares, entre ellos hierbas, suplementos y tratamientos quiroprácticos. Sin embargo, existe poca o ninguna evidencia sólida de que funcionen.

Principales áreas afectadas en los niños con TDAH y que afectan su rendimiento.

  1. Seguir instrucciones.
  2. Iniciar las tareas, de manera rápida y eficaz, y coordinadas con el resto del alumnado.
  3. Mantener la atención en las tareas hasta su finalización sin distracciones.
  4. Producir trabajo a un nivel normal y en forma consistente: atender a lo global y a lo analítico.
  5. Hacer transiciones, saber pasar de un punto a otro sin excesiva demora o demasiado rápido de manera impulsiva.
  6. Organizar tareas desde distintos enfoques, que exigen flexibilidad cognitiva y no perseveración en las respuestas.
  7. Utilizar estrategias de resolución de problemas, generando distintas .
    soluciones y no únicamente ensayo- error como es habitual en estos niños.
  8. Completar las tareas en el tiempo previsto.
  9. Relacionarse con los demás, tanto para realizar actividades, trabajos de grupo, como para divertirse y para compartir el ocio.

Sugerencias para individualizar la atención del niño con TDAH

  • Una mezcla de actividades de alto y bajo interés, es conveniente empezar por las menos atractivas, dejando las más gratas para el niño para después a modo de recompensa final.
  • Materiales informáticos de aprendizaje, el uso de novedades y juegos que capten su interés.
  • La simplificación y aumento de presentaciones visuales.
  • La enseñanza de destrezas para la organización y estudio, siempre de manera aplicada de manera concreta.
  • El uso de referencias visuales para la instrucción auditiva.
  • El trabajo en grupo y el aprendizaje cooperativo.
  • Las modificaciones del ambiente: el lugar donde se sienta que sea espacioso, la cantidad de luz del aula, los distintos agrupamientos, la cercanía al profesor y el permanente contacto visual con este y las tareas, el control de los distractores….
  • Atención con las tareas para la casa, disminuir su cantidad, comprobar que sabe resolverlas antes en clase no mandar lo que haya quedado incompleto en el aula, explique a la familia cómo la va a implicar y su grado de control sobre la ejecución de los deberes( intentar que sea el mínimo) y premiar la realización antes de su correcta competencia.

El TDAH es expresión de una organización cerebral diferente, más que defectuoso.Las personas con esta particularidad en su organización mental, si tiene una inteligencia normal y reciben apoyo de la familia y el entorno, pueden alcanzar un desempeño personal y social satisfactorio.
Abundan los antecedentes de TDAH en literatos, artistas, científicos, creadores de moda, etc.

Fuentes