Trofología

Trofología
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Concepto:Seudociencia que enseña a cultivar o restablecer la salud de los seres humanos mediante una alimentación adecuada a las necesidades del cuerpo.

Trofología, seudociencia que enseña a cultivar o restablecer la salud de los seres humanos mediante una alimentación adecuada a las necesidades del cuerpo. Es conocida como la ciencia de combinar los alimentos de manera que no causen estragos en la salud.

Fundamentos

Como higiene la alimentación natural es medio seguro para evitar enfermarse, porque, dependiendo todas las funciones orgánicas de la calidad de la sangre y, siendo ésta producto de la nutrición general y especialmente de la digestión, los alimentos adecuados producen sangre pura con tejidos y órganos sanos, al paso que la alimentación inadecuada impurifica la sangre y altera las funciones orgánicas. Mediante la trofología, los trofólogos dicen saber en qué orden comer en las distintas ingestiones diarias, cómo mezclar alimentos y cuáles de sus características se pueden utilizar como factores de medicina preventiva.

Un poco de historia

Los animales carnívoros no consumen productos ricos en almidón con su carne, pero si suplementan la digestión y en ocasiones purgan sus entrañas al masticar hierbas silvestres que tienen propiedades medicinales. También se ha visto por los observadores de aves durante siglos que los pájaros comen insectos y gusanos en un tiempo del día y semillas y bayas en otro, pero nunca ambos a la vez. Que hace que el hombre moderno piense que su tracto digestivo es tan diferente de todas las otras especies en la naturaleza? A pesar de que la dieta tradicional china se basa principalmente en el arroz, una mirada más cercana a los hábitos alimenticios chinos demuestra que, hasta mediados del siglo XX, el arroz se había estado consumiendo de acuerdo con las reglas de la trofología. Por ejemplo, cuando las familias chinas comen en casa, las comidas suelen ser abundantes ​​en verduras frescas y productos de soya y muy ligera en las carnes. Cuando los chinos van a dar un gran banquete en un restaurante, el arroz por lo general no se sirve para nada, específicamente para que no interfiera con el disfrute y la digestión de la carne, pescado y aves que siempre aparecen en los menús de banquetes. Hoy, sin embargo, los estilos de vida modernos han erosionado estos hábitos alimenticios saludables entre los chinos urbanos, con gran detrimento de su salud y la longevidad. En la década de 1920, antes de que el mundo moderno tuviera un gran impacto en los estilos de vida de China, se realizó un extenso estudio en ese país por expertos nutricionales occidentales para comparar los hábitos alimenticios típicos de los chinos y de los estadounidenses. El estudio reveló que el chino promedio obtuvo más del 90% de su energía alimenticia a partir de granos y de productos de granos, con sólo el 1% proveniente de productos de origen animal y el resto de fuentes de vegetales frescos. Una mezcla de 90% de carbohidratos y 1% de proteína, suplementado con las enzimas y fibras de frutas y verduras frescas es lo más cercano a una dieta perfectamente combinada. En mismo estudio se volvió hacia los hábitos alimenticios de los típicos americanos, con resultados más reveladores: el 39% de la energía alimenticia de los estadounidenses provenía de los granos, el 38% de productos animales y la mayoría del 23% restante provenía de azúcares refinados. Las verduras y frutas representaron una porción minúscula de la dieta americana. Difícilmente se puede confeccionar una dieta más desequilibrada desde el punto de vista de la trofología. Es un hecho científico establecido en la medicina occidental, es que con el fin de iniciar la digestión eficiente de cualquier proteína animal concentrada, el estómago debe secretar pepsina. Pero también es un hecho bien conocido que la pepsina sólo puede funcionar en un medio altamente ácido, que debe mantenerse durante varias horas para la digestión completa de las proteínas. Es igualmente un hecho bien establecido de la ciencia que cuando se mastica un trozo de pan, papa o cualquier otro carbohidrato / almidón, jugos alcalinos son secretados inmediatamente en la comida por la saliva en la boca. Cuando se tragan, los almidones alcalinizados requieren un medio alcalino en el estómago a fin de completar su digestión. Cualquier persona debe ser capaz de averiguar qué sucede cuando se ingieren proteínas y almidones juntos. Jugos ácidos y alcalinos se secretan al mismo tiempo en respuesta a la proteína y el almidón entrante, que se neutralizan rápidamente entre sí y dejan una solución débil, y acuosa en el estómago que no digiere a las proteínas ni al almidón correctamente. En su lugar, las proteínas se pudren y los almidones se fermentan debido a la presencia constante de bacterias en el tracto digestivo. Esta fermentación es la causa principal de todo tipo de problemas digestivos, incluyendo gases, acidez estomacal, calambres, hinchazón, estreñimiento, hemorragia, hemorroides, colitis, etc. Muchas de las llamadas “alergias” también son el resultado directo de las combinaciones de alimentos inadecuados: la sangre recoge las toxinas de la putrefacción y la carga fermentada a medida que pasa lentamente a través de los intestinos y estas toxinas causan a su vez erupciones, urticaria, dolores de cabeza, náuseas y otros síntomas comúnmente calificados como “alergias”. Los mismos alimentos que causan reacciones alérgicas cuando son mal combinados con frecuencia no tienen malos efectos secundarios en absoluto cuando se consumen de acuerdo con las reglas de la trofología. La conclusión es: cuando se inmoviliza el estómago y se afectan las funciones digestivas consumiendo alimentos con combinaciones indiscriminados, las bacterias en el tracto digestivo están de fiesta. Estás reciben todos los nutrientes y prosperan, mientras que la persona recibe todos los desechos.

