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última versión al 12:59 12 oct 2022

Nevermoor. Las pruebas de Morrigan Crow
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Nevermoor.jpg
Título originalNevermoor. The trials of Morrigan Crow
Autor(a)(es)(as)Jessica Townsend
Editorial:Titivillus
PaísBandera de Australia Australia

Nevermoor. Las pruebas de Morrigan Crow. Libro de Jessica Townsend.

Contenidos

Morrigan es una niña ocurrente y carismática con unos horribles padres que no le hacen ningún caso. Aunque eso no es lo peor, porque arrastra una maldición que la condena a morir antes de cumplir los once años. Pero eso no va a ocurrir puesto que la vigilia de su décimo primer cumpleaños alguien la secuestra y se la lleva a Nevermoor (un Londres paralelo), donde deberá superar cuatro pruebas si quiere estar entre los elegidos. El problema es que ya no podrá regresar jamás ya que solo escapa a la muerte si se queda en Nevernoor.

Los periodistas llegaron antes de que lo hiciera el féretro. Se habían ido congregando a las puertas durante la noche y al amanecer eran ya un nutrido grupo. A las nueve en punto conformaban un auténtico enjambre. Era cerca del mediodía cuando Corvus Crow recorrió el largo paseo que iba desde la puerta de su casa hasta las vallas de hierro que los mantenían a una distancia prudencial.

—Canciller Crow, ¿cómo afectará esto a sus planes de presentarse a la reelección? —Canciller Crow, ¿cuándo se llevará a cabo el entierro? —¿El presidente le ha presentado ya sus condolencias? —¿Cómo se siente de aliviado esta mañana, canciller?

—Por favor, por favor… —Corvus levantó una mano enguantada para hacerlos callar y sacó un papel del bolsillo de su elegante traje negro—. Me gustaría, con su permiso, leerles una declaración en nombre de mi familia. Acto seguido, leyó con el tono de voz autoritario y sonoro que había adquirido y pulido después de tanto tiempo reclamando orden en la Cancillería: —Queremos daros las gracias, ciudadanos y ciudadanas de nuestra gran República, por todo el apoyo que hemos recibido por vuestra parte en los últimos once años. Esta ha sido una época muy dura para nuestra familia. Y no hay duda de que la aflicción y la angustia seguirán entre nosotros durante una larga temporada…

Se detuvo para aclararse la garganta y alzó la vista un instante para observar a su silenciosa audiencia. Un mar de cámaras y de ojos curiosos le devolvían la mirada. Oleadas de flashes y clics lo atacaban desde todos los ángulos de forma incesante.

—La pérdida de una criatura es algo difícil de soportar —continuó leyendo—. No solo para nuestra familia, sino también para toda la gente de Jackalfax, la cual, como sabemos, comparte nuestro dolor. Al menos, cincuenta personas enarcaron las cejas de inmediato y otras tantas comenzaron a toser de modo embarazoso rompiendo el momentáneo silencio. —Sin embargo, esta mañana, conforme damos la bienvenida a la Novena Era de la República del Mar Invernal, somos conscientes de que lo peor ya ha pasado. De súbito, se oyó un sonoro graznido por encima de las cabezas de los allí presentes. Todos encogieron los hombros y torcieron el gesto; no obstante, nadie miró hacia arriba. Al fin y al cabo, los pájaros llevaban dando vueltas en el cielo toda la mañana.

—La Octava Era se llevó a mi amada primera esposa, y ahora me ha quitado también a mi única hija.

Un nuevo y desgarrador graznido se oyó en las alturas, haciendo que a uno de los reporteros se le cayera el micrófono con el que apuntaba al rostro del canciller y, por unos segundos, se pusiera a armar gran alboroto para recogerlo del suelo. Nada más conseguirlo, volvió a incorporarse, rojo como un tomate, y farfulló una torpe disculpa. Ignorándola, Corvus continuó: —A pesar de ello, se ha llevado consigo el peligro, la duda y la desesperanza que a lo largo de su corta vida la acosaron como una plaga. Mi… querida Morrigan —añadió, haciendo una mueca forzada— descansa por fin en paz; y lo mismo debemos hacer todos. Todo Jackalfax (y, desde luego, el Estado entero de Gran Wolfacre) vuelve a estar a salvo. Ya no hay nada que temer. Un murmullo generalizado de incertidumbre se abrió paso entre la multitud, a la par que las acometidas de los flashes parecían disminuir. El canciller levantó la vista y, parpadeando, los observó de frente. De pronto, una ligera brisa agitó la hoja de papel; aunque quizá no fuera eso, sino el temblor de la mano que la sostenía. —Gracias. No se admiten preguntas

Datos del autor

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Jessica Townsend vive en la soleada costa australiana, pero durante unos años vivió entre Australia y Londres. Durante ocho años fue creativa en una empresa y, también, editora de la revista infantil de vida salvaje del Zoo de Australia. Nevermoor. Las pruebas de Morrigan Crow es su primera novela.

Fuentes

  • Jessica Townsend. Nevermoor. Las pruebas de Morrigan Crow. Australia, Ediciones Titivillus, 2017.