Zoofarmacognosis

Zoofarmacognosis
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Concepto:Ciencia que trata el estudio de las sustancias medicinales con las que los animales silvestres combaten las enfermedades que los afectan. Con la finalidad de investigar las posibles aplicaciones de estas sustancias medicinales en los seres humanos.

Zoofarmacognosis. Disciplina científica, cuyo estudio puede favorecer considerablemente la farmacopea universal y la curación de múltiples enfermedades y dolencias de los seres humanos.

Historia

Es una disciplina científica que nació en los Estados Unidos de América, en la década de los 80 del siglo XX.

Es practicada desde hace varios milenios de modo empírico por campesinos de todas las regiones del planeta Sus iniciadores fueron dos investigadores estadounidenses: Eloy Rodríguez, de la Universidad de California, y Richard Wrangham, de la Universidad de Harvard.

Antes de los estudios de estos dos investigadores, en la disciplina de la zoofarmacognosis, el conocimiento demostrado por los animales al automedicarse había sido despreciado por el mundo científico, aunque eran muchas las pruebas de eficacia que tal práctica había demostrado.

Ejemplos de medicina animal

Las elefantas de la región central de África varios días antes de dar a luz comen las hojas de un árbol muy particular. Estas hojas también son comidas por las parturientas de la zona, pues su ingestión les facilita el proceso de parto.

Los chimpancés, después de despertarse cada mañana, lo primero que hacen es comer hojas enteras de Aspilla, planta que contiene varios agentes antivirales, antimicóticos y antiparasitarios.

El etólogo Michael Huffman, adscrito al Departamento de Zoología de la Universidad de Kyoto, en Japón, contó en uno de sus artículos científicos que, en cierta ocasión, él se hallaba en un bosque de Tanzania Occidental, en África, registrando las costumbres de los chimpancés, en compañía de un guardia tanzano llamado Mahamedi Seifu Kalunde.

Durante la observación de ambos comprobaron que entre los simios se hallaba una hembra adulta que un día amaneció aletargada y sin apetito, así permaneció un rato hasta que Huffman y Kalunde la vieron buscar algo por los alrededores. Cuando dio muestras de haber encontrado lo que buscaba, notaron que llevaba consigo varios brotes de una planta conocida como Vernonia amygdalina.

La chimpancé comió los brotes de esta planta, masticando la parte amarga de los mismos y escupiendo las partes leñosas. Al otro día estaba casi restablecida y había recuperado el apetito.

Curiosamente, al guardia examinar la planta en cuestión, descubrió que era las misma utilizada por su abuelo, un herborista tradicional, para curar problemas gastrointestinales y de parásitos.

Los ejemplos anteriores sólo son algunos de los que pueden presentar los zoólogos y etólogos para contribuir al enriquecimiento de la farmacopea universal.

Enseñanza

La búsqueda, hallazgo y estudio de un componente medicinal constituyen un proceso largo y complejo. Si se prestase la debida atención al conocimiento popular sobre el uso de determinadas plantas para el tratamiento de enfermedades específicas, tal proceso se reduciría considerablemente; con ello, también, disminuirían los costos de las investigaciones y el tiempo empleado en la detección de las plantas adecuadas.

Si se tomase en cuenta el conocimiento que muestran los animales silvestres sobre las plantas de su entorno inmediato, probablemente se obtendrían de modo más rápido y eficaz pistas para la obtención de medicamentos.

Los animales tienen miles de años de experiencia con numerosas plantas y cuando se automedican lo hacen con gran conocimiento de causa.

Guía para zoofarmacognólogos

El ya mencionado etólogo Huffman, ha elaborado una guía para interesados en este tipo de estudio. La misma señala lo siguiente:

  • Hay que observar cuando el animal come hojas, frutas, corteza o madera, que parecen no aportar ningún beneficio nutritivo.
  • También cuando el animal sólo consume una planta en una estación o período climático determinado.
  • Debe observarse, además, qué planta come durante cada enfermedad o malestar que lo aqueje.
  • Una vez observado y anotado lo anterior es importante establecer si el consumo de una planta en particular ha producido un efecto positivo en el curso de la enfermedad o malestar que sufre el animal.

Tales estudios contribuirían enormemente al enriquecimiento de la farmacopea universal y, por lo tanto, a la curación de cientos de enfermedades y dolencias de los seres humanos.

Fuente

Sequera, Armando José.(2007).Enamórate de las ciencias. Editorial Gente Nueva.