Tipos de alimentos

Dulces: Frutas dulces (manzana, frutabomba, melón, banana, uva, pera, durazno, damasco, mango, chirimoya, cereza, caqui, higo, dátil, yaca, níspero, etc); zanahoria y remolacha; frutas deshidratadas (pasas de uva, de ciruela, etc); mieles vegetales (de arroz, de malta, de caña, de cebada, de maíz, etc); arropes (de chañar, de tuna, de higo, etc); siropes (de maple, miel de abeja); azúcares.

  • Ácidos: Frutas ácidas (lima, pomelo, naranja, piña, ananá, kiwi, maracuyá, etc); limón; vinagre, tomate. Verduras: Hojas verdes y hortalizas no feculentas.
  • Féculas: Harinas (panificados, pastas, galletitas, tartas pasteles, pizzas, etc); cereales integrales o refinados (trigo, avena, cebada, centeno, arroz, maíz, mijo, sorgo, trigo sarraceno y otros); raíces (mandioca, papa, batata; etc); hortalizas feculentas (zapallo, anco, etc), castañas (de castaño), maní, pistacho.
  • Proteínas: Hongos y levaduras (50% proteína); quínoa, amaranto, etc (40%); soja y derivados (30%), legumbres (porotos negros, alubia, payares, lentejas, garbanzos, aduki, mung, arvejas y otras), carnes (15% a 20%), frutos secos (nuez, almendra, avellana; castaña de cajú, etc).
  • Grasas: Aceites vegetales, aceitunas, coco, castaña de pará, lino, chía, sésamo, girasol (y otras semillas), grasa de leche y tejido adiposo.

Malas combinaciones

El almidón y el azúcar

Se ha establecido que, cuando el azúcar entra en la boca junto con almidón, la saliva secretada durante la masticación no contiene ptialina, saboteando de este modo la digestión del almidón antes de que llegue al estómago. Por otra parte, tal combinación bloquea el paso del azúcar a través del estómago hasta que se digiere el almidón, causando que se fermente. Los subproductos de la fermentación de azúcares son ácidos, que a su vez inhibe más la digestión de los almidones, que requieren medios alcalinos para la digestión. El pan (almidón) y mantequilla (grasa) es una combinación perfectamente compatible, pero cuando pones una cucharada de miel o mermelada sobre él, introduces azúcares a la mezcla, lo cuál interfiere con la digestión del almidón en el pan. El mismo principio se aplica a los cereales espolvoreados con azúcar, pasteles con merengues, tartas dulces, etc. Lo correcto: Comer almidones y azúcares por separado.

Melón

Los melones son un alimento perfecto para los seres humanos porque no requieren ningún tipo de digestión en el estómago. En su lugar, pasan rápidamente a través del estómago al intestino delgado para la digestión y asimilación. Pero esto sólo puede ocurrir cuando el estómago está vacío y los melones se comen solos, o en combinación con solo otras frutas crudas frescas. Cuando se consumen con o después de otros alimentos que requieren digestión compleja en el estómago, los melones no pueden pasar al intestino delgado hasta que la digestión de los otros alimentos en el estómago este completa. Así que estos se asientan y se estancan, fermentándose rápidamente y causando todo tipo de problemas gástricos. Lo correcto: Comer melón solo o no comerlo.

