Imías
Plantilla:CiudadImías. Vocablo aborigen aplicable al grupo montañoso ubicado al norte de dicha localidad, limitada con Baracoa. Surge como municipio a partir de la nueva División Político Administrativa, dejando de ser una seccional de Baracoa.
Geografía
Está situada al sureste de la Provincia de Guantánamo y posee una extensión territorial de 527,48 km2. Por el sur sus costas son bañada por el Mar Caribe, se limita al norte con el municipio Baracoa, al este con el municipio de Maisí y al oeste con el municipio de San Antonio del Sur.
Por sus condiciones naturales (clima tropical) se le ha nombrado como el semidesierto de Cuba.
Se caracteriza por presentar gran predominio de área montañosa (el 93%), con pendientes mayores de 500. La zona llana está limitada por los Valles de Imías y Cajobabo, en una franja costera que impresiona por la aridez de su paisaje y la pobreza de su agricultura, además de estar atravesada por los ríos Jojo (28 Km.), Yacabo (14 Km.), Imías (13 Km.), Tacre (10 Km.); También nacen en este territorio los ríos Duaba y Yumurí que sus causes corren a la vertiente norte.
Posee 29 Km. de litoral costero desde los limites de San Antonio del Sur y el municipio de Maisí, sus principales elevaciones son: La loma La Cana y el Pico Vista Alegre, con 1174.5 y 1186.5 metros sobre el nivel del mar.
Sociedad
La población es de 20.829 habitantes, 10.840 hombres y 9.989 mujeres distribuidos en 8 Consejos Populares: Imías, Jesús Lores, Los Calderos, Cajobabo, Veguita del Sur, Vega del Jobo y Yacabo Arriba. La densidad poblacional es de 38 habitantes por km2.
Historia
El 11 de abril de 1895 fue testigo del desembarco del Delegado del Partido Revolucionario Cubano José Martí y el generalísimo Máximo Gómez con 4 patriotas más por la Playita de Cajobabo, dejando para la historia local y Nacional 4 lugares significativos.
También el 15 de abril del mismo año, pocos días después del desembarco, se reunieron Jefes del Ejército Libertador y en presencia del Jefe del ejercito mambi Máximo Gómez, asciende a Martí a Mayor General del Ejército Libertador en el conocido Rancho de Yagua de Tavera.
Esta localidad fue escenario de las acciones de la huelga general del 9 de abril de 1958 con el ataque al cuartel de la tiranía donde perdió la vida el capitán Ciro Frías Cabrera, quien ante de morir expresó: "Quemen el cuartel".
Este hecho fue consumado a partir del 9 de noviembre de ese mismo año cuando dio inicio la batalla de Imías, protagonizada por las fuerzas de la Columna 6 y 18 del II Frente Oriental "Frank País García".
El 14 de noviembre se produjo el ataque al cuartel de Imías, último bastión de la tiranía por estas zonas tras la rendición del cuartel de Imías queda liberada haciéndose realidad los sueños de Ciro Frías Cabrera.
En 1995 se celebro en la localidad el Centenario de la expedición martiana con la presencia de su mejor discípulo: El comandante en jefe Fidel Castro.
Batalla de Imías
En noviembre de 1958 el Ejército Rebelde pasa a la ofensiva general en la lucha por la verdadera independencia de Cuba y avanza impetuosamente sobre las posiciones y enclaves enemigos.
La operación guerrillera denominada Ciro Frías Cabrera como homenaje al jefe de la Columna 18 del Ejército Rebelde, quien murió en el intento por tomar el poblado de Imías, en la antigua provincia de Oriente, logró la liberación de dicho pueblo precisamente el 14 de noviembre de 1958, varias semanas antes del triunfo definitivo del 1 de enero de 1959, cuando los sátrapas proimperialistas que desgobernaban a la Isla, huyeron despavoridos en busca de refugio entre los brazos de su amo norteño.
Fueron las heroicas fuerzas del Segundo Frente Oriental Frank País quienes llevaron a cabo la acción que ocupa un sitio destacado den las memorias del Ejército Rebelde, al tener que enfrentarse a una fuerza muy bien armada, en un cuartel fortificado con todas las posibilidades de la época, rodeado de trincheras y zanjas que lo hacían inexpugnable.
A pesar de todo el poderío que ostentaban los soldados de la tiranía, tuvieron que rendirse ante el fuego constante y la valentía de los guerrilleros que se les enfrentaron con arrojo y decisión.
La batalla duró sólo 55 minutos, tiempo en que los acuartelados pusieron en práctica toda su estrategia en vano. Las fuerzas revolucionarias tuvieron solamente dos heridos graves y ninguna baja, mientras que ellos tuvieron un saldo de 27 muertos, 33 heridos y 60 prisioneros. Los rebeldes todo el tiempo contaron con el apoyo del pueblo.

