Viveros forestales

Viveros forestales
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Concepto:El vivero forestal es un sitio que cuenta con un conjunto de instalaciones, equipo, herramientas e insumos, en el cual se aplican técnicas apropiadas para la producción de plántulas forestales con talla y calidad apropiada según la especie, para su plantación en un lugar definitivo, con el consecuente mejoramiento ambiental.


Vivero forestal, es un lugar de permanencia de las plantas en su proceso de multiplicación de cuyas características manejo y atención dependerá en gran parte de calidad de los individuos producidos.

Clases de viveros

Existen diferentes tipos de viveros forestales:

  • Según la duración que tengan, pueden ser permanentes o temporarios; *Según el tipo de producción, serán plantas en envase o a raíz desnuda *Según el tamaño, pueden ser pequeños (menor a 50.000 plantas/año), medianos o grandes.

Cada uno de estos tipos de vivero tiene su propio diseño y manejo.

Condiciones para una instalación

  • Fuente de agua permanente en calidad y cantidad
  • Protección y seguridad
  • Cerca de una vivienda
  • Preferentemente plano o ligeramente inclinado.
  • Vías de acceso (cerca de un camino, carretera)
  • No deben estar en lugares con mucha sombra o debajo de árboles grandes.

La ubicación del vivero

Los aspectos a tener en cuenta para definir la ubicación del Vivero son:

Cercanía a las áreas a forestar

  • La demanda de plantas en esas zonas es mayor y además cuanto menores son las distancias entre el vivero y la plantación menores son también los costos por flete y los riesgos de daños para las plantas.

Disponibilidad de mano de obra

  • El Vivero Forestal necesita mano de obra calificada la mayor parte del año. Las tareas de siembra, poda de raíces, transplantes, extracción de plantas, cuando el vivero no está mecanizado, demandan mucho personal.
  • Para dar una idea de la cantidad de mano de obra necesaria tomamos como ejemplo un pequeño Vivero donde se produce en forma manual 100.000 plantines. Este insume aproximadamente 220 jornales/año

Caminos transitables

  • La época de plantación en esta zona coincide con la temporada de lluvias y nevadas. Cuando el vivero no tiene los caminos de acceso en condiciones puede afectarse seriamente la venta de plantas.

Terreno a cultivar

  • El invierno y la primavera son las épocas con mayor riesgo de acumulación de agua, por lo tanto el sitio elegido debe tener buen drenaje tanto superficial como en el subsuelo. El agua en exceso durante un corto período puede provocar la asfixia de las plantas y en consecuencia importantes pérdidas en la producción .
  • El mejor suelo para el cultivo de plantines es el de textura franco arenosa. Conviene descartar los arcillosos y los pedregosos porque dificultan el desarrollo del sistema radicular. Además cuando las tareas se realizan en forma mecanizada como por ejemplo la poda de raíces, estos tipos de suelos presentan muchos inconvenientes.
  • Tampoco son aconsejables los suelos que fueron utilizados durante mucho tiempo con agricultura intensiva o con ganadería, porque generalmente están muy compactados, tienen escasa oxigenación y son difíciles de trabajar
  • No deben de estar en lugares con mucha sombra o debajo de árboles grandes.

La exposición a la luz

  • Con respecto a la luz, lo ideal es elegir el sitio que tenga el mayor tiempo de exposición al sol que sea posible Se deben evitar las exposiciones Este o Sur, o lugares muy sombríos porque la falta de luz se traduce en menor desarrollo de la planta.

Protección contra el viento

  • Al elegir el sitio para instalar el Vivero, conviene recordar que una cortina forestal bién ubicada protege al suelo y al cultivo de la desecación y de los daños que produce el viento. La cortina debe estar del lado de los vientos redominantes y tiene que ser permeable de manera que no impida el paso del viento sino que aminore su velocidad. Además, de acuerdo con lo explicado en el punto anterior, no debe quitarle luz al cultivo.

Cantidad y calidad de agua

  • El Vivero necesita riegos periódicos durante parte de la primavera y todo el verano. La cantidad de agua y la frecuencia de los riegos depende de:

- La textura del suelo: Los suelos arenosos por ejemplo retienen menos la humedad por lo tanto deben regarse con mayor frecuencia pero con menor cantidad de agua. En cambio los suelos de textura más fina necesitan riegos más espaciados pero mayor cantidad de agua en cada riego. - La evapotranspiración: Las altas temperaturas y el viento provocan durante el verano la pérdida por evaporación de mucha agua tanto del suelo como de los cultivos. Se han calculado en esta zona valores de 6mm. diarios en los meses más críticos. - Calidad del agua: Es importante analizarla para tener la seguridad de que tiene bajo contenido de sales.