Las proteínas y almidón

Esta es la peor combinación posible de alimentos para mezclar juntos en una sola comida y sin embargo es el pilar de las dietas occidentales modernas: la carne y papas, hamburguesas y papas fritas, huevos y pan tostado, etc. Cuando uno consume proteínas y almidón juntos, la enzima alcalina ptialina se vierte en la comida cuando se mastica en la boca. Cuando la comida masticada llega al estómago, la digestión del almidón mediante enzimas alcalinas continúa sin cesar, evitando de este modo la digestión de la proteína por la pepsina y otras secreciones ácidas. Por lo tanto se les permite a las bacterias siempre presentes en el estómago, fijar la proteína y la putrefacción que comienza, haciendo que los nutrientes de la proteína en gran medida sean inútiles para ti y produciendo desechos tóxicos y gases nocivos, incluyendo venenos como el indol, escatol, fenol, ácido sulfhídrico, ácido fenilpropiónico y otros. Si ese es el caso, podríamos preguntarnos entonces ¿por qué el estómago no tiene problemas para manejar los alimentos que naturalmente contienen proteínas y almidón, como los cereales integrales? Esto se debe a que hay una gran diferencia entre la digestión de un alimento, por compleja que sea su composición y la digestión de una mezcla de diferentes alimentos. Para un solo artículo de comida que es una combinación de almidón-proteína, el cuerpo puede ajustarse fácilmente a sus jugos, tanto en fuerza y ​​tiempo, como a los requisitos digestivos de la comida. Pero cuando dos alimentos que tienen necesidades diferentes y opuestas se comen, este ajuste preciso de jugos y requerimientos se hace imposible. Lo correcto: Comer proteínas concentradas como la carne, pescado, huevos y queso por separado de almidones concentrados como el pan, las papas y el arroz.

Postres, pasteles, galletas, repostería

Se debe evitar cualquier tipo de postre dulce después de una comida, porque este tipo de alimento combina mal con todo. Incluso la fruta fresca se debe evitar después de una gran comida, ya que se almacenará en el estómago y se fermentará en lugar de digerirse. Si realmente existe el gusto de algo dulce y se anhelan pasteles, tartas y galletas, es bueno satisfacer ese habito de vez en cuando haciendo de ellos una comida o merienda, al menos por sí solos no van a causar tanto problema gástrico y subproductos tóxicos como cuando se toman después de las comidas “. Lo correcto: Evitar los postres dulces, ricos en almidón, así como frutas también, después de grandes comidas de proteínas o carbohidratos.

Proteína y proteína

Diferentes proteínas tienen diferentes requisitos digestivos. Por ejemplo, la acción enzimática más fuerte en la leche se produce durante la última hora de la digestión, mientras que en la carne se produce durante la primera hora y en los huevos en algún punto intermedio. Es bueno recordar la antigua ley dietética que Moisés impuso a su pueblo [el pueblo judío], prohibiendo el consumo simultáneo de leche y carne. Dos carnes similares, tales como la carne de res y de cordero, o dos tipos de pescado, como el salmón y el camarón, no son suficientemente diferentes en su naturaleza para causar conflicto digestivo en el estómago y pueden ser consumidos juntos. Evita combinaciones como la carne y los huevos, la carne y la leche, pescado y queso. Asegura la asimilación de la gama completa de aminoácidos vitales mediante la variación de los tipos de proteínas concentradas tomadas en diferentes comidas. Lo correcto: Come sólo un tipo importante de proteína en una sola comida.

Ácido y almidón

Cualquier ácido que se toma junto con un almidón suspende la secreción de ptialina, un hecho bioquímico de la vida sobre el cuál todos los médicos están de acuerdo. Por lo tanto, si se comen naranjas, limones y otras frutas ácidas o ácidos como el vinagre, junto con el almidón, nada de ptialina es secretada en la boca para iniciar la primera etapa de la digestión. En consecuencia, el almidón golpea el estómago sin los jugos alcalinos vitales que necesita para digerirse adecuadamente, lo que permite a las bacterias fermentarse en su lugar. Una sola cucharadita de vinagre, o su equivalente en otros ácidos, es todo lo que se necesita para suspender la digestión salival de almidón en la boca. Por ejemplo, si se come pan tostado o cereal para el desayuno (almidones), no debe tomarse jugo de naranja (ácido) y huevos (proteína concentrada). Si se ingiere una comida a base de almidón de fideos o arroz, debe evitarse el vinagre, así como proteínas concentradas (carne, pollo). Lo correcto: Comer ácidos y almidones en comidas separadas.

Ácido y proteína

Dado que la proteína requiere un medio ácido para la digestión adecuada, se podría pensar que los alimentos ácidos facilitaría la digestión de proteínas, pero eso no es el caso. Cuando los alimentos ácidos entran en el estómago inhiben la secreción de ácido clorhídrico y la pepsina, enzima que digiere proteínas sólo pueden funcionar en presencia del ácido clorhídrico, no con cualquier ácido. Por lo tanto, el jugo de naranja inhibe la correcta digestión de los huevos y un fuerte aderezo de vinagre en las ensaladas inhibe la digestión de la carne. Lo correcto: Evitar combinar proteínas y ácidos concentrados en la misma comida.

