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Involuntariamente, un asesino batistiano confesó a la esposa de Fernández Arderí que... al financiero del 26 de Julio lo habían torturado mucho y que ya moribundo pidió que tiraran su cadáver en la puerta de su casa para que su familia pudiera enterarlo, pero no lo hicieron así, si no que ya muerto lo habían tirado a un lagunato.
 
Involuntariamente, un asesino batistiano confesó a la esposa de Fernández Arderí que... al financiero del 26 de Julio lo habían torturado mucho y que ya moribundo pidió que tiraran su cadáver en la puerta de su casa para que su familia pudiera enterarlo, pero no lo hicieron así, si no que ya muerto lo habían tirado a un lagunato.
  
[[José María Pérez]], reconocido líder obrero representante del sindicato del Transporte, los heroicos luchadores de la sierra, [[Lidia Doce]] y [[Clodomira Acosta]] entre otros, desaparecidos en ese propio mes de septiembre corrieron el riesgo de ser lanzados al mar una vez ya inertes sus cuerpos  desde la lancha el 4 de septiembre. Acción esta acreditada al asesino Laurent. No es de dudar que este mismo personaje hiciera correr la misma suerte a Jorge Fernández Arderí.
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[[José María Pérez Capote]], reconocido líder obrero representante del sindicato del Transporte, los heroicos luchadores de la sierra, [[Lidia Doce]] y [[Clodomira Acosta]] entre otros, desaparecidos en ese propio mes de septiembre corrieron el riesgo de ser lanzados al mar una vez ya inertes sus cuerpos  desde la lancha el 4 de septiembre. Acción esta acreditada al asesino Laurent. No es de dudar que este mismo personaje hiciera correr la misma suerte a Jorge Fernández Arderí.
  
 
==Fuente==
 
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Revisión del 08:51 11 abr 2012

Jorge Fernández
Información sobre la plantilla
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Luchador clandestino, fué el financiero del movimiento 26 de Julio
NombreJorge Fernández Arderí
Nacimiento24 de abril de 1929
Sagua de TánamoBandera de Cuba Cuba
Fallecimientoseptiembre de 1958
La HabanaBandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteTortura
ResidenciaLa Habana
NacionalidadCubana
Otros nombresHiginio
CiudadaníaCubana
EducaciónBachiller en Ciencias
OcupaciónMaestro
CónyugeFidia Tudela Muñoz
PadresManuel Fernández CarreroBandera de España España y Carmen Arderí PérezBandera de Cuba Cuba

Jorge Fernández Arderí. Mártir de la revolución cubana.

Síntesis biográfica

Nació el 24 de abril de 1929 en la localidad de Bazán, Sagua de Tánamo. Bautizado por sus padres: Manuel Fernández Carrero, español de origen y Carmen Arderí Pérez, cubana, progenitora de 9 hijos. Cursó sus primeros estudios en el barrio donde nació, llegando hasta el 6to grado. Más tarde en la escuela pública del pueblo continúa los estudios.

Adolescencia

Por intermedio de Luisa Barrero, maestra saguera, sale Jorge para Santiago de Cuba para cursar sus estudios superiores en el colegio católico de allí, después de finalizada esta enseñanza se traslada a La Habana donde estudió Bachiller en Ciencias.

La religión ocupaba gran parte de su vida, pues el carácter no laico de la enseñanza la tenía penetrada en su doctrinas, en los tiempos de pase y de nuevo en su tierra natal, esta era una de las constante conversaciones. Al termino del establecimiento de la disparidad de criterios, pero nunca en norma del gran amor y simpatía que siempre profesaba a sus amigos de infancia y otras amistades, tampoco el sentimiento patriótico y revolucionarios era menos acabado, ya se gestaba en él una grandísima entereza, esa que acompaña a los hombres que no pasan por la vida sin dejar huellas y camino abierto y luz a la futura generaciones.

Lucha clandestina

Una vez dijo Rubén Martínez Villena

“...cada quien está en su destino como en una trampa...” , trampa dichosa, la que siembra el estoicismo y la honradez en los hombre, cualidades innatas de Jorge,. Su vida estudiantil la llevaba organizadamente. Muy poco o nada pedía a sus padres desde la capital, muestra era que sus ropas y demás medios de vestir lo compraba en Sagua de Tánamo. Como todo joven cubano se inclinó al deporte, específicamente a la pelota, con la singularidad de ser su disciplina favorita.

Antes se hablaba de la idea religiosa de Jorge, al analizar su vida se debe destacar que en este campo, nunca escondió a Fidel nuestro comandante en Jefe, sus estudios en el colegio “Hermanos Lassalles” de Santiago de Cuba y Belén, posteriormente, ni el estudio reiterado de los textos bíblicos. Jorge, joven de la época, también dado a los estudios, después del Instituto de Santiago de Cuba pasó a Belén, allí estuvo en los años de 1940 a 1945, graduado de bachiller, matriculó Ciencias Comerciales en la Universidad de La Habana.

Santiago, cuna de la revolución ejerció su influencia en el joven que ya empinaba con su arraigado sentimiento patriótico y revolucionario. Fidia Tudela Muñoz, compañera suya de lucha y en la vida, lo califica bien: tenía un carácter afable, muy humano, veía muy lejos, prevenía el futuro de la revolución tenía una absoluta confianza en Fidel. Era muy recto y organizado, poseía un alto sentido de la moral y de respeto a la mujer, sereno, ecuánime, nos planteó que el clandestino solo debía saber lo estrictamente necesario. El estaba conciente de los peligro que lo acechaban. Fidia recuerda decir a Jorge que :

“A mi me va a pasar lo mismo que al hombre del silencio” porque este hombre, un heroico combatiente prefirió morir en silencio antes que denunciar a sus compañeros de lucha.

