La maja vestida
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La maja vestida. Es una de las obras más conocidas del pintor español Francisco de Goya. Se encuentra en el Museo del Prado, Madrid, España.
Historia
El lienzo, que mantiene estrecha relación de dependencia con La maja desnuda, posee una historia similar; sin embargo, a diferencia de la "desnuda", ésta se expuso al público en los salones de la Academia de San Fernando donde había permanecido a lo largo de dos periodos: entre 1808-1813 y de 1836 a 1901, habiendo sido secuestrada por la Inquisición en el intervalo, pasando análogamente al Prado en 1901.
Respecto de la desnuda, es de técnica más abocetada, libre y avanzada, indudablemente goyesca en el sentido estricto de la expresión. La vibración de color, la delicadeza de los ropajes y la manera de acusar el cuerpo bajo las telas la hace más atractiva e incluso incitante, respondiendo a la feliz definición de la condesa de Pardo Bazán, quien la llamó "más que desnuda". Los transparentes volantes de los almohadones, el breve bolero amarillo o la faja rosada, son dignos de mención entre la riqueza cromática que Goya desplegó a lo largo de su vida.
En cuanto a las inspiraciones para ambas son muchas las opiniones emitidas; éstas van desde la Venus del espejo de Velázquez hasta las figuras femeninas desnudas de Tiziano, tanto las que se denominan Venus y el Amor o Venus y la Música, como el desnudo del primer término de La bacanal.
Los dos cuadros, a pesar de sus singularidades y limitaciones, suponen el punto de partida de una nueva manera de concebir la imagen femenina: retadora, sin recato, en una especie de exhibición, con los brazos por detrás de la cabeza y en un modo de postura, reflejo de un cuerpo relajado pero atento que rebasa el aparente candor del mundo de Giorgione y del joven Tiziano para adentrarse en la expresividad más madura y consciente del segundo, que puede pasar de la gracia y el reposo de su fase inicial a la sensualidad y la inquietud de la plena madurez visible en la Danae.
Aparte de ello cabe destacar que no existe la anécdota, no hay narración apreciable, evidenciándose la pareja de majas como la mujer en esencia, que busca ser admirada y deseada valorándose el atractivo de su cuerpo, "desnuda" o "vestida", en detrimento del interés del rostro reducido a una pura máscara, esquemática y vulgar, lo que resulta todavía más peculiar en un artista que como Goya llevó a cabo algunos de los más distintivos retratos de la historia.
Descripción de la obra
Dama desconocida, vestida con delicadas transparencias y chaquetilla amarilla con adornos negros, tendida sobre un diván de terciopelo verde con almohadas y colcha.
Las interpretaciones sobre la identidad de la mujer han sido muchas y variadas pero los inventarios en los que aparece citada la obra siempre la han mantenido anónima. La leyenda ha querido ver en la modelo a la duquesa de Alba, aunque también ha sido identificada con Pepita Tudó, amante de Godoy desde 1797.
En 1808 aparece mencionada por primera vez, junto a su pareja La maja desnuda, en el inventario realizado por Frédéric Quilliet, agente de José Bonaparte, de los bienes de Manuel Godoy. Y en 1813 se describe a las majas como Gitanas en el inventario de incautación de bienes de Godoy por el rey Fernando VII. Está más sumariamente pintada que la desnuda, sin las sutiles transparencias y gradaciones tonales de ésta, y presenta además algunas variantes en la posición de la figura.
El traje blanco de esta Maja se ciñe de tal forma a la figura, en particular el sexo y los pechos, que parece más desnuda que la otra. La cintura la resalta mediante una lazada rosa. La nota de color del cuadro la pone la chaquetilla corta o bolero, similar al de los toreros, de mangas anaranjadas con los puños rematados con encaje negro. Lleva zapatos dorados de pequeño tamaño.
Goya la pintó con pinceladas sueltas, pastosas y muy libres, a diferencia de La maja desnuda, en que el pintor es más cuidadoso en el tratamiento de las carnaduras y sombreados. La figura de la maja está bañada con una luz que destaca las diferentes texturas.
Se retrata a la misma mujer recostada en un lecho y mirando directamente al observador. No se sabe, a ciencia cierta, quién es la retratada. Se apuntó la posibilidad de que se tratara de la decimotercera duquesa de Alba María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, amiga de Goya. No obstante, dado que el primer propietario fue Godoy, se ha considerado más probable que la modelo directamente retratada haya sido la entonces amante y luego esposa del propio Godoy, Pepita Tudó.
También ha suscitado dudas el objeto rojizo que se asoma bajo los cojines; algunos pensaron que era la empuñadura de una daga o puñal, lo que acentuaría las connotaciones novelescas y eróticas del retrato. Otras fuentes creen que es un abanico cerrado.