Leche y lácteos

Este es uno de los temas más controversial y mal entendido en la dieta occidental. Orientales y africanos han evitado tradicionalmente la leche, excepto como purgante. Pero en el mundo occidental, se le fomenta a las personas a que tomen leche durante todos los días de su vida. Si nos fijamos en la naturaleza, vemos que los recién nacidos se alimentan exclusivamente de leche hasta el destete con otros alimentos. La desaparición natural de la enzima lactasa para digerir la leche del sistema humano al alcanzar la madurez demuestra que los humanos adultos no tienen más necesidad nutricional de la leche que los tigres o los chimpancés adultos. Aunque la leche es un alimento proteínico completo cuando se consume cruda, también contiene grasa, lo que significa que se combina mal con cualquier otro alimento, excepto consigo mismo. Sin embargo, los adultos de hoy rutinariamente toman otros alimentos con leche fría. La leche se cuaja inmediatamente después de entrar en el estómago, por lo que si hay otros alimentos presentes la cuajada se coagula alrededor de las otras partículas de comida y las aíslan de la exposición a los jugos gástricos, lo que retrasa la digestión el tiempo suficiente para permitir el inicio de la putrefacción. Por lo tanto, la primera y más importante regla del consumo de leche es: ‘Beberla sola, separada de las comidas.

Los plátanos y leche

Esta combinación es considerada una de las más pesadas y que forman más toxinas. Se dice que crea pesadez en el cuerpo y debilita la mente. Si se gusta de los batidos de plátano con leche de vaca, hay que asegurarse de que el plátano este muy maduro y añadir cardamomo y nuez moscada para estimular la digestión.

Frutas con las comidas

Se sabe desde hace mucho tiempo que la fruta no se combina bien con otros alimentos. La razón es que la fruta contiene azúcares simples que no requieren la digestión. Por lo tanto, no permanecen por mucho tiempo en el estómago. Otros alimentos, como los alimentos ricos en grasas, proteínas y almidón, se quedarán en el estómago durante un periodo de tiempo más largo, ya que requieren más digestión. Así que si comes fruta después de una comida, el azúcar de la fruta se quedará por mucho tiempo en el estómago y se fermentará.

Sándwiches de queso o lasaña

Las combinaciones de almidón y proteína inhiben la digestión salival del almidón. Esto es porque las proteínas y almidones requieren diferentes enzimas y diferentes niveles de acidez para ser digeridos. Cuando el almidón y las proteínas se comen juntos, el cuerpo se ve obligado a tomar una decisión para digerir las proteínas, pero no los almidones. Los alimentos con almidón no digeridos se someten a la fermentación y descomposición resultando en productos finales tóxicos.

Salsa de tomate y queso

Los tomates son considerados ácidos y no se recomienda mezclarlos con carbohidratos almidonados como la pasta. La teoría de la combinación de alimentos recomienda evitar mezclar los carbohidratos con ácidos. Agregar productos lácteos a este ya difícil combo se convierte en una receta para problemas digestivos y fatiga después de las comidas, ya que tu cuerpo va a requerir un montón de energía para digerir esta comida.

Cereal con leche y jugo de naranja

Los ácidos en el jugo de naranja o cualquier fruta ácida destruyen la enzima que es responsable de la digestión de almidones presentes en el cereal. Además, las frutas o jugos ácidos pueden cuajar la leche y convertirla en una sustancia mucosa pesada.

Aderezo de limón en Ensalada de Pepino y Tomate

Se supone que la papa, chiles, berenjena y tomates no deben de combinarse con los pepinos. Mientras que el limón no va bien con ninguno de estos.

Frijoles y queso

Las proteínas lácteas y los frijoles es una combinación común en cualquier restaurante mexicano. Generalmente acompañados de una porción abundante de guacamole y salsa, es casi seguro que va a haber gases e hinchazón. No son sólo los frijoles en si lo que causan esto, sino toda la combinación. Intentar evitar el queso y los tomates si se tiene una digestión débil es lo más indicado.

Frutas con yogurt

Combinar lácteos con frutas ácidas cambia la flora intestinal, produce toxinas y causa congestión nasal, resfriados, tos y alergias. Se recomienda evitar alimentos que congestionan como el yogurt frío mezclado con frutas. Sin embargo, hay maneras de hacer más ligero para la digestión. En primer lugar, se debe elegir un yogurt natural a temperatura ambiente y añadir un poco de miel, canela y pasas en lugar de frutas ácidas.

Fuentes