Trabajó junto con su esposa y esta nunca supo de sus actividades. De los héroes como no se espera nunca por quien siga su ejemplo, tampoco a de faltar quien lo caracterice en su propia magnitud. Así su entrañable amigo Pepe Díaz lo describe:

“Se distinguía por su sentido de organización, disciplina, espíritu humano y extremo comportamiento de sus acciones, Jorge era el mejor de todos nosotros, era el hombre más cabal que he conocido en mi vida”.

Era el más avanzado políticamente con respecto a todos sus compañeros, de una honradez absoluta. Fue un hombre de izquierda y de los primeros en proponer la unidad de todos los luchadores contra la tiranía como premisa para lograr la victoria. Esto se materializó posteriormente con la creación del Frente Obrero Nacional Unido (FONU)

El fracaso de la Huelga del 9 de abril trajo momentos triste y amargos para todos los revolucionarios. En el clandestinaje la situación se hacía difícil. Se imponía más que un pensamiento optimista y racional, la situación sin flaqueza entre los miembros y la dirección del movimiento, que no menguara sus fuerzas, constante análisis para buscar la más acertada salida al acuciante problema. Jesús Soto, también miembro del 26 de julio, en la clandestinidad, relató para el periódico Granma hace ya algún tiempo: entre los temas que discutíamos se suscito una discusión acerca de lo difícil que resultaba operar en la Habana a los compañeros más señalados y la conveniencia de irlo sustituyendo para mandarlo para la Sierra Maestra, entre los más buscado estaba Higinio, esta idea contó con la aprobación de aquellos que la creían lógica y necesaria, otros no la veían así, fue Higinio de estos últimos y al tocarle su turno expresó con énfasis:

“todos los que aquí estamos, somos miembros del 26 de Julio, que quien está dirigiendo la guerra. Todos estamos comprometidos con nuestro trabajo, que no es más meritorio y riesgoso que el que realizan los combatientes en el frente de la sierra, aquí nadie puede abandonar la lucha en la Habana, por ahora más que antes precisa de nuestro esfuerzos y ejemplo, es ahora cuando tenemos que mostrar que estos reveces no nos vencerán. Hacer otra cosa, compañeros, sin estar autorizados por la dirección del movimiento, podría calificarse de deserción”.

Este Higinio no era más que Jorge, aquel saguerito que humildemente salió un día de su hogar sin pensar en beneficios personales ni riquezas, aquel que salió con la humildad del guajiro cubano, pero con la frente alta, siempre buscando horizonte.

Muerte

La suerte no pudo ser más duradera, el 28 de septiembre de 1957 junto a su compañero de lucha José Díaz fue detenido por primera vez, ocupaba entonces el cargo de financiero de la sección obrera del movimiento 26 de Julio en su máxima instancia. Prisionero en la 16 estación de policía, fue interrogado y al callar su voz, fue salvajemente torturado, allí permaneció varios días, de el se apoderó el silencio entendido como su único y gran deber en esos momentos, de los sicarios la desesperación infructuosa. Fue remitido más tarde a la prisión del Castillo del Príncipe.

Tras su liberación se mudó de casa, en marzo de 1958 ya Jorge se encontraba de nuevo el “Movimiento”, ocupado en la primera línea, consagrado por entero a la organización de la huelga general que se desataría en abril de ese año. Esta fracasa, los hombre no se detienen, la lucha continúa. Higinio vuelve hacer centro y ocupación privilegiadamente en el punto de mira de los órganos secretos y represivos del batistato. Regresa entonces a la más estricta vida del clandestinaje.

En ese ambiente llega el 24 de septiembre de 1958, la mañana avanza y a pesar de las estrictas leyes que cumplía, arriesgándose un poco, se pone a impartir sus clases de matemática a un alumno que vivía cerca de sus domicilio clandestino, cuando varios agentes de ventura le cierran el paso impidiéndole cualquier tipo de defensa, lo hacen volver irrespetuosamente a la amarga sombra de las rejas que ya su cuerpo conocía, esta vez fue la 5ta estación de la policía. Volvió a repetirse la escena, los esbirros empeñados con más en sacarle sus valiosos secretos, tras la rejas Jorge hace del silencio su más característico rasgo. Pero la desesperación sicaria no tubo límites.

Involuntariamente, un asesino batistiano confesó a la esposa de Fernández Arderí que... al financiero del 26 de Julio lo habían torturado mucho y que ya moribundo pidió que tiraran su cadáver en la puerta de su casa para que su familia pudiera enterarlo, pero no lo hicieron así, si no que ya muerto lo habían tirado a un lagunato.

José María Pérez Capote, reconocido líder obrero representante del sindicato del Transporte, los heroicos luchadores de la sierra, Lidia Doce y Clodomira Acosta entre otros, desaparecidos en ese propio mes de septiembre corrieron el riesgo de ser lanzados al mar una vez ya inertes sus cuerpos desde la lancha el 4 de septiembre. Acción esta acreditada al asesino Laurent. No es de dudar que este mismo personaje hiciera correr la misma suerte a Jorge Fernández Arderí.

Fuente

  • Fondo Museo Sagua de Tánamo. Sección biografías.