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Producción cafetalera en Cuba
El café llegó a el Caribe procedente de París, siendo la isla de Martinica la primera en poseerlo por el año 1727. Los ingleses empezáron a cultivarlo en Jamaica en 1728, y hasta mediados del siglo XVIII no comenzó a propagarse por otras islas del Carribe, llegando a Cuba en 1769 procedente de San Juan de Puerto Rico.
Su cultivo en la isla de Cuba se produjo en siembras parciales en las fincas de los ricos hacendados que le interesaban diversificar sus producciones hecho que produjo que no fuese hasta el año 1790 que no se le pudiese llamar a ninguna finca que poseise este cultivo un cafetal. Fue a partir de este año que, con la llegada de emigrantes procedentes de La Española (actualmente República Dominicana), se comenzo a darle prioridad en algunas fincas a la producción de café por encima de la producción cañera, principalmente en la región oriental de Cuba.
A pesar del auge que tomo en el Oriente cubano este tipo de cultivo por su proximida a la isla de donde provenian la mayoría de los emigrantes que lo colonizaban la creación de cafetales se fue extendiendo por toda la isla hasta ser la región occidental la que más cafetales poseia, contandose 80 en el año 1800, este hecho estuvo dado por el poderoso caudal que poseian los hacendados de esta región y la elevada población que tenian en comparación con otras regiones.
La exportación por La Habana de este producto en 1804 era de sólo 50.000 arrobas, en 1809 subió a 320.000, de 1815 a 1820 el promedio anual fue de 727.448, la producción de 1826 fue de 1.221.609 y la de 1827 de 1.433.487 arrobas.