La topografía

  • En lugares con ocurrencia de heladas muy tempranas ó muy tardías, conviene elegir sitios altos o con pendiente suave donde hay movimiento de aire, porque en los sitios bajos con acumulación de bolsones de aire frío se registran los mayores daños por helada.

Protección contra el viento

  • Al elegir el sitio para instalar el Vivero, conviene recordar que una cortina forestal bién ubicada protege al suelo y al cultivo de la desecación y de los daños que produce el viento. La cortina debe estar del lado de los vientos redominantes y tiene que ser permeable de manera que no impida el paso del viento sino que aminore su velocidad. Además, de acuerdo con lo explicado en el punto anterior, no debe quitarle luz al cultivo.

El tamaño del vivero

Para definir cuál es el tamaño de Vivero que queremos instalar o sea qué cantidad de plantas vamos a producir, debemos considerar los siguientes aspectos:

La demanda de plantines

Cuando el destino de la producción es satisfacer la demanda de la propia empresa, podemos definir rápidamente que cantidad de plantas producir cada año. Cuando el destino es la venta de plantas, se debe realizar un relevamiento en la zona sobre las empresas forestadoras existentes, la superficie que forestan anualmente, la demanda actual de superficie a forestar, el origen de las plantas que utilizan. De ese modo se puede definir más acertadamente sobre la cantidad de plantas a producir.

La disponibilidad de terreno

Para calcular la superficie necesaria para producir una determinada cantidad de plantas se parte de la base de que en 1,5 m2. se cultivan entre 100 y 120 plantas, esto es considerando el cantero, y el pasillo entre dos canteros. Como se trata de un cultivo bianual esta superficie se duplica. Esto significa que necesitamos superficie para los canteros de plantas de 1 año y superficie para los canteros de plantas de 2 años. Pero tratándose de un cultivo tan intensivo es muy conveniente contar también con un sector para poder realizar rotaciones, para reponer la fertilidad del suelo. Además hay que considerar los espacios que ocupan un galpón, los caminos de ingreso y circulación por el vivero, el sector donde se almacenen las plantas que están listas para ir a plantación. Como dato orientativo puede decirse que un Vivero que produce 500.000 plantas necesita una superficie aproximada de entre 2 y 2,5 has.

Partes del vivero

Almácigos

Los almácigos son canteros especiales donde se ponen a germinar las semillas para después transplantar las plantitas a los envases. En los almácigos se brindan a las plantitas todo lo necesario para desarrollarse: media sombra, humedad, protección contra viento, y suelo rico. En general, se utiliza una superficie de 0.5 m2 de almácigo por cada 1000 plantas. Si se producen pocas plantas, los almácigos pueden construirse en cajones de verduras.

Canteros de envases

Los canteros son la parte que más espacio ocupa en el vivero. Es donde se acomodan las plantas una vez transplantadas del almácigo a los envases. Aquí, las plantas tienen el espacio necesario para crecer bien. En zonas semiáridas (como nuestra provincia) se recomienda usar canteros bajo nivel, para un mejor aprovechamiento del agua. En general tienen de 1 a 1,2 metros de ancho, el largo es variable (no más de 10 m) y la profundidad es similar a la altura del envase o un poco menos. Si se usa sombra individual por cantero, estos deben orientarse en sentido Este - Oeste, para que tengan sombra todo el día.

Calles y sendas

Los canteros se separan por sendas de unos 30 cm de ancho, lo suficiente como para poder pasar cómodamente con una carretilla. Cada tantos canteros, es bueno dejar una calle más ancha como para poder pasar con un tractor o una camioneta, para el transporte de materiales del vivero o para el despacho de las plantas.

Media sombra

En climas de sol fuerte como el nuestro, es necesario brindar a las plantitas (en almácigo y en canteros) una media sombra, para protegerlas y conservar más agua para la planta, reduciendo la evaporación. No se debe exagerar, cuando hay demasiada sombra las plantas no crecen bien, se ponen amarillas y aparecen enfermedades. La media sombra debería reducir la cantidad de luz a la mitad entre la sombra total y el rayo del sol. Lo más conocido para esto es el zarán o tela media sombra; pero también se pueden usar entramados de caña, listones de madera, totora, ramas, o colocar las plantas debajo de un árbol de copa no muy densa. Se puede hacer una sola estructura para todos los canteros (tendrá que ser alta para poder pasar) o individuales (una para cada cantero). Si se dá una inclinación, el lado más bajo debe quedar hacia el norte, para que no entre demasiado sol por ese lado.

