Felipe IV
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Felipe IV. (1605 – 1665). Fue rey de España desde el 31 de marzo de 1621 hasta su muerte. Su reinado de 44 años y 170 días fue el más largo de la casa de Habsburgo y el tercero de la historia española. Hijo y sucesor de Felipe III. Soberano de los Países Bajos y conde de Borgoña.
Biografía
Felipe IV nació el 8 de abril de 1605, en Valladolid, como fruto del matrimonio de Felipe III y Margarita de Austria. Felipe Domingo Víctor de la Cruz fue el tercero de los ocho hijos, y primer varón, del matrimonio habido entre Felipe III de España y su prima segunda (sus abuelos Felipe II de España y Carlos II de Estiria eran primos) la archiduquesa Margarita de Austria. A las siete semanas de nacer fue llevado a la pila bautismal de la iglesia conventual de San Pablo de Valladolid en brazos del ambicioso valido de Felipe III, el Duque de Lerma.
Nupcias
En 1615 se casó con Isabel de Borbón con la que tuvo al príncipe Baltasar Carlos y a la infanta María Teresa, futura esposa del rey de Francia Luis XIV, cuya unión propiciaría en 1700, el acceso de los Borbones al trono de España. Tras la muerte de Isabel en 1644 y del príncipe heredero en 1646 el reino quedaba sin heredero y propició Felipe IV contrajera segundas nupcias con su sobrina Mariana de Austria en 1649 de cuyo matrimonio sólo la infanta Margarita Teresa y el que sería heredero del trono, Carlos II llegaron a la edad adulta. Además de estos hijos, tuvo diversos hijos naturales, siendo el más famoso y reconocido Juan José de Austria, fruto de las relaciones del monarca con una actriz conocida como la Calderona.
Reinado
Durante la primera etapa de su reinado compartió la responsabilidad de los asuntos de Estado con don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, quien supo ganarse al joven monarca y así le confío el poder siendo valido del rey desde 1621 a 1643, realizó una enérgica política exterior que buscaba mantener la hegemonía española en Europa. Tras la caída de Olivares, se encargó personalmente de los asuntos de gobierno, ayudado por cortesanos muy influyentes, como Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, y el Duque de Medina de las Torres. Los exitosos primeros años de su reinado auguraron la restauración de la preeminencia universal de los Habsburgo, pero la guerra constante de la Europa protestante y la católica Francia contra España condujeron al declive y ruina de la Monarquía Hispánica, que hubo de ceder la hegemonía en Europa a la pujante Francia de Luis XIV, así como reconocer la independencia de Portugal y las Provincias Unidas. A pesar de ser un rey inteligente y preparado para el gobierno era débil e indeciso, y su entrega al trabajo, era contrarrestada por su desmesurada tendencia a las diversiones cortesanas. Muy aficionado a las artes, fue un verdadero mecenas, propiciando la creación literaria, artística y teatral. Su reinado fue un periodo de lujo, fiestas y exaltación de la corte. Olivares intentó recuperar el prestigio y restablecer la hegemonía de España en Europa afianzando más la uniformidad institucional de la monarquía. Durante su reinado se participó en la guerra de los Treinta Años, y se reanudó la guerra en Flandes sumándose estos conflictos a las reformas del interior del país. La crisis llegó debido a la falta de recursos y a la intervención de Francia en la guerra. Tras La Paz de Munster en 1648, se perdieron las provincias del norte de los Países Bajos. Ya en los últimos años de su reinado y acabados ya los grandes conflictos, tuvo lugar la derrota de Montes Claros o Villaviciosa, trayendo consigo la pérdida de Portugal.
Muerte
A principios del mes de septiembre de 1665, el rey comenzó a sentirse mal, deponiendo heces sanguinolentas, lo que induce a pensar que cayó enfermo de disentería, de resultas de la cual falleció el 17 de septiembre de 1665 del mismo mes, no sin antes padecer notablemente a causa de la enfermedad. Fue enterrado en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial, tal como él mismo había dispuesto en su testamento.