Nivia de Paz

Plantilla:Personaje artísticoNivia de Paz. Artista Plástico del municipio de Camajuaní, Villa Clara, Cuba, poeta y dibujante. Graduada de Derecho Diplomático y Consular. Ha publicado poemas en Signos, Vanguardia, El Caimán Barbudo y La Gaceta de Cuba.

Ha obtenido premios en concursos provinciales y nacionales. La Editorial Capiro, de Santa Clara, publicó su libro “Me saludo mortal y me retiro” en el año 2004 en el cual con una aguzada vulnerabilidad no se ausenta la añoranza ni la liviana mansedumbre. Estas emociones disímiles llevan tanto al sujeto lírico como a los recursos expresivos a momentos de tensión extrema que, sin embargo, no impiden que la belleza formal tenga como centro aglutinante, la sencillez.

Vida artística

Nivia decidió pintar, comenzó haciendo retratos, que casi siempre eran de ella misma, luego los de algunos familiares y conocidos. Se copiaba una y otra vez hasta lograr unos rostros atentos en los que se adivinaba la mirada también escrutadora e inteligente de la artista; alguien que ha vivido intensamente, sobre una cuerda fina y gentil, descubridora de lo que puede haber debajo de una máscara. Luego fue armando y logrando multitudes. Los rostros se multiplicaban en carnavales y desfiles: la vida es como una calle, dijo en uno de sus versos, y esta fue al parecer la divisa distintiva entonces; la vida y la calle que se complementan, y a la vez ofrecen perspectivas diferentes. La vida está en los rostros, en las multitudes carnavalescas, en la colectividad abierta y mostrada a través de un gran escenario.

El pincel de Nivia se va atreviendo desenfadado e inatrapable, no conoce —ni le importan— las leyes de la Perspectiva y de los colores, la técnica no es fundamental, utiliza el óleo o la tempera, a veces una mezcla de ambos. A ella le interesa mostrar lo que ha explotado adentro, esa «sencillez sangrante de la autenticidad» que se adjudicó en algún verso. Todavía el dibujo sigue predominando en estas obras de ingenua dulzura.

Con el tiempo Nivia, sin perder su poderosa fuerza expresiva, acude a recursos alejados ya del primitivismo inicial; la inclusión cada vez más marcada de elementos figurativos le resta algo de ingenuidad; no pocas veces descubrimos detrás las sombras universales de los grandes clásicos de la pintura. A pesar de la mantención en su obra de ciertos elementos formales que le dan unidad, la artista no se repite, su sensibilidad ya más cultivada penetra hondo perfilando el estilo que la va caracterizando. Es precisamente en estos días de gracia cuando acude a las olerías Villaclareñas y, una vez descubierta, estará junto a un grupo de pintores populares cubanos en la gran exposición titulada: «Inventario de Cosas Naturales», organizada por el Centro de las Artes Visuales en 1991.

Sin embargo, Nivia detuvo su ascenso cuando ya parecía que su estilo no tenía límites y dejó la constancia de años atrás. Como legítima heredera de la escuela feijoseana se encierra en las alucinaciones que ella misma se había fabricado. Se aísla de la calle y de las multitudes que tanto pintó. Algunos días toma el pincel y trabaja intensamente, luego regresa a su estado silencioso.

Nivia de Paz sigue en su Camajuaní natal, apenas se le conoce, su casa también ha dejado los jirones de su otrora elegancia, solo el forastero se detiene ante la tarja que señala el lugar donde un día estuvo el Che. No sabría si tú,salvador audaz de mi miedo, guardabas mi paraíso de ayer; o si tú, que puedes dejarme silenciosa y ausente,guardas mi paraíso, hoy.

Foto inédita con el Che

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En el número 26 de la revista Signos (1980), dirigida por el eminente Samuel Feijóo, se muestra como primera propuesta gráfica una fotografía, inédita hasta entonces, donde aparece el Che rodeado de un grupo de personas, entre las que se destaca una hermosísima muchacha que hace descansar su cabeza sobre el hombro del ya mítico guerrillero. La instantánea había sido tomada en el poblado de Camajuaní, en la casa de la familia de aquella muchacha llamada Nivia de Paz, unos días antes del triunfo de la Revolución; junto a la fotografía aparece un poema de Nivia que muchos aseguran fue dedicado por la autora al Che, a quien consideró siempre su buen amigo.

Esto escribió Nivia a su amigo el guerrillero y fue como una premonición. Entre el silencio y la duda parece que espera por alguien, ¿o será otra muestra de su sangrante sencillez...?

Fuentes

  • Castañeda Pérez De Alejo, Alexis. La Sencillez Sangrante. Santa Clara: Editorial Capiro, 2009.