Cortinas

Los vientos calientes del verano pueden secar las plantas hasta matarlas. Por eso es bueno tener el vivero al reparo, mediante cortinas de árboles. No deben estar a menos de 10 m de los canteros, pues pueden crear problemas con sus raíces o su sombra. Las cortinas protegen también el vivero de los fuertes vientos de las tormentas. Si se usa una represa, es bueno rodearla con una cortina para reducir la evaporación.

Compostera o Lombricario

Son los lugares donde se prepara el compost y el lombricompuesto. Estos son muy útiles para dar fertilidad de un modo orgánico, (sobre todo el lombricompuesto) aprovechando los residuos orgánicos de los animales, la cocina, huerta o cultivos. Estos abonos naturales se usan en los almácigos y envases para lograr un buen crecimiento de los plantines.

Fuente y conducción de agua

Esta es una parte muy importante del vivero. El agua puede venir de un canal, represa o pozo. En zonas de secano, pueden usarse microrrepresas de captación para juntar y almacenar agua de lluvia. Para viveros muy pequeños se puede utilizar el agua de red. Debe contarse con una buena reserva para que una falta de ingreso de agua (falta de lluvias, demoras en entregar de agua, o cortes de red) pueda comprometer la producción del vivero. Siempre debe estar el agua asegurada al menos para una semana.

Cercos

Los cercos sirven para proteger el vivero del ingreso de animales. Es importante contar con un buen cerco porque un solo animal puede dañar nuestra producción y el vivero en muy poco tiempo. Tamaño del vivero Puede decirse que por cada 1000 plantines de producción se necesitan unos 10 m2 de canteros, más 0,5 m2 de almácigo, y unos 6 m2 más para caminos y sendas; totalizando entre 16,5 y 20 m2 por cada 1000 plantas. A la superficie calculada, debe sumarse la correspondiente a cortinas, represa, lombricario y galpón.

Material de propagación

El material de propagación es la parte de la planta madre que usamos para hacer nuevas plantas. Hay dos tipos: de origen sexual (semillas) y de origen vegetativo (estacas, injertos, acodos, etc). Los árboles producidos por semilla son generalmente más altos, de raíz profunda y no son exactamente iguales, lo que es favorable ante enfermedades o plagas. Los árboles producidos en forma vegetativa repiten exactamente las características de la planta madre, lo cual es bueno en frutales, e inician la producción de fruta mucho antes que los de semilla. Selección de árboles padres Este es un paso muy importante en el trabajo de vivero, porque los árboles que se producirán van a vivir durante muchos años. Es necesario hacer una selección cuidadosa.

Recolección

Las semillas deben recolectarse cuando los frutos están maduros. Algunas pueden juntarse directamente del suelo, pero no se tiene la seguridad de que pertenezcan al árbol elegido. Para otros, es necesario juntar los frutos del árbol, antes de que se abran y se dispersen todas las semillas (lapacho, jacarandá). Las estacas, de unos 25-30 cm, se cortan cuando la planta está en descanso de invierno (de junio a agosto).

Tratamiento

Después de cosechar los frutos, deben separarse las semillas y ponerse a secar a la sombra antes de almacenarlas. Los frutos carnosos deben desarmarse para sacar las semillas (mora).

Almacenamiento


Si no se siembra inmediatamente, las semillas deben guardarse al cuidado del calor, la humedad, la luz y las plagas. Algunas semillas no pueden guardarse mucho tiempo porque después no germinan (pierden la viabilidad). Las estacas se juntan en atados, y se entierran a unos 20 cm hasta que pasen los fríos. Debe tenerse cuidado en mantener la orientación que las estacas tenían en el árbol (por la parte inferior saldrá la raíz).

