Tuberculosis del tracto alimentario


Tuberculosis del tracto alimentario
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Concepto:Invación del tracto digestico por el Myco, bacterium tuberculosis.


Tuberculosis del tracto alimentario Invación del tracto digestivo por el Myco, bacterium tuberculosis, con formación de ulceraciones e inflamación(forma ulcerativa) o de una masa granuomatosa (forma hipertrófica). El tipo ulcerativo, mucho más frecuente que el otro, es casi invariablemente secundario a tuberculosis pulmonar; los microorganismos infectantes derivan principalmente del esputo ingerido.



Anatomía patológica

Las ulceraciones tuberculosas pueden afectar a las mucosas de la boca, lengua, nariz o faringe y, rara vez, el estómago, pero la localización más común es el área ileocecal con extensión frecuente hacia arriba, por el intestino delgado, y menos veces hacia abajo, el colon. El área anorrectal es otra zona de predilección, manifestándose aquí la tuberculosis por úlceras, fístulas, abscesos perirrectales o proctitis. La tuberculosis hipertrófica, trastorno raro, forma tumoraciones que hacen prominencia en el interior del estómago, el intestino o el recto; la zona corriente también es en este caso el área ileocecal.

Sintomatología

En la forma ulcerativa suele haber, aunque no siempre, síntomas del proceso pulmonar causal. Las úlceras en la orofaringe pueden ser dolorosas; no así las del área anal. Los síntomas de enterocolitis son: anorexia, molestia abdominal post-prandial o persistente, dolores cólicos y diarrea. La forma hipertrófica puede producir una tumoración palpable y signos de obstrucción parcial crónica del intestino: cólicos, distención, estreñimiento, o, con mayor frecuencia, diarrea.

Diagnóstico

Ante ulcerciones del tracto alimentario, obscesos y fístulas perirrectales y cualquier signo de trastorno abdominal, en un enfermo diagnosticado de tuberculosis pulmonar, se debe pensar en la tuberculosis. La falta de lesiones pulmonares revelables, especialente en el adulto, es un fuerte argumento en contra de la tuberculosis del tracto alimentario, con excepción, ocasionalmente, de la variedad hipertrófica. En consecuencia, el examen radiológico de tórax y la prueba y la tuberculina representan las medidas diagnósticas más importantes. El hallazgo de bacilos de la tuberculosis en el contenido del lavado de estómago o en las heces, no indica sino que el enfermo está deglutiendo esputos infectados. El examen radiológicos del estómago, colon e intestino delgado puede revelar la localización de la lesión. La forma ulcerativa produce alteraciones de la mucosa y signos de irritabilidad extremos; la forma hipertrofica consiste en una tumoración que hace protuciones en el interior del órgano, estrechando el conducto intestinal. Los hallasgos clínicos y radiológicos en la tuberculósis ulcerativa son difíciles de distinguir de los causados por enteritis regional, amebiasis, linfosarcoma del área iliocecal , e inflamaciones, abscesos y estenosis causado por un linfogranuloma venéreo y lesiones inespecíficas el área anorrectal. La principal clave diagnósticas son los signos torácicos. En la tuberculosis hipertróficas sin lesiones pulmonares, el diagnostico diferencial con los neoplasmas u, ocacionalmente, ameboma, enteritis regional, diverticulitis cecal o absceso apendicular crónico, puede ser imposible sin la exploración quirúrgica y examen anatomapatológico de una muestra de tejido.

Pronostico y tratamiento

La terapéutica de la tuberculosis ulcerativa del tracto alimentario depende del tratamiento de la lesión torácica y del empleo de medicamentos tuberculostáticos: estreptomicina administrada diariamente durante 2 a 4 semanas y después 2 a 3 veces por semana; isoniacida y PAS. Al principio pueden darse los tres medicamentos de modo simultáneo; al mejorar el enfermo se administra estreptomicina o isoniacida con PAS. Si se desarrollan signos de toxicidad medicamentosos será necesario modificar la terapéutica. Son coadyuvantes necesarios el reposo, higiene, dieta nutritiva y vitaminas, si hay diarreas o cólico, o ambos, deben suprimise los alimentos de mucho residuo. Las medidas antidiarreicas que pueden emplearse para conseguir alivio sintomático temporal, son: agentes que dan consistencia a las heces, o caolín, 15-30 gm. En agua 3 ó 4 veces al día, si no hay signos de obstrucción intestinal parcial; anticolinérgicos(v. g., tintura de belladona 8 a 20 gotas antes de cada comida y al acostarse, o metiescopalamina, 2,5 mg. Por vía oral a intervalos similares y 5 mg. al acostarse); y extractos de opio(v. g., tintura de opio, 5-10 gotas en agua cada 4-6 horas) si se emplean dosis pequeñas durante períodos de tiempo relativamente cortos.

Fuentes

  • Colectivo de autores. Manual MERK. Pág 87
  • Maroto M, Ponce M. Progresos en gastroenterología. Gastroenterología y Hepatología 2003; 26 (1): 34-41.