Siembra

Pretratamientos de semillas y estacas antes de sembrar, algunas semillas necesitan un tratamiento para “despertar” y así dar una germinación más pareja. Algunos de los tratamientos más usados en vivero para esto son: remojo en agua tibia (como para el mate), dejándola enfriar y sacándolas a las 8 o 12 horas; lijado (pasada rápida sobre un papel de lija medio) y sacudida con arena en un tarro. Todos estos tratamientos intentan apurar la entrada de agua en la semilla, para que se hinche y germine. En el caso de las estacas, es bueno darles un lavado con agua, para retirar algunas sustancias que elabora la planta y que a veces frenan la salida de raíces. Otra buena opción es remojarlas durante unas horas antes de plantar en una mezcla de lombricompuesto fresco con agua. El lombricompuesto tiene hormonas que ayudan a que las raíces crezcan más rápido y mejor.

Hay dos modos de siembra: la siembra en almácigos y la siembra directa. La siembra en almácigos se usa cuando la semilla es muy chica, o de mala calidad (mal conservada, vieja, etc.), porque no sabemos bien cuántas van a germinar. Después de que las plantitas tienen cierta altura, hay que transplantarlas a los envases. En la siembra directa las semillas se colocan directamente en el envase, ahorrando el trabajo de transplante. Se usa cuando la germinación es buena y cuando las especies son delicadas para transplantar. Si no se está seguro de la calidad de la semilla, se pueden colocar tres o más por envase; pero si germina más de una deben cortarse y dejar una sola planta. Para los dos tipos de siembra, el sustrato (del almácigo o el envase) debe estar humedecido. Las semillas se colocan y se tapan con el mismo sustrato, quedando como máximo a una profundidad del doble del tamaño de la semilla. Las semillas poco tapadas pueden quedar al aire con el riego y secarse; las semillas muy tapadas gastarán toda su energía tratando de salir y no podrán lograrlo. Para evitar que se haga una costra, se coloca una cobertura de pasto seco.

Plantación de estacas

Las estacas deben enterrarse en el mismo sentido que la estaca tenía en el árbol madre. Deben enterrarse más o menos hasta la mitad. Si se pone muy profunda, pueden podrirse, sin que crezca el tallo. Si se ponen muy arriba, pueden secarse y voltearse por la falta de raíces.

Enemigos del vivero

El peor enemigo de los viveros es una enfermedad llamada “mal del tallito” o “mal de los almácigos”. La causan unos hongos que normalmente existen en el suelo. Los hongos son microorganismos (no se ven a simple vista), y atacan a las plantitas recién germinadas, pudriéndolas en la base del tallito y tumbándolas. Los hongos atacan solo cuando se dan ciertas condiciones favorables. Teniendo ciertos cuidados, podemos prevenir los ataques, sin necesidad de aplicar productos químicos. El lombricompuesto es un muy buen producto natural para prevenir la enfermedad. Durante el compostado se mueren los hongos dañinos, y al pasar por la lombriz se enriquece con otros microorganismos y nutrientes que evitan los ataques y ayudan al rápido crecimiento de la plantita.

Transplante

Cuando las plantitas tienen unos 5 a 8 cm de alto, deben transplantarse a los envases, para que tengan buen espacio para crecer. Este trabajo es muy delicado y las plantitas sufren mucho. El almácigo debe regarse bien el día anterior para que las plantas “carguen” agua, y se ablande el terreno. Es mejor transplantar al atardecer, para que las plantitas se recuperen por la noche. Con una cuchara o cuchillo se saca la planta, tirándola despacio de las hojas. Si la raíz es muy larga (más que el envase) se poda con una tijera. En el envase cargado se hace un hoyo del largo de la raíz, y se mete la plantita, hasta la misma profundidad que estaba en el almácigo, sin doblar la raíz. Se apisona desde los costados del hoyo para ceñir bien la raíz con el sustrato. Para tener éxito en el transplante debemos:

  • Cuidar las raíces del sol y el viento.
  • Colocar la raíz bien derecha en el hoyo.
  • Ceñir bien la raíz, sin dejar huecos.
  • Enterrar la raíz a la misma profundidad que tenía en el almácigo; ni más, ni menos.
  • Dejar bien plano el sustrato en el envase, sin un hoyo alrededor del tallo.

Envases

El envase tiene la función que retener el sustrato hasta que la planta crezca. Tiene que tener agujeros en la base para dejar salir el agua, así no se pudren las raíces. Hay muchos tipos de envase, pero los más comunes en los viveros son las bolsas de plástico. Vienen de diferentes tamaños y espesor. Los viveros de gran escala usan unas bandejas de plástico duro, que se pueden usar muchas veces (varios años). Cada bandeja tiene varios huecos, uno para cada planta. Las botellas descartables de gaseosa son una buena opción para envase. Pueden usarse varias veces, son gratis y es una forma de reciclarlas. Muchos otros materiales pueden utilizarse para envases: sachets de leche o yogur, latas, cañas bambú, etc. Sea cual sea el que se elija, debemos asegurarnos de que la planta tenga el espacio necesario para sus raíces. Como orientación, un plantín de algarrobo de 6 meses necesita un envase de medio litro de capacidad. Si el envase queda chico y las plantas van a seguir en el vivero, debemos transplantarlas a envases más grandes, porque si no la planta se debilita, y puede enfermarse.

Sustrato

La tierra que se usa para llenar los envases y almácigos tiene que cumplir varias funciones: dejar entrar y retener el agua; ser rica en nutrientes; blanda para que la raíz pueda crecer y no desarmarse cuando se saque el envase. Como es difícil encontrar la tierra “perfecta”, se prepara un sustrato mezclando distintos materiales como arena, mantillo, lombricompuesto, abono, tierra, etc. La mezcla debe pasarse por una zaranda para que sea bien fina y no lleve piedras, basura o terrones. Amasando un poco de sustrato se prueba si la mezcla es buena para retener el agua y los nutrientes. La mezcla no debe ser demasiado arenosa (se escapa el agua) o demasiado arcillosa (absorbe el agua muy despacio).

Riego

Los plantines necesitan el agua para transportar los nutrientes y alimentos. En las zonas donde el agua escasea, hay que usarla bien para que dure. Debemos evitar que al regar el agua se evapore y debemos tratar de que el suelo la absorba. Poreso es mejor regar al amanecer y a la oración. También ayuda cubrir los envases y( almácigos) con 2 cm de pasto seco. Para regar envases, puede ahorrarse mucha agua usando riego por goteo, con un tanque elevado y cintas. Cuando las plantas son muy chicas, deben regarse con una lluvia muy fina. Si no hay una regadera, se puede mojar una rama y sacudirla sobre las plantitas.

Desmalezado

Debemos retirar los yuyos que van creciendo. Si se hacen muy grandes, es mejorcortarlos en vez de arrancarlos, porque pueden lastimar la raíz de nuestras plantas.

Poda de raíces

Si los envases (sobre todo las bolsas) se dejan mucho tiempo en la tierra, la raíz principal se “escapa” y empieza a crecer en el cantero. Para evitarlo, se pueden poner sobre alguna estructura que las separe del suelo. Las raíces no pueden vivir en el aire, y no se escaparán del envase (algunos llaman a esto auto-poda). Otra opción (la más común) es mover cada tanto las plantitas de lugar, y podar las raíces que asoman del envase. En verano, esto debe hacerse cada 15 a 25 días, para que las raíces a cortar no sean tan grandes y la planta no sufra mucho. Con esto se logra frenar el crecimiento de la raíz principal, y aumentar el crecimiento de las raíces más finitas, para que se tramen bien y ocupen todo el sustrato del envase. La poda de raíces sirve también para eliminar las raíces enruladas en el fondo de los envases. Las botellas descartables cortadas al revés son buenas para dirigir las raíces hacia el fondo y evitar que se enrulen.

Fertilización

Para mejorar el crecimiento de las plantas, o ayudarlas a recuperarse de daños (como la poda de raíces, vientos fuertes, heladas) puede aplicarse lombricompuesto como fertilizante. Puede agregarse encima de los envases, para que con los riegos se transporte hacia las raíces; o disuelto en agua, aplicándolo con un rociador sobre las hojas. El lombricompuesto contiene una importante cantidad y variedad de nutrientes para favorecer el crecimiento de las plantas.

Labores culturales

  • Deshierbo
  • Riego
  • Remoción
  • Poda de raíces
  • Control fitosanitario:
  • Identificación
  • Control
  • Repicado
  • Retiro de plástico

Características del embolsado

  • Bien compactado
  • Esconder las puntas
  • Formas cilíndricas
  • Al ras de la bolsa
  • El enfilado debe ser en línea recta.
  • Mantener la redondez de la bolsa

Tipo de bolsa a utilizar por especie :

  • 4”x 7 x 0.002” : Eucalipto, retama, ceticio
  • 5”x 7 x 0.002” : Pino, ciprés y nativas
  • 8”x 12 x 0.003” : Frutales.

